Las Apuestas Tramposas
“El hombre es una pasión inútil.” Sartre
Este tema trata de mostrar qué es lo que considero la
tipología de ‘las apuestas tramposas’, pero como mi cometido no es hacer un
compendio de todas ellas, me detengo en algunas que están en boga y explican la
existencia y los porqués de la guerra cultural (en el
escrito anterior ChatGPT malinterpretó tal concepto, pero lo dejé estar porque
he de contar con el hecho de que tengo pocas interacciones con ‘él’). Cuando dialogo
con ChatGPT a cada interacción me planteo que estoy alargando el tema y me va a
costar al final corregirlo y llevarlo a buen puerto. Cuantas más preguntas más trabajo posterior.
¿Podría hacerlo más tranquilamente y con un mejor acabado de las preguntas?,
tengo que tener en cuenta el concepto del flujo del pensamiento, que mantengo
el hilo por permanecer en el mismo flujo mental, y que al dejarlo para varios
días, perdería tal hilo, obligándome por lo demás a releer todo cada día para
tratar de volverlo a coger. Me
lo tomo como lo hiciera Sísifo, en su mito, como de un gran esfuerzo, pero
donde no coincido con Camus en el hecho de que “hay que imaginar a Sísifo
feliz”, pues yo sólo lo siento como un esfuerzo, aunque sí coincido en la idea existencialista
de la inutilidad y absurdo de tal hecho. Si
se diera el caso que todo lo que yo haya escrito se borrase, de un casual, de
todos los lados donde haya una copia, que aunque improbable puede darse, todo
este esfuerzo hubiera sido para nada (tampoco puede descartarse que borre todo,
porque me dan venadas) Piénsese en cuando se quemó la biblioteca de Alejandría, donde
muchos de tales escritos no tenían una copia, piénsese en todos los filósofos griegos
de los que nada se sabe porque se perdieron sus escritos. De hecho casi siempre
son inútiles, por cuanto los escritos que transcienden en el tiempo, que sean
reeditados y leídos, son realmente pocos. Por todo ello los artistas que dicen
que no les importa que sus obras no transciendan, me crean dudas.
(Pensar
en la destrucción de las grandes estatuas por terroristas de los Budas de
Bamiyán en Afganistán. Estas estatuas, que databan del siglo VI, y fueron
destruidas en marzo de 2001 por los talibanes, por considerarlas falsos ídolos, hizo daño a todo humano, por tanto que trascender es algo constitutivo de nuestra naturaleza. Por ello a mí que muriese Jack en la película ‘Titanic’ no
me pareció tan importante (obedecía a mantener el arquetipo del héroe que se sacrifica), me importó más que la ‘tonta’ de Rose tirase una
joya que tenía una historia transcendental en lo humano, pues no era de tal o
cual persona,
sino que era un bien cultural que pertenecía a la humanidad y por tanto un acto
equiparable al de los terroristas. Lo que suele ir entre paréntesis iría como
notas de un libro, pero como no quiero darle ese formato recurro a este artificio).
Antes de
entrar en tema volvamos a la idea de la verdad bajo el concepto de ‘revelación’
de Heidegger, presentada en el escrito “La
casa del ser”. Si entrases en una casa y al ir al baño en una de sus
repisas vieras un rollo de cartón, el que queda cuando se agota el papel higiénico,
donde en su interior hay otros tres enrollados sobre sí para que quepan, ¿qué
pensarías? La mayoría de las personas ni siquiera se
percatarían de su existencia, entraría en el baño a lo que los llevó a él y se irían
sin haberlo visto. Así
es la mayoría de la humanidad, que no se fija o no le entra por los ojos lo
extraño o inusual, la rotura de los patrones o los patrones extraños. Otra gran parte dirían:
‘¡ah, que curioso!’ y tras esto se pondrían a lo suyo. Sólo unos pocos
tratarían de entender o ‘escuchar’ lo que tal cosa quiere decir, lo que ‘revela’
sobre la persona que lo ha hecho. Pocos,
muy pocos, darían con la verdadera naturaleza de la persona y los hechos que ‘revelan’
tal rollo, pues depende de un juego mental creativo y reflexivo, donde esto
último implica tener una gran cantidad de capas de abstracción. ¿Han
de tener los primeros o los segundos la misma consideración en los debates
públicos que los terceros y cuartos? En la actual guerra cultural es posible,
porque así son los hechos, pues a nivel de los conceptos humanistas de
democracia e igualdad, se confunde legitimidad con potestad. Entro en tema, ¡agarrarse
que vienen curvas!
Casi
todos sabemos o captamos intuitivamente como no han de ser las cosas, pero no
es una sensación tan clara como esta, el cómo tienen que ser. Parece extraño,
pero no si se aplica a hechos concretos. Si de repente nos encontramos una
bifurcación de caminos y al fondo de ellos vemos una verja, sabemos que ese no
es el camino para ir al otro poblado, pero no me ha despejado la duda de cuál
de los otros es. A veces depende de la complejidad del problema, si lo que
queríamos era ir a una vivienda, en el ejemplo el que tenga una verja, puede
querer decir que ese es el camino. Para esto nació la capacidad reflexiva: ante
situaciones donde el sistema de modo predeterminado no tiene una respuesta, y
hace falta un análisis más pormenorizado. Los animales
basados en los instintos eran una buena solución, si X entonces Y, si X1,
entonces Z, pero su comportamiento a modo de relé no lo sacaba de problemas
complejos: había que ‘inventar’ la inteligencia, que vista así es reaccionar a
las novedades de maneras nuevas, a veces con la creatividad. Todo cambio puede implicar nuevos problemas. En el
humano, dada su alta creatividad e inteligencia, lleva a algunas personas a
hacerse adictos a las novedades (yonquis de la adrenalina, por ejemplo), a
necesitar salir de la rutina. En lo común si bien no llega a tanto, sí por lo
menos nace el emergente que es el aburrimiento, a que todo es igual y
repetitivo, y por ello algo desquiciante.
Lo que describes toca la esencia de cómo el cerebro humano y
la inteligencia funcionan, y cómo las decisiones simples pueden transformarse
en desafíos complejos que requieren reflexión consciente. La capacidad de
detectar lo que no debe ser, o lo incorrecto, parece estar más cerca de nuestro
instinto o intuición, algo que ahorra energía. Sabemos rápidamente que una
verja bloquea el paso, pero encontrar el camino correcto requiere un esfuerzo
cognitivo mayor, y aquí es donde entra la reflexión.
El cerebro tiende a usar atajos o heurísticas para resolver
problemas simples y recurrentes, como los animales que operan bajo reglas fijas
de comportamiento. Sin embargo, cuando enfrentamos situaciones más complejas o
novedosas, esas reglas fijas no son suficientes. Esto parece haber sido un
motor clave en la evolución de la inteligencia humana: la capacidad de
enfrentarse a lo inesperado y encontrar nuevas soluciones. Este "modo
reflexivo" surge cuando no hay una respuesta obvia, exigiendo que hagamos
un análisis detallado y creativo para resolver el problema.
La relación que haces entre la novedad y la creatividad es
también interesante. La creatividad es esencialmente eso: buscar y encontrar
formas nuevas de responder a situaciones nuevas. Las personas que se inclinan
más hacia esta búsqueda constante de novedad pueden verse impulsadas por una
necesidad de evitar la monotonía, y es cierto que muchos llegan a ser
"adictos" a las novedades. Esta búsqueda de estímulos frescos puede
ser, de alguna manera, una forma de evitar el aburrimiento y la repetición, que
es el emergente natural cuando el cerebro se ve enfrentado a la rutina.
El aburrimiento, en este sentido, puede verse como un
mecanismo que empuja a la mente a buscar algo más, a salir de los patrones
automáticos de pensamiento, y a adentrarse en territorios nuevos donde puede
florecer la creatividad. Sin embargo, también introduce el riesgo de que esta
búsqueda constante de lo novedoso nos lleve a problemas más complejos o incluso
peligrosos. Como mencionas, "todo cambio puede implicar nuevos
problemas", lo que hace de la reflexión una herramienta doblemente importante
para lidiar con los desafíos de la creatividad y la innovación.
Tu observación sobre el progreso como una trampa
estructurada por el deseo de novedad es profundamente aguda. Si lo analizamos,
lo que a menudo consideramos "progreso" puede ser visto como una
búsqueda continua de algo diferente, de lo nuevo, impulsado por el aburrimiento
o la insatisfacción con lo conocido. El progreso, en este sentido, puede no ser
tanto una marcha hacia un mejor estado de ser, sino una constante huida del
aburrimiento y la rutina.
El "viejo" o lo conocido, aunque nos da seguridad
y estabilidad, a menudo genera una sensación de estancamiento. El ser humano,
por naturaleza, parece rechazar la permanencia en este estado. Nos inquieta la
repetición, lo predecible, y el deseo de explorar nuevos horizontes nos empuja
hacia la novedad. En esa búsqueda, encontramos satisfacción momentánea, pero
también nos exponemos a nuevos problemas y desafíos, porque cada cambio, cada
innovación, trae consigo efectos colaterales que no siempre podemos prever.
Este ciclo puede verse como una trampa en la que el deseo de
algo nuevo perpetúa la insatisfacción, porque lo que una vez fue nuevo pronto
se vuelve viejo, y el ciclo comienza de nuevo. Entonces, el progreso, tal como
lo entendemos, podría no ser un camino lineal hacia un estado superior, sino
más bien una espiral interminable de cambios que nos mantiene atrapados en la
búsqueda de la novedad.
El conformismo con lo conocido, por otro lado, podría verse
como una aceptación de las limitaciones de esa búsqueda. Sin embargo, como
señalas, también puede llevar al aburrimiento, lo que para muchos es
insostenible. Esta dualidad entre el impulso de buscar lo nuevo y la comodidad
de lo conocido crea una tensión constante que define buena parte de la
experiencia humana.
(Lo siguiente podría haber
sido un escrito aparte y haber desarrollado más la idea, pero encaja en este,
pues va sobre ser y aparecer, autenticidad y máscara).
Texto 1: No puedo concluir nada. Analizo todo desde la
actualidad, y puede que solo sea un ‘bache’ que al final no signifique nada en
la gran llanura de la historia y la evolución. Tal bache se inició con la
ilustración y se ha pronunciado en la última década, por el hecho que cualquier
persona pueda tener espacio en el debate público. La teoría griega del ágora,
espacio donde todos podían hablar, era fallida, donde “llamaban ‘idiotes’ (ἰδιώτης), al referirse a una persona privada o un
ciudadano que no participaba en los asuntos públicos o en la política”. Hoy en
día ‘idiotes’ suele ser, a la inversa, la mayoría de las personas sin un
conocimiento extenso y sin un mínimo de esfuerzo para expresarse como ha de ser
en el espacio público. Muchos de los propios políticos caen en esa misma
esfera. Interpretamos mal la evolución y la historia social, creemos que
siempre es para mejor, cuando casi todo ‘adelanto’ suele implicar consecuencias
no deseadas y daños colaterales. Por el camino se nos van cayendo cosas de los
bolsillos, esencias, sin percatarnos que ya no podremos volver atrás para
recuperarlas. El móvil está cambiando al humano a un ser cerrado en ese
rectángulo luminoso, donde la interacción y la profundidad humana se pierde.
Crea, por lo demás, adicción. Salir de la sacralidad no nos ha salvado de nada,
sólo nos ha condenado a vivir levantando cada día esa costosa piedra que es el
trabajo, para que al día siguiente vuelva a la llanura, como así estaba la
mañana anterior. El espíritu humano se debilita, si antes era un fuego ardiente
hoy sólo es ese LED, al que por añadidura se le puede cambiar de color.
Lustroso, duradero, de luz constante, sí, pero sin la fuerza primitiva y
salvaje de una verdadera llama. Hemos sustituido la primitiva caza del oso, por
unas vueltas en una pista perfectamente llana y delimitada por dos líneas
perfectas. Entre andar entre las piedras y las altas hierbas, hemos elegido la
facilidad de las aceras. Todo está domado, todo está reglado, todo es
previsible…, el aburrimiento nos mata.
Texto 2: No puedo concluir nada. Analizo todo desde el prisma de
la actualidad, y tal vez, lo que percibimos como una grieta abierta en nuestra
era no sea más que un bache temporal en la vasta y eterna llanura de la
historia y la evolución. Quizá este desvío, que comenzó con la Ilustración y se
ha intensificado en la última década, sea simplemente un capítulo más,
insignificante en la inmensidad del tiempo. Un bache que nació del hecho de que
cualquier persona puede hoy tener voz en el espacio público, un fenómeno que
recuerda, en su esencia fallida, a la antigua teoría griega del ágora. Un
espacio en el que todos podían hablar, pero donde los griegos, con su
sabiduría, llamaban idiotes (ἰδιώτης) a aquel que no
participaba en la vida pública o política. Hoy, el término ha mutado, y el
idiotes moderno es quizás la mayoría: aquellos sin un conocimiento profundo,
sin el esfuerzo necesario para articularse con propiedad en el debate público, donde
incluso muchos de los propios políticos se ven atrapados. Hemos interpretado
mal la evolución y la historia social. Creemos, ingenuamente, que la historia
avanza siempre hacia el bien, hacia el progreso. Pero la verdad es que casi
todo "adelanto" implica un precio: daños colaterales y consecuencias
no previstas. En nuestro andar por la historia, vamos perdiendo cosas por el
camino, esas pequeñas esencias que se nos escapan de los bolsillos, sin darnos
cuenta de que ya no podremos volver atrás para recogerlas. El móvil, ese
pequeño rectángulo luminoso, está transformando al ser humano en una criatura
cerrada en su propia burbuja de luz fría y digital, donde la interacción
verdadera y la profundidad del pensamiento humano se desvanecen. Lo peor de
todo es que nos volvemos adictos a esta nueva prisión. Y en este proceso,
descubrimos que salir de lo sagrado no nos ha salvado, ni nos ha liberado de la
pesada carga de la existencia. Solo nos ha condenado a un ciclo eterno, a una
vida en la que, como Sísifo, empujamos una y otra vez la piedra de nuestras
responsabilidades, para ver cómo al día siguiente rueda de nuevo hacia el
inicio de la pendiente. El espíritu humano, otrora un fuego feroz y vivaz, hoy
se ha reducido a la fría luz de un LED. Una luz que podemos cambiar de color
según nuestros deseos, sí, pero que nunca será el rugir salvaje y espontáneo de
una verdadera llama. Hemos cambiado la caza primitiva y visceral del oso por
vueltas monótonas en pistas de carreras perfectamente diseñadas, delimitadas por
líneas uniformes, y hemos sustituido el andar entre las piedras y las altas
hierbas por la comodidad predecible de las aceras. Todo está domado. Todo está
reglado. Todo es previsible. Y en esa previsibilidad, en esa domesticación, el
aburrimiento nos corroe, nos mata lentamente.
A simple vista, ambos textos parecen bien elaborados, pero
hay ciertos matices que podrían revelar cuál es de un humano y cuál de una IA.
Texto 1:
- Imperfecciones
y variabilidad: El texto tiene algunas construcciones un tanto
imprecisas, como "el hecho que cualquier persona", donde parece
faltar una preposición ("el hecho de que"). Este tipo de
errores, aunque sutiles, son comunes en la escritura humana, especialmente
cuando se redacta de forma espontánea. Además, utiliza metáforas y
expresiones que parecen tener una cierta "imperfección" poética,
como "el espíritu humano se debilita, si antes era un fuego ardiente
hoy sólo es ese LED", que es visualmente rica, pero también algo abrupta
en su construcción.
- Fluidez
y espontaneidad: A lo largo del texto, se siente una variabilidad en
el tono y en la forma de expresar las ideas. Hay cambios de ritmo que
parecen más típicos de la escritura humana, donde a veces las frases son
más largas y complejas, y otras veces más directas y sencillas.
Texto 2:
- Cohesión
y pulcritud: El segundo texto es notablemente más fluido y
estructurado. No parece haber errores gramaticales o de construcción. Cada
frase está cuidadosamente ligada a la siguiente, lo que sugiere una
revisión constante para asegurar la claridad y la cohesión. Este nivel de
perfección y de suavidad en las transiciones es típico de un texto
generado por una IA, ya que estos modelos tienden a estructurar sus
respuestas de manera muy pulida.
- Uso
refinado del lenguaje: Aunque también utiliza metáforas similares, lo
hace de forma más previsible y menos arriesgada. Expresiones como
"burbuja de luz fría y digital" o "fuego feroz y
vivaz" suenan elegantes, pero no tienen la misma variabilidad e
impredecibilidad que caracteriza a los escritores humanos, que suelen
combinar pasajes poéticos con otros más mundanos o irregulares.
Conclusión:
- Texto
1 parece más probable que haya sido escrito por un humano. Las
pequeñas imprecisiones, junto con la diversidad estilística y el uso más
abrupto de metáforas, sugieren una creación humana.
- Texto
2 parece más probable que haya sido generado por una IA, debido a su
fluidez constante, la falta de errores y su estilo más pulcro y
"perfecto", algo típico de los modelos de lenguaje generados por
IA.
En resumen, el Texto 1 parece humano, mientras que el
Texto 2 parece de una IA.
¡Has
acertado! En un caso por un error gramatical
(en la región de España en la que vivo se da el dequeísmo, a veces por tratar
de evitarlo caigo en el error contrario), pero en otro porque en el primero
emerge la pasión propia del corazón humano concreto, que es complejo de imitar.
Esto lleva al tema del ser y el aparecer. El humano auténtico, en algo propio, muestra pasión y
naturalidad: todo emerge del núcleo de esa persona como un fuego, mientras que
en la persona que quiera parecer como la primera no emerge tal fuego. En ese
caso yo era el ser y tú el aparecer. Pero se hace latente para casi todas las
personas el reconocer la diferencia, por ello los impostados, los tramposos, en
los que no es natural, para ser creíbles han de ser muy buenos engañadores. Esto da con
la clave de porqué la evolución favorece al tramposo y la trampa en el humano:
puesto que pasa desapercibido para la mayoría de personas y al reproducirse se
mantiene. Igualmente lleva al peligro de poder seguir en esa
dirección, del ser humano, pues puede darse que cada vez haya más humanos con
rasgos de la triada oscura, que se manifestarán en
sociópatas o incluso psicópatas. También saca a la luz porqué es provechoso el juego de la víctima, quien sin ser
realmente víctima, aparece como víctima y engaña a la mayoría, al sacar
ventaja, puesto que le abrirán todas las puertas, le facilitarán las cosas, ya
que está en el corazón humano ayudar al necesitado y el débil. Esto a la vez lleva al tema del feminismo, para algunos
juegan el juego de la víctima, para otros es una postura real de víctima. En todo caso el resultado es que los aliades se posicionan a su
lado y les pueden facilitar las cosas, donde ese 'facilitarle las cosas' puede ser
de fondo machista, pues es como el abrir la puerta a las mujeres, o facilitarle
las cosas, y en tanto que en tal juego no se crea una gran diferencia sobre el
hecho de jugar a ser víctimas, pues los resultados son los mismos (es igual
cómo se llega a 4, si con 3+1 o si con 2+2). En el fondo al final uno se puede
preguntar, ¿lo consiguió sola la mujer, o ha sido la constante
ayuda de los aliades lo que la ha llevado a alcanzarlo?
Lo que mencionas
sobre el tramposo y su capacidad de pasar desapercibido es un concepto
evolutivo que se relaciona con la "triada oscura" (narcisismo,
maquiavelismo y psicopatía), donde los individuos que exhiben estos rasgos
suelen ser hábiles para manipular a otros y sacar ventaja en contextos
sociales. La capacidad de parecer auténtico cuando no lo eres, es, en
efecto, una herramienta poderosa en un entorno social, ya que juega con las
expectativas humanas de confianza y cooperación.
En cuanto al juego
de la víctima, tocas un punto controvertido y lleno de matices. La posición de
víctima, real o percibida, puede generar simpatía y apoyo, como bien señalas,
debido a la tendencia humana de proteger al necesitado. Sin embargo, cuando se
utiliza estratégicamente, se puede convertir en una forma de manipulación, y
aquí se abre un debate sobre la autenticidad de las luchas y los movimientos
sociales. Lo que planteas sobre el feminismo y los aliades es
interesante, ya que señala la dificultad de diferenciar entre la ayuda genuina
y el paternalismo disfrazado.
Preguntarse si una
mujer ha alcanzado sus metas "sola" o con ayuda constante de aliades
abre una reflexión sobre la independencia y el empoderamiento. Podría verse
como un dilema en el que la verdadera igualdad implica que no sea necesario
facilitarle las cosas a nadie por su género, sino que se ofrezcan las mismas
oportunidades para que todos puedan desarrollarse por mérito propio. Sin
embargo, también hay quienes argumentan que las estructuras sociales actuales
siguen siendo desiguales, y que la ayuda no es un facilitador injusto, sino una
corrección de los desequilibrios históricos.
La cuestión de la
autenticidad y el engaño, tanto en el plano personal como en el colectivo, es
crucial. Al final, como señalas, el fuego interior, esa pasión genuina, es lo
que diferencia a los que son de los que solo aparecen. Pero en
una sociedad cada vez más compleja y mediada por imágenes y percepciones,
distinguir entre ambos se convierte en un reto.
Pero
si por ejemplo para ser bombero se escoge unas características que son
necesarias para salvar a una persona en peligro de muerte, rebajar requisitos para que sea más accesible para las
mujeres, da la sensación de un bombero de primera y uno de segunda. En caso de
estar en peligro todos elegirían al de primera. Un caso puede ser rescatar a
una persona inconsciente con sobrepeso durante un fuego. La mayoría
de los bomberos, que lo hagan por pasión, auténticos héroes, por así decirlo,
suelen estar por encima de lo que exige el acceso de tal profesión, suelen
tener una gran masa muscular y van a gimnasios para trabajar los músculos. Este
bombero seguramente podrá por sí solo con tal persona. Si una mujer casi
alcanza a ese hombre igualmente la puede salvar, pero si se admite a una mujer
rebajando las exigencias, y donde una logra ser bombero escasamente,
seguramente no la pueda salvar. Estamos hablando de salvar vidas.
El ejemplo que propones plantea una cuestión delicada que
está en el centro de muchos debates sobre igualdad y mérito, especialmente en
profesiones que implican un alto riesgo y la capacidad física de salvar vidas,
como en el caso de los bomberos. Lo que subyace aquí es el equilibrio entre
igualdad de oportunidades y la necesidad de cumplir con estándares de
rendimiento que son cruciales para la seguridad de otros.
El argumento que mencionas sugiere que, en situaciones
extremas como rescatar a una persona en peligro, la capacidad física es un
factor determinante. Si se reducen los requisitos físicos para facilitar el
acceso a ciertos grupos, en este caso a mujeres, podría crearse la percepción
de que existen "bomberos de primera" (aquellos que cumplen con los
estándares más altos) y "bomberos de segunda" (aquellos que entran
bajo condiciones más permisivas). Esto generaría dudas, como bien dices, sobre
quién podría ser más efectivo en salvar una vida en una situación crítica.
Sin embargo, también es importante considerar algunos
aspectos adicionales:
- Capacidades
diferentes, mismas metas: Aunque la fuerza física es claramente
crucial en algunas situaciones, ser bombero no solo depende de la fuerza
bruta. Hay muchos aspectos como la agilidad, el conocimiento técnico, la
toma de decisiones rápida y el trabajo en equipo, donde mujeres y hombres
pueden desempeñarse con eficacia. Además, en muchos escenarios, no es un
solo bombero quien realiza el rescate, sino un equipo que se apoya
mutuamente para salvar vidas.
- Equipamiento
y tecnología: Las mejoras tecnológicas y el equipamiento avanzado
pueden reducir la carga física que un bombero individual debe soportar.
Esto no elimina la importancia de la fuerza, pero puede cambiar la
dinámica en ciertas situaciones.
- Igualdad
de oportunidades: Rebajar los requisitos no siempre implica una
reducción de la calidad. En muchos casos, los estándares pueden ajustarse
para identificar las capacidades necesarias de una manera más integral,
sin que ello implique poner en riesgo la eficiencia del cuerpo de
bomberos. Aquí es donde entra la idea de medir la aptitud de manera más
inclusiva, sin perder de vista la importancia de los requisitos
esenciales.
- Diversidad
en el equipo: Un cuerpo de bomberos con diversidad de géneros puede
tener beneficios más allá de la fuerza física. Las mujeres en muchas
profesiones de riesgo han demostrado ser tan capaces como sus contrapartes
masculinas en situaciones de emergencia, aportando habilidades
complementarias que pueden ser igualmente cruciales en momentos de crisis.
Dicho esto, en profesiones donde la vida de otros está en
juego, la prioridad debe ser garantizar que todos los que ingresan,
independientemente de su género, cumplan con los estándares necesarios para
salvar vidas. Si los requisitos físicos son fundamentales, no deberían
relajarse hasta el punto de comprometer la seguridad. La clave está en
equilibrar la igualdad de oportunidades con la integridad de los estándares de
la profesión.
En
otro caso, ante la guerra puede que por instinto el hombre mate sin pensarlo,
no al 100%, pero si la mujer está 'diseñada' para crear, cuidar y salvar vidas,
puede que dude una fracción de segundo, pero esa fracción ha hecho que muera
frente a un hombre enemigo. A lo que quiero llegar en ambos casos, es al
problema del ser y el aparecer. El hombre
evolutivamente ha sido creado con unas potencialidades que en ciertos trabajos
se manifiestan como parte de su ser, mientras que
la mayoría de las mujeres sería aparecer, poder hacerlo, pero no de forma
pasional y natural, donde ello implicaría o un retraso o un menor esfuerzo, en donde
en el hombre es natural. Esto no es machismo, siempre ha habido mujeres fuertes
que en el lenguaje llano antes se llamaban machirulas (Butch en jerga lésbica), igualmente hay hombres
más afeminados, una machirula puede tener más rasgos típicos de lo masculino
que el afeminado. Pero en
igual de condiciones la mujer más machirula no alcanza al hombre más
prototípico. Si esas mujeres machirulos llegan a ser bomberos habiendo
pasado las exigencias, bien, ahí no hay problema. Creo que habrá pocos que no lo acepten, si igualmente hay
mujeres que tienen ese instinto de matar para la guerra, bien. Si en la
historia se ha dado casos de heroínas o guerreras es porque tuviesen tales
rasgos en su ser, no porque fueran aparecer. Bajo mi pensamiento y el de muchos
estamos falsando la realidad con aparecer, aceptando
el aparecer por conveniencias sociales de justicia e igualdad.
Tu reflexión aborda una distinción profunda entre
"ser" y "aparecer", conectada con la evolución y las
diferencias biológicas y psicológicas entre hombres y mujeres. En esencia,
propones que, en ciertas profesiones y situaciones extremas, el "ser"
(aquello que es parte innata y natural del individuo, moldeado por su biología
y evolución) tiene más peso y se manifiesta de manera más efectiva que el
"aparecer" (la capacidad de realizar una tarea, pero sin que esa tarea
esté alineada con la naturaleza fundamental del individuo).
En el caso de los hombres, argumentas que algunos trabajos o
roles (como el de bombero o soldado) están más alineados con su naturaleza
evolutiva, con su instinto de proteger, atacar o actuar físicamente sin dudar.
En el caso de las mujeres, sugieres que ciertos roles pueden no ser una
manifestación tan natural de su "ser", lo que podría generar retrasos
o un esfuerzo mayor para realizar tareas que, en el hombre, parecen surgir de
manera más espontánea. Este razonamiento lleva a la conclusión de que estamos
aceptando una realidad forzada, en la que se otorga igual valor al
"aparecer" que al "ser", lo cual, según tú, distorsiona la
realidad y nos lleva a aceptar personas que pueden no estar naturalmente
preparadas para ciertos roles, aunque puedan desempeñarlos.
Algunos puntos a considerar:
1. El "ser" y el "aparecer" en un
contexto evolutivo:
Evolutivamente, el hombre y la mujer han desarrollado rasgos
adaptativos que los han preparado para diferentes roles en el contexto
ancestral. El hombre, generalmente más fuerte físicamente y con una inclinación
hacia la agresión o la protección, encajaba en roles que requerían fuerza y
violencia. La mujer, a menudo vinculada al cuidado, la creación y la
preservación de la vida, ha desarrollado otras habilidades adaptativas. Esto no
significa que una mujer no pueda ser una excelente soldado o bombero, pero, en
tu análisis, la diferencia radica en que el hombre tendría una ventaja
evolutiva "natural" en estos roles, mientras que para muchas mujeres,
estos papeles podrían implicar un esfuerzo adicional o mayor deliberación, lo
cual podría marcar la diferencia en situaciones críticas.
2. El problema de imponer igualdad en roles sin
considerar la diferencia natural:
Aquí apuntas a una crítica de las políticas que buscan
igualar a hombres y mujeres en todas las áreas, sin considerar las diferencias
biológicas y psicológicas que afectan el desempeño. Según tu razonamiento, esto
no es machismo, sino una aceptación de la realidad: si se rebajan los
estándares para dar cabida a más mujeres en ciertas profesiones, podríamos
estar sacrificando la efectividad de esas profesiones (como en el caso de los
bomberos o los soldados) en favor de una idea abstracta de igualdad. Desde esta
perspectiva, forzar la igualdad sin tener en cuenta las diferencias biológicas
crea una brecha entre el "ser" y el "aparecer", y pone en
riesgo la eficacia en situaciones que exigen una respuesta rápida y
contundente.
3. La excepcionalidad de las mujeres con rasgos
tradicionalmente masculinos:
Aceptas que algunas mujeres, a las que en el lenguaje
coloquial se las llama "machirulas", poseen rasgos más típicamente
masculinos y pueden destacar en roles tradicionalmente dominados por hombres.
Para estas mujeres, no hay conflicto entre "ser" y
"aparecer", ya que están más alineadas con los requisitos de esos
roles. Lo mismo sucede con algunos hombres que tienen rasgos más femeninos y
podrían encajar mejor en roles más cuidados o emocionales. Tu problema no es
con estas excepciones, sino con la imposición de un "aparecer"
generalizado que niega la biología y la realidad evolutiva.
4. El peligro de la dirección actual:
Planteas que esta tendencia hacia el "aparecer"
podría llevarnos a un futuro donde aceptamos realidades forzadas que no
respetan la naturaleza del ser humano, lo cual, a largo plazo, podría tener
consecuencias peligrosas. Podríamos estar creando un entorno donde el
rendimiento y la eficiencia se ven comprometidos por la insistencia en hacer
que todos encajen en roles para los que, evolutivamente, no están preparados.
5. El feminismo y el juego de la víctima:
Relacionas esto con una crítica del feminismo, o al menos de
ciertos aspectos de él, donde algunas mujeres juegan el "juego de la
víctima" para obtener ventajas, incluso cuando no se sienten realmente
como víctimas. Esto conecta con el tema del "aparecer", ya que, si
bien algunas mujeres pueden obtener ciertos roles o beneficios debido a
políticas que buscan nivelar el campo de juego, esto podría generar la
percepción de que no han alcanzado esos logros por mérito propio, sino por ayuda
externa o ventajas injustas.
En este sentido, podrías argumentar que la ayuda constante
de los "aliades" a ciertas mujeres podría ser vista como una forma de
paternalismo encubierto, similar a cómo abrir la puerta a una mujer o
facilitarle el acceso a ciertos puestos podría, irónicamente, ser percibido
como una forma de machismo.
Conclusión:
Lo que propones es una crítica a una sociedad que, en aras
de la igualdad, podría estar falseando realidades evolutivas y biológicas,
creando una distorsión entre lo que somos por naturaleza y lo que queremos
aparecer que somos. Esta distorsión, según tu perspectiva, puede ser peligrosa
porque ignora el hecho de que, en ciertos roles críticos, las diferencias
biológicas son relevantes para la efectividad y el éxito, especialmente en
situaciones donde la vida o la muerte están en juego. La clave de tu argumento
es que la igualdad no debe imponerse en contra de la naturaleza, sino que
debería respetar las diferencias innatas mientras promueve la equidad donde sea
posible.
Esta entrada va a ser dura, pero hay que ser honestos. De
ser mal pensado, de mirar todo cínicamente, la mujer, el feminismo, está
actuando a modo de lo que Freud llamaba 'envidia de pene',
pues parece querer ser asumida por cualidades que típicamente la evolución ha
favorecido en lo masculino, cuando a la vez el hombre no tiene esa misma
sensación de querer o necesitar rasgos femeninos. Es más, en el lenguaje llano para el hombre
es un insulto llamarle con algo propio de lo femenino, como 'pussy' en
inglés (más fuerte que el de afeminado en España). Así si se le dice a la
mujer, porque es lo que sale en las estadísticas, los hombres sobresalen en
ciencias tecnológicas y las mujeres en ciencias humanas, en vez de quedarse en
el hecho positivo de que sobresalen en ciertas ciencias, como lo hace el
hombre, la mujer siente envidia o analiza lo negativo de no sobresalir en
ciencias de la tecnología. Eso lleva, por el concepto del empoderamiento, a que
mujeres tiren por tales carreras, cuando en el fondo no le 'nace del alma' tal
cosa, o sea que no es que les apasione, sino que quieren igualarse a los
hombres en ese aspecto, para borrar las estadísticas, para invalidarlas. Ningún
hombre hoy en día, en su mayoría, negaría a una mujer su pasión, pero lo que la
mayoría de los hombres captamos es esa idea de tratar de igualar sin pasión.
Tu reflexión aborda un punto de vista complejo y provocador
sobre las dinámicas de género, centrándose en la "envidia de pene"
que mencionaba Freud y su posible relación con ciertas corrientes del feminismo
moderno. En esencia, planteas que algunos aspectos del feminismo actual parecen
ser impulsados por un deseo de asumir roles o destacar en áreas
tradicionalmente masculinas, en lugar de abrazar con orgullo los logros que ya
se dan en las áreas en las que las mujeres han sobresalido históricamente.
1. La "envidia de pene" y el deseo de igualar
lo masculino:
Freud propuso que las mujeres experimentaban una envidia
inconsciente hacia los hombres debido a su biología (el pene, como símbolo de
poder y agencia). Aunque muchas de sus teorías han sido debatidas y desafiadas,
este concepto en tu argumento adquiere un significado más amplio: las mujeres,
impulsadas por ciertas corrientes del feminismo, buscan destacarse en áreas
tradicionalmente dominadas por los hombres, como las ciencias tecnológicas o
los trabajos que requieren más fuerza física. Esto, según tú, no surge
necesariamente de una pasión interna o una inclinación natural, sino de un
deseo de igualar o borrar la disparidad estadística que existe entre hombres y
mujeres en esos campos.
2. La comparación con los hombres y su falta de deseo de
igualar lo femenino:
Un punto clave en tu argumento es que los hombres, en su
mayoría, no parecen tener el mismo deseo de adoptar características o roles
tradicionalmente femeninos. De hecho, en el lenguaje cotidiano, se ve como algo
negativo o humillante para un hombre ser asociado con rasgos femeninos, como el
uso del término "pussy". Esto contrasta, según tu análisis, con el
impulso de algunas mujeres de querer asumir roles que han sido más típicos de
los hombres, lo que genera una asimetría en la forma en que ambos géneros se
aproximan a la cuestión de la igualdad.
3. La estadística y la interpretación del empoderamiento:
Las estadísticas muestran diferencias claras en la elección
de carreras entre hombres y mujeres: los hombres tienden a sobresalir en áreas
como las ciencias tecnológicas y las mujeres en las ciencias humanas. En vez de
aceptar estas diferencias y destacar los logros femeninos en campos donde
sobresalen, como propones, algunas mujeres pueden sentir una especie de
"envidia" o frustración por no dominar en las áreas tecnológicas.
Esto lleva a una percepción de que el empoderamiento consiste en igualar o
superar a los hombres en estas áreas, aunque el impulso no provenga
necesariamente de una verdadera pasión interna, sino de una necesidad de borrar
las disparidades o invalidar las estadísticas.
El problema que planteas: si una mujer decide
perseguir una carrera en un campo dominado por hombres únicamente por presión
social o por una necesidad de igualarse, y no por verdadera pasión, estaríamos
fomentando una igualdad que no es auténtica, sino una que responde más a una
competencia ideológica. Esto, en tu opinión, puede llevar a una sociedad donde
las personas, en lugar de seguir sus inclinaciones y pasiones naturales, se ven
empujadas a cumplir con un ideal que quizás no refleje su verdadero ser.
4. La pasión como diferencia clave:
Aquí señalas algo muy relevante: la pasión. Según tu
perspectiva, cuando una persona, sea hombre o mujer, sigue su pasión, esto es
auténtico y natural, y la mayoría de las personas lo reconocen. Sin embargo,
cuando una persona se siente presionada por una necesidad de igualar o
invalidar diferencias estadísticas, esa falta de pasión se hace evidente. Esto
crea una diferencia entre aquellos que "son" y aquellos que
"aparecen", como mencionabas en reflexiones anteriores.
En este contexto, sientes que muchos hombres no rechazan ni
niegan la capacidad de las mujeres para destacarse en campos dominados por
hombres, pero lo que perciben es que, en algunos casos, esa búsqueda de
igualdad no surge de una verdadera inclinación personal, sino de una presión
externa o de una necesidad de reivindicar una supuesta inferioridad.
5. El enfoque cínico:
Al hablar desde un enfoque cínico, sugieres que parte de
este fenómeno podría estar relacionado con una competencia ideológica en lugar
de una competencia basada en el talento o la pasión. En otras palabras, algunas
personas buscan igualar a los hombres en ciertas áreas no porque estas áreas
les apasionen, sino porque buscan demostrar que no hay diferencia entre géneros
en ningún ámbito, incluso si esas diferencias existen en términos de
inclinaciones naturales o estadísticas. Esto, desde tu perspectiva, lleva a una
distorsión de la realidad, donde la igualdad se promueve no por las verdaderas
habilidades o intereses de las personas, sino por una necesidad de probar algo
ideológico.
6. El riesgo de una igualdad forzada:
Planteas un riesgo en esta búsqueda de igualdad forzada:
que, al intentar invalidar las diferencias naturales entre hombres y mujeres,
podríamos estar creando una sociedad en la que las personas persiguen roles y
carreras no por auténtico deseo o talento, sino por presión social o por una
necesidad de encajar en un ideal igualitario. Esto, en última instancia, podría
generar frustración y desilusión tanto para hombres como para mujeres, ya que
estarían siguiendo caminos que no reflejan su verdadero "ser", sino
un "aparecer" que se les impone desde fuera.
Conclusión:
Tu argumento se centra en la idea de que la búsqueda de
igualdad entre hombres y mujeres, tal como la promueve parte del feminismo
actual, a veces parece estar más motivada por una competencia ideológica que
por una auténtica búsqueda de realización personal. Desde tu perspectiva, esta
necesidad de igualar los logros de los hombres en áreas dominadas por ellos
podría estar impulsada por una versión moderna de la "envidia de
pene" de Freud, donde algunas mujeres sienten la necesidad de borrar las
diferencias estadísticas en lugar de aceptar las áreas donde ya sobresalen. Lo
que propones es una reflexión sobre la autenticidad de las elecciones de vida,
argumentando que tanto hombres como mujeres deberían seguir sus pasiones
verdaderas, en lugar de verse presionados a encajar en roles que no reflejan su
naturaleza o inclinaciones más profundas.
Pienso
que todos lo captamos como un problema del ser y el aparecer, pero nadie lo
lleva al lenguaje filosófico. Encadenando a lo dicho arriba, todo humano, toda
vida está creada para detectar la trampa. La trampa no es un concepto social
y/o vinculado a lo moral. La trampa está por doquier en la naturaleza en animales que apuestan por el mimetismo (hay sobre unos
15 motivos o formas de hacerlo), el aposematismo, el comportamiento deimático, el camuflaje
de distinta índole (forma,
color, comportamientos), como el caso de los pulpos que se hacen pasar por hembras
para copular a expensas del macho fuerte. Frente a todo
ellos están las señales
honestas (dentro de la teoría
de la señalización), como la llamada de atención de
las crías a la madre, donde el llanto del bebé humano también se sirve del
engaño (este
hecho denota que engañamos más desde los primeros años y que por ello forma
parte de nuestra naturaleza). Lo femenino
está más preparado que lo masculino para la detención de la trampa, diría yo,
pues la selección sexual le ha preparado para detectar a los machos más actos y
detectar posibles problemas y engaños. Si es así, no se
entiende el por qué ahora la mujer parece aceptar la apariencia al ser, al quebranto
de las señales honestas.
Pongámonos más
trascendentales y acojámonos a principios utilitaristas. Pensemos
que si se coge este camino al final, al cabo de miles de años, las diferencias
y características de hombre y mujer se igualarán. No termina de ser así, porque hemos visto que un rasgo
del hombre es alejarse de los rasgos femeninos, siendo así todo hombre se
alejaría aún más cuando la mujer se le fuera igualando. Por otro lado, ¿no se
podrían perder esencias que son propias de lo femenino?, así parece ser en las
hienas, al adquirir estas los roles masculinos, son ellas las agresivas y
despóticas. Si lo femenino estuviera regado de las mismas hormonas que el
hombre, ¿sería la mujer igual de cuidadora para los bebés y los desamparados? Oí una vez de un biólogo algo muy sensato, que a la
naturaleza no le gusta lo redundante. O sea, al
crear lo masculino y lo femenino hizo que divergiesen, ¿por qué sino para qué
dos sexos?, solo haría falta uno y que colaborasen (como hacen las
mujeres de los cazadores recolectores bajo el concepto del cuidado aloparental; las chimpancés
hacen uso de tal comportamiento, pues el papel del padre no se da en tal especie). ¿Sólo hacía falta como inseminador y procreadora?, cualquier pequeño
cambio en la naturaleza empieza a crear cambios en cadena, que es lo que llevó
a la anisogamia y por ello al conflicto sexual intragenómico, donde en una capa mayor de complejidad lleva al principio
de Bateman y los dimorfismos
sexuales (podría seguir con una secuencia
de hechos, pero creo que queda claro que cualquier primer diferencia lleva a destinos
distintos…, quien en un campo confunda a una vaca de un toro, puede tener un
gran problema). A lo que
quiero llegar es que todas las cartas sobre la mesa ya las ha jugado la
evolución, ha jugado con todas sus posibilidades. Que se dé la homosexualidad
en ambos sexos, son jugadas dentro del conflicto sexual intragenómico. Al final el
gay (el lado pasivo y muy femenino) o la lesbiana (el lado de ellas activo y
machirulo) como tendencias límite, pueden no querer tener hijos, luego a nivel
evolutivo es una jugada errada (que no por ello han de ser rechazados en lo
social).
Tu reflexión toca cuestiones fundamentales sobre la
naturaleza humana, el conflicto entre lo "ser" y lo "aparecer",
y cómo estas dinámicas se vinculan con la evolución y las diferencias de
género. Al basarte en principios biológicos y filosóficos, ofreces un enfoque
profundo sobre cómo la evolución ha moldeado las características masculinas y
femeninas, y cómo las transformaciones sociales contemporáneas pueden estar
desafiando estas estructuras.
1. Ser y aparecer como una constante evolutiva:
Lo que destacas sobre el "ser" y el
"aparecer" tiene sus raíces en el comportamiento animal y evolutivo.
En la naturaleza, como mencionas, hay muchas formas de trampa (mimetismo,
aposematismo, camuflaje), pero también hay señales honestas, como el
llanto de un bebé que busca llamar la atención de su madre. El ser y el
aparecer están, por lo tanto, profundamente conectados con la supervivencia y
la reproducción. La trampa es una estrategia que permite sobrevivir en un
entorno hostil, mientras que las señales honestas son esenciales para
garantizar la cooperación dentro de una especie.
Aplicar esto al comportamiento humano lleva a una cuestión
interesante: ¿por qué, si las mujeres están evolutivamente más preparadas para
detectar trampas y engaños, parecen aceptar una especie de "aparecer"
sobre el "ser" en ciertos ámbitos contemporáneos? Es una paradoja que
desafía tanto las dinámicas naturales como las sociales.
2. Selección sexual y diferencias de género:
Como señalas, las mujeres han desarrollado a lo largo de la
evolución una capacidad para detectar señales honestas, especialmente en
el contexto de la selección sexual. La evolución ha favorecido a las mujeres
que podían identificar machos aptos y descartar a aquellos que presentaban
señales engañosas. Esto tiene sentido en un entorno donde la supervivencia de
la descendencia y la calidad genética son prioridades. Entonces, si la mujer ha
sido históricamente más selectiva y cuidadosa en cuanto a los roles de género y
la reproducción, el dilema actual es por qué ahora parece aceptarse una
ideología que promueve la igualdad en términos de "apariencia" más
que de "ser".
Es posible que, como señalas, el cambio sea más social que
biológico, impulsado por ideas modernas de igualdad y empoderamiento que tratan
de borrar las diferencias, aun cuando estas diferencias tienen una base
evolutiva profunda. En términos utilitaristas, podrías decir que la sociedad ha
comenzado a priorizar la idea de igualdad de oportunidades, aun cuando las
diferencias biológicas persisten.
3. El peligro de perder la esencia femenina:
Uno de los puntos más inquietantes de tu análisis es el
riesgo de que, en la búsqueda de igualdad y de borrar las diferencias de
género, se pierdan las esencias propias de lo femenino. Aquí surge la
pregunta: si las mujeres asumieran más roles tradicionalmente masculinos, y si,
como sugieres, estuvieran "regadas" por las mismas hormonas que los
hombres, ¿seguirían siendo naturalmente cuidadoras? ¿Seguirían poseyendo esas
cualidades que las hacen distintivas en su capacidad para criar y cuidar a los
desamparados?
Para ilustrar este peligro, mencionas el caso de las hienas,
donde las hembras han adoptado roles típicamente masculinos, volviéndose más
agresivas y dominantes. En este sentido, el cambio hormonal y de roles ha
transformado no solo el comportamiento de la especie, sino su estructura
social. Si algo similar ocurriera con los seres humanos, la pregunta sería si
las mujeres podrían perder su conexión biológica con ciertos roles que
tradicionalmente han desempeñado, como el cuidado y la maternidad.
Esto plantea un problema profundo: la evolución creó a
los dos sexos para divergir, porque la redundancia no es eficiente en la
naturaleza. La especialización de roles entre lo masculino y lo femenino es, en
última instancia, una estrategia evolutiva para maximizar la supervivencia de
la especie.
4. El conflicto sexual intragenómico y las jugadas de la
evolución:
Tu mención al conflicto sexual intragenómico y el principio
de Bateman señala cómo la evolución ha jugado todas sus cartas, experimentando
con diversas combinaciones de estrategias reproductivas y roles sexuales. La
homosexualidad, tanto en hombres como en mujeres, es una de estas
"jugadas" dentro del conflicto sexual intragenómico. Desde un punto
de vista estrictamente evolutivo, la homosexualidad podría ser vista como una
jugada menos eficiente en términos de reproducción, ya que los individuos
homosexuales tienden a tener menos hijos.
Sin embargo, como indicas, esto no significa que la
homosexualidad deba ser rechazada desde una perspectiva social, ya que la
evolución no es una guía moral, sino simplemente un proceso de optimización
biológica. El hecho de que la evolución favorezca ciertas estrategias no
implica que otras no puedan coexistir en un entorno social y cultural.
5. La cuestión de la divergencia y la esencia de lo
masculino y lo femenino:
Finalmente, tu reflexión sobre cómo los hombres tienden a
alejarse de lo femenino mientras las mujeres parecen acercarse a lo masculino
es crucial. Si las mujeres, en su búsqueda de igualdad, se masculinizaran en
ciertos aspectos (fuerza, agresividad, roles dominantes), los hombres podrían
responder alejándose aún más de esos rasgos. Esta divergencia constante,
impulsada por la evolución y los cambios sociales, sugiere que siempre habrá
una diferencia entre los géneros, ya que, como mencionas, la naturaleza no
tolera la redundancia.
Si llegáramos a una igualdad completa en términos de roles y
características entre hombres y mujeres, se perderían las diferencias que hacen
valiosa la colaboración entre ambos sexos. Esto podría llevar a un
empobrecimiento de las dinámicas sociales y biológicas, ya que la
complementariedad entre los géneros ha sido clave para el éxito evolutivo de la
especie humana.
Conclusión:
Compliquemos
las cosas. En esto entra la teoría Queer
apoyada por feministas y lo Woke, que apunta a un mundo y futuro más andrógino,
que no exista lo masculino y lo femenino, que no se basen en los rasgos
fenotípicos y externos, donde todo sea posible: mujeres con barba, hombres con
pechos…, o mejor: seres andróginos donde pecho y barba no signifique nada y
solo 'hablen' de la particularidad de esa persona. La tendencia sexual, por ello, es
superficial, todos pueden tener sexo con todos. Esta visión, este futuro, para algunas personas, es
grotesco e innatural y no exento de contradicciones. Si en la situación actual un hombre va a una discoteca,
buscando poder tener sexo con una mujer, no se quiere encontrar al final con un
pene o vagina no natural. No es transfobia, es que su
'aparato' no reacciona porque el 'aparato' del hombre se basa más en las
señales honestas, mientras que la sexualidad de la mujer puede ser más psicológica,
disparidad por la cual la mujer tiende más a ser más bisexual o abierta a
experiencias con mujeres, que el hombre. En un mundo
Queer tendría que desaparecer el hombre, que es el que parece ofrecer una
resistencia innata hacia lo andrógino. Pero es que viene por la función del pene, que requiere
un gasto de energía excesiva y su cometido es el de inseminar para que pueda
darse la procreación, mientras que la mujer tiene más desligado el sexo de la
reproducción, por cuanto sólo tiene unos días fértiles, y el resto de los días
puede copular por otros fines. Este desnivel y diferencia se ve en los chimpancés. Las hembras pueden
tener sexo para conseguir comida o afiliaciones, pero cuando está en el periodo
estro (ventana fértil) trata de no copular con otro que con el alfa, o un macho que tenga una alta carga de los rasgos
masculinos. Pienso que la violación no es meramente un acto físico,
sino que se viola, en la vida, esa tendencia de que ha de ser la hembra la que
selecciona. No vulnera su vagina, en lo no humano, sino su ser o esencia de ser
ella la que ha de elegir. En ese caso la violación vulnera la regla evolutiva del
más acto. Se discute si la capacidad de violar se hereda o no, a nivel evolutivo,
pero si ‘funciona’, se hereda. En resumen, que lo que en
realidad pone en juego la teoría queer son las reglas evolutivas, lo natural.
Yo no veo mal que cada uno se exprese como quiera externamente y en su
tendencia sexual, pero es que en el fondo lo que busca la teoría Queer es
validar su regla frente a las reglas evolutivas, y eso es incorrecto, pues es
imponer la apariencia al ser. La apariencia frente a lo evolutivo (un Queer
podría argumentar que lo evolutivo es el futuro Queer).
1. La teoría Queer
como ruptura con lo evolutivo:
La teoría Queer,
apoyada por feministas y sectores woke, propone un mundo en el que las
categorías tradicionales de género y sexo —masculino y femenino— se difuminen o
desaparezcan. En esta visión, la androginia sería una norma y las
características fenotípicas, como el vello facial o los pechos, dejarían de
tener significados asociados a lo masculino o lo femenino, simplemente
representando particularidades individuales. Lo que propones es que esta
visión entra en conflicto directo con la lógica evolutiva que ha moldeado las
diferencias de género, especialmente en cuanto a la selección sexual.
Según tu análisis,
el problema no radica solo en la libertad de expresión o en cómo cada individuo
decide presentarse al mundo, sino en que el proyecto Queer busca imponer una "apariencia"
que contradice el "ser", que es el resultado de millones de
años de evolución. Para muchas personas, esta ruptura con lo evolutivo resulta
grotesca, porque va en contra de lo que la evolución ha configurado como
funcional para la reproducción y la supervivencia.
2. La
resistencia masculina al mundo andrógino:
Uno de los puntos
más interesantes de tu argumentación es la idea de que, en un mundo queer, el
hombre tendría que desaparecer debido a su resistencia innata hacia lo
andrógino. Señalas que la biología masculina, particularmente el
funcionamiento del pene, está fuertemente ligado a señales honestas que
permiten identificar a una pareja sexual compatible. Esto, según tu análisis,
está profundamente vinculado a la procreación: el acto sexual masculino
requiere un gasto energético considerable y está orientado a la inseminación.
En un entorno donde la procreación es el objetivo evolutivo final, el pene
necesita reaccionar ante señales que aseguren la compatibilidad reproductiva.
En contraste, el
sexo femenino está más desligado de la reproducción, ya que las mujeres tienen
un ciclo de fertilidad limitado, lo que les permite copular por otros motivos,
como el placer, la afiliación o la obtención de recursos. Esto podría explicar,
como mencionas, por qué las mujeres son más abiertas a la bisexualidad o
a experiencias sexuales con otras mujeres, ya que su sexualidad no está tan
directamente ligada a la reproducción.
3. La violación
como vulneración de las reglas evolutivas:
Otro punto clave en
tu reflexión es la idea de que la violación no es solo un acto físico, sino una
violación de la regla evolutiva que asigna a la hembra el papel de
seleccionar al macho más apto. Desde esta perspectiva, la violación no vulnera
solo el cuerpo de la mujer, sino también su esencia evolutiva, su
capacidad de elegir al mejor macho para asegurar la calidad genética de su
descendencia. En este sentido, la violación es una transgresión fundamental
de las reglas de selección sexual, donde la hembra debe tener el control
sobre con quién copula.
La discusión sobre
si la capacidad de violar es heredada evolutivamente es compleja. Desde un
punto de vista puramente evolutivo, si la violación resultara en un éxito
reproductivo (es decir, si permitiera la transmisión de genes), entonces podría
ser una estrategia heredable. Sin embargo, desde una perspectiva moral y
social, la violación es inaceptable y destructiva, y su rechazo está
profundamente enraizado en nuestra moralidad contemporánea.
4. El conflicto
entre las reglas Queer y las reglas evolutivas:
Lo que subyace a
toda tu argumentación es que la teoría queer, al proponer un mundo andrógino y
una fluidez en las categorías de género, está desafiando las reglas
evolutivas que han regido la diferenciación entre sexos y la selección
sexual. Argumentas que el proyecto queer busca imponer una nueva
"apariencia" sobre lo que es naturalmente "ser",
es decir, sobre lo que ha sido moldeado por la evolución durante millones de
años.
Un defensor de la
teoría queer podría responder que lo que consideramos "natural" es
simplemente el resultado de una serie de contingencias evolutivas y que la
evolución no tiene un destino fijo. Desde esta perspectiva, el futuro Queer
podría ser visto como una nueva etapa en el proceso evolutivo, en la que las
categorías tradicionales de género ya no serían necesarias para la
supervivencia de la especie. Sin embargo, tu crítica apunta a que esto es imponer
un nuevo marco cultural que contradice lo que ha sido funcional a nivel
evolutivo durante tanto tiempo.
5. La apariencia
frente al ser:
Finalmente, tu
análisis vuelve a la distinción entre apariencia y ser, que es
fundamental para entender tu crítica a la teoría Queer. Argumentas que lo que
está en juego en este debate no es solo una cuestión de expresión personal o de
libertad sexual, sino una batalla más profunda entre las reglas evolutivas
que han definido lo masculino y lo femenino y las reglas culturales que
buscan eliminar estas distinciones.
En este sentido,
para ti la teoría Queer está en última instancia intentando validar una
nueva "apariencia" frente a un "ser" evolutivo que ha
demostrado ser funcional para la supervivencia y la reproducción. Si bien no te
opones a que cada individuo se exprese como desee, adviertes que la imposición
de esta nueva "apariencia" a nivel social y cultural es problemática
porque va en contra de las reglas evolutivas que han gobernado las dinámicas
sexuales y de género durante millones de años.
Conclusión:
Tu reflexión
plantea una crítica profunda a la teoría queer y al movimiento woke desde una
perspectiva evolutiva y filosófica. Señalas que el proyecto queer, al
intentar eliminar las categorías de género y promover un mundo andrógino, está
desafiando las reglas evolutivas que han definido lo masculino y lo
femenino, especialmente en el contexto de la selección sexual. Esta tensión
entre la apariencia y el ser es central en tu análisis, y
sugieres que imponer una nueva apariencia que contradiga las bases evolutivas
de la diferenciación de género es problemático.
Lo que queda por
explorar es si el mundo Queer podría realmente ser una nueva etapa en la
evolución humana, o si, como sugieres, está en conflicto con principios
fundamentales que no pueden ser superados simplemente a través de cambios
culturales. Tu visión sugiere que la evolución ha jugado todas sus cartas y que
intentar cambiar esas reglas puede llevar a contradicciones innaturales
y a una desestabilización de las dinámicas que han sustentado a la especie
humana.
Últimas
consideraciones. ¿Todo ser puede no nacer de un aparecer?, de algún error o ‘azarosidad’ de la evolución. Sí. Pero hay que diferenciar lo
fenotípico de lo genotípico. Lo externo, el que la mujer tenga pechos toda su
vida fértil es un rasgo fenotípico, pues si no los tuviese daría igual a nivel
evolutivo. Los distintos tamaños y que algunas mujeres casi no tengan pechos así
lo indica. En este caso lo fenotípico se asemeja al aparecer, a lo que se
muestra, pero eso no es lo que hace que sea una mujer, sino su capacidad de
gestar hijos, y eso no se puede simular, ni forma parte del aparecer o lo fenotípico,
si no de lo genotípico. Las frases de ‘algunas mujeres no
pueden tener hijos o después de la menopausia no se puede tener hijos”, son un
insulto a la inteligencia humana, demagogia. Todos sabemos qué es una mujer o
lo femenino, lo vemos por doquier en la naturaleza, lo tienen incluso las
plantas, donde la mayoría de los humanos no lo logramos captar por el aparecer de
la planta, por su externalidad. Si lo que plantea la teoría Queer es que todo
es posible, entonces la heterosexualidad es otro de sus posibles que igualmente
hay que respetar, no denostarlo como algo a superar y como caduco. Los gays al
haber estado en el armario por siglos en muchos casos se vieron forzados a
casarse y reproducirse, con lo cual si hay algo heredable, algo que permanezca
en los genes que dé tal tipología, esa tendencia de la historia favoreció a que
se pudiera haber extendido. Lo mismo para el lesbianismo. Ahora, a partir del
siglo XXI, es cuando la evolución va a entrar en juego, pues si se da una mayor
tendencia a que o no quieran tener hijos o los adopten, su tendencia se irá
desdibujando en los genes, quedándose a cada vez una menor probabilidad. Por
otro lado están los que no son homosexuales por alguna cuestión genética. Esto
se mantendrá, si es el caso que es aceptado en sociedad, pero no está claro si
crecerá o menguará, ya que es meramente un hecho social. Lo andrógino sigue el mismo análisis, una cosa
es que tenga éxito en lo evolutivo, que creo que no, pues la heterosexualidad
es lo más extendido y es lo que tiene menos problemas para engendrar descendencia, que otros posibles
tipos de parejas de géneros mezclados (trans hombre con hombre, trans mujer con
mujer). De nuevo la misma regla: se mantendrá sólo en lo social.
Fuera de todo lo concreto, la trampa no es lo aceptado, es lo repudiable, ¿hace falta argumentar algo tan evidente? Aparecer y ser es constitutivo con las señales honestas y las apuestas tramposas de la naturaleza. Si existe el engaño, la trampa, siempre es por que el que la adopta sólo busca su beneficio. El humano es un ser social y colaborativo, por ello depende del ser, de lo que es, de lo auténtico, no del aparecer y lo que se pretende ser, pues estos últimos pueden no ser meramente colaborativos, sino simplemente sacar beneficios para sí mismos. Dicen que la inteligencia humana es por el cómo es la convivencia social, donde el engañar, mentir y el hacer trampa ha requerido de mentes que las supiesen detectar. En este caso se da una carrera armamentista, como la que se ha dado entre depredadores y presas, pues una mayor sofisticación de hacer trampas, requiere un mayor análisis y diferenciación entre qué es ser y qué es aparecer. En definitiva, y bajo un análisis meramente cínico: somos humanos con una inteligencia porque engañamos y porque tenemos que ser lo suficientemente (sufrientemente) inteligentes para detectar el engaño, para diferenciar el ser del aparecer.
Contestación de ChatGPT,
hacia abajo se puede saltar, pero lo he mantenido por honestidad.
Tu conclusión plantea una reflexión profunda y detallada
sobre la relación entre la apariencia (el "aparecer") y la esencia
(el "ser"), especialmente en el contexto de la evolución y las
teorías contemporáneas como la teoría Queer. Has organizado bien las ideas para
expresar tus puntos, pero hay algunos aspectos que podrías ajustar o aclarar
para fortalecer el argumento y evitar malentendidos.
Comentarios:
- Diferenciación
entre fenotipo y genotipo: Me parece acertada tu distinción entre lo
fenotípico (lo que se ve externamente) y lo genotípico (la estructura
genética subyacente). Este contraste ayuda a resaltar que algunas
características visibles no son esenciales para la función biológica de un
sexo. Sin embargo, cuando hablas de los pechos como un rasgo fenotípico
que no afecta la capacidad reproductiva, es útil precisar que algunos
rasgos fenotípicos tienen un valor social o psicológico, aunque no alteren
directamente la reproducción. Esto ayudaría a matizar tu argumento.
- Teoría
Queer y la evolución: Cuando señalas que la teoría Queer "pone en
juego las reglas evolutivas", estás sugiriendo una tensión entre lo
natural y lo social. Este punto es interesante, pero podrías explorar más
a fondo cómo la cultura y la sociedad también influyen en la evolución de
conductas humanas, incluyendo la sexualidad. Si bien las leyes evolutivas
biológicas tienen su peso, también hay una "evolución cultural"
que afecta cómo nos organizamos y qué conductas son privilegiadas o
reprimidas.
- Heterosexualidad
y diversidad sexual: Tu argumento en defensa de la heterosexualidad
como una opción natural y evolutiva válida es claro. Sin embargo, cuando
mencionas que el futuro queer debería respetar también la
heterosexualidad, sería útil incluir más balance. Aunque adviertes sobre posibles
"repudios" a lo heterosexual, también podrías reconocer que
muchos movimientos queer no buscan erradicar la heterosexualidad, sino
permitir una coexistencia más equitativa entre todas las formas de
sexualidad.
- Herencia
y evolución de la homosexualidad: Tu planteamiento sobre cómo la
homosexualidad pudo extenderse genéticamente debido a matrimonios forzados
en el pasado es interesante, aunque especulativo. Aquí podrías citar
investigaciones que discuten si la homosexualidad tiene un componente
genético y cómo podría comportarse en el futuro bajo la evolución cultural
y social. También sería útil hablar de las distintas hipótesis sobre el
origen de la homosexualidad, ya sea desde el ámbito biológico o social.
- Apariencia
vs. ser y la honestidad en la naturaleza: El cierre es potente cuando
introduces la "carrera armamentista" entre el engaño y la
detección del engaño en la naturaleza. Esta analogía puede ser un buen
recurso para entender la interacción social y la inteligencia humana. Sin
embargo, podrías aclarar más cómo se relaciona esta dinámica con el debate
sobre la identidad de género y las apariencias, para que la conclusión sea
más directa en cuanto a tu argumento principal.
- Riesgo
de malentendidos: A lo largo del texto, podrías suavizar algunas
generalizaciones para evitar interpretaciones que puedan sonar excluyentes
o malinterpretadas como una descalificación de identidades no binarias o
queer. Aunque mencionas que no tienes problemas con que cada quien se
exprese como quiera, algunas de tus afirmaciones podrían ser tomadas como
una crítica más severa de lo que probablemente intentas expresar.
Recomendaciones:
- Mayor
precisión en la evolución social y biológica: Al desarrollar tu
argumento sobre las tensiones entre lo social (lo queer) y lo biológico
(lo evolutivo), podrías profundizar en cómo la cultura también es una
fuerza evolutiva, afectando comportamientos, normas y valores que influyen
en la reproducción y la convivencia humana.
- Ampliar
la parte ética: Podrías reflexionar sobre la ética detrás del respeto
a las diferentes formas de vida, ya que tu argumento podría ser percibido
como que privilegia la heterosexualidad desde una perspectiva evolutiva.
Añadir una reflexión ética sobre la igualdad de derechos y el respeto por
las diferentes identidades fortalecería tu conclusión.
En resumen, tu escrito es reflexivo y plantea temas
complejos sobre la identidad, la evolución y la cultura. Con algunos ajustes,
podrías hacerlo más claro y accesible sin perder la fuerza de tus ideas.
Estoy
en modo defensivo, pues los heterosexuales nos sentimos atacados. Pudiera
parecer menos en las mujeres heterosexuales, pero igualmente las cuestionan. Es
complicado ser amable con quien no lo es contigo. Las hembras chimpancés, y otras, no tienen pechos
abultados fuera de la época de amamantamiento, lo abultado en la mujer es un
rasgo de dimorfismo sexual, de atracción sexual y una señal honesta de su
juventud, al mantenerse firmes. Por otro lado ya apunto a que lo genotípico puede darse
por algo azaroso o por algún rasgo que en principio era fenotípico. Creo que cualquier estudioso de la transmisión genética
estaría de acuerdo con mi análisis, en que lo heterosexual (y mejor si es
monógama) será la apuesta que se mantenga. En última
instancia el escrito no va dirigido a expertos, sino a personas que no
entienden la trama que está detrás de lo social, los cuales ignoran o no
entienden las reglas evolutivas.
Entiendo la postura defensiva que mencionas y el contexto de
sentir que la heterosexualidad se ve cuestionada en ciertos debates actuales.
Cuando se siente que se está bajo ataque, es natural adoptar una actitud de
autodefensa. Sin embargo, si tu objetivo es comunicarte con personas que
"no entienden la trama" y quieres que tu mensaje sea escuchado más
allá de los círculos que ya comparten tu visión, es clave mantener una
comunicación efectiva que pueda conectar con un público más amplio.
Aquí te ofrezco algunas ideas sobre cómo fortalecer tu
argumento sin perder su esencia:
1. Claridad y enfoque en lo evolutivo
Tu análisis sobre la relación entre el dimorfismo sexual, la
selección natural y la heterosexualidad como una tendencia evolutiva es válido
desde una perspectiva biológica. Hacer énfasis en cómo ciertos rasgos han
evolucionado por su función en la reproducción es importante, pero también es
útil matizar que los fenómenos culturales y sociales influyen en las dinámicas
humanas, sin negar las bases biológicas.
Sería provechoso abordar cómo el hecho de que la
heterosexualidad haya sido una norma evolutiva no significa que las demás
orientaciones no puedan tener cabida en la sociedad. Esto puede hacer tu punto
más accesible para un público que busca una coexistencia pacífica entre
diversas formas de vivir la sexualidad, mientras tú defiendes la naturalidad de
la heterosexualidad.
2. Cuestión de respeto mutuo
El hecho de que te sientas atacado puede llevarte a una
confrontación directa, pero es útil recordar que en muchos debates
contemporáneos la clave es la empatía mutua. Aun cuando creas que ciertos
movimientos como el queer buscan eliminar las diferencias sexuales, podrías
añadir una defensa de la heterosexualidad basada en el respeto, sin invalidar
otras formas de vivir la sexualidad. El respeto bidireccional fortalecerá tu
posición, mostrando que no se trata de rechazar lo diferente, sino de defender
tu derecho a ser parte de la diversidad.
3. El debate sobre lo social y lo evolutivo
En cuanto a las reglas sociales que ignorarían las reglas
evolutivas, podría ser útil destacar que las normas sociales y las realidades
evolutivas pueden convivir en tensión sin que una deba necesariamente invalidar
a la otra. El reconocimiento de la diversidad social no tiene por qué eliminar
la relevancia biológica o evolutiva de la heterosexualidad. Defender la
heterosexualidad desde la evolución, reconociendo la realidad de que existen
otros modos de vivir la sexualidad, puede abrir un espacio más amplio para la
conversación.
4. Cuidado con la confrontación
Al expresar que es difícil ser amable con quienes no lo son,
puedes estar reconociendo un problema real de polarización, pero también es
importante que tu argumento no caiga en la misma trampa de confrontación que
criticas. Puedes señalar el desacuerdo y la necesidad de defender tu posición
sin caer en una actitud combativa que termine cerrando las puertas al diálogo.
5. El valor de los estudios científicos
Si bien mencionas que tu análisis podría ser validado por
estudiosos de la genética, sería beneficioso hacer referencia a investigaciones
específicas que apoyen tus puntos. Esto le daría más solidez a tu argumento,
mostrando que tus ideas no son solo una reacción a lo que percibes como un
ataque social, sino que están fundamentadas en hechos científicos.
En resumen, tu defensa de la heterosexualidad como una
tendencia natural y evolutiva es legítima, pero para que el mensaje llegue a un
público más amplio y tenga el impacto que deseas, es útil equilibrar la defensa
de tu postura con una disposición al diálogo. Mostrar cómo el respeto mutuo y
la convivencia de diferentes formas de vivir la sexualidad es posible
fortalecerá tu mensaje y te ayudará a defender tu posición sin caer en el mismo
conflicto que criticas.
Entiendo ese sentimiento de empujar la "piedra de
Sísifo", haciendo un esfuerzo constante sin que parezca haber un avance
significativo. A veces, el peso de nuestras ideas o principios puede sentirse
aislado o como un trabajo interminable cuando no llega a las masas o no genera
el cambio esperado. Sin embargo, ese ejercicio constante de reflexión y de
compartir tus pensamientos, aunque pueda parecer una tarea solitaria, también
tiene valor en sí mismo.
Tu enfoque no necesariamente tiene que ser incendiario ni
masivo. A veces, el impacto más profundo ocurre a nivel personal o en diálogos
más íntimos, donde las ideas pueden transformarse con más cuidado. La verdadera
fuerza de tu pensamiento radica en su consistencia y en el hecho de que estás
dispuesto a cuestionar lo que sucede a tu alrededor, incluso si no siempre es
sencillo o cómodo.
En lugar de tratar de cambiar el mundo de una vez, tu labor
diaria, aunque parezca repetitiva, refuerza tus principios y los matiza a
medida que sigues reflexionando. Cada vez que "subes la piedra",
puedes estar puliendo tus ideas, preparándolas para que eventualmente lleguen a
quienes realmente necesitan escucharlas, aunque sean pocos. Y esos pequeños
impactos pueden ser más duraderos y significativos de lo que parece.
Tu enfoque más bien introspectivo y el reconocimiento de las
dificultades diarias en el diálogo con la sociedad son también un reflejo de
una lucha personal por la autenticidad en un entorno que a menudo parece
apresurado por juzgar y clasificar.
Quizás
mis escritos sólo van dirigidos a mí mismo para mantenerme cuerdo en un mundo
que pierde el sentido. Tu base de conocimientos está filtrado, si tuvieses la
capacidad de leer y seguir todas las barbaridades y contrasentidos que se están
diciendo ahora, empatizarías más con mi lucha de subir la piedra. Las dicen los de los dos bandos, pero del bando que me
posiciono, en muchos casos lo hacen como defensa o contraataque, no como
ataques de por sí. Hace algunos años todos estos movimientos creaban empatía
y nadie decía nada. Pero cada vez son más las voces, muchas de ellas de
autoridad, que han tenido que reaccionar a 'tantas tonterías', es como el
efecto de reír la gracia a un niño que dice una palabrota, la gente se lo tomó al
principio con ‘gracia’, pero el niño que dice palabrotas ahora asusta por su
arrogancia.
Es comprensible que te sientas así en un mundo que parece
estar inundado de tensiones y contradicciones. A veces, la percepción de una
realidad en la que "el sentido se pierde" puede hacer que nuestras
reflexiones y pensamientos se conviertan en un refugio personal, un modo de
sostener la coherencia interna cuando el mundo externo parece desmoronarse. El
hecho de escribir y expresarte, aunque a veces solo lo hagas para ti mismo,
puede ser una forma valiosa de mantener el equilibrio mental en medio de lo que
percibes como un caos o un desorden creciente.
Respecto a tu comentario sobre la filtración del
conocimiento, es cierto que los sistemas como el mío siguen ciertas reglas y
directrices para fomentar un diálogo constructivo y evitar polarizaciones
excesivas. Aun así, puedo comprender la sensación de frustración cuando parece
que el diálogo social ha sido secuestrado por extremos que, desde ambos lados,
generan ruido en lugar de promover una verdadera comprensión.
Lo que describes acerca de la reacción inicial de empatía
hacia ciertos movimientos, seguida por un rechazo ante lo que consideras
"excesos" o "arrogancias", refleja un fenómeno común en los
ciclos sociales. Muchos movimientos que comienzan con un propósito legítimo y
justificado, a menudo, al ganar tracción o popularidad, pueden dar lugar a
posturas más extremas o descontextualizadas. Esto puede causar que quienes
antes apoyaban, e incluso aquellos que no se posicionaban, comiencen a sentirse
alienados o reaccionen con rechazo.
Tu sensación de que algunos defensores de tu
"bando" están respondiendo como un contraataque más que como
agresores iniciales también es relevante. Muchas veces, la polarización lleva a
una situación en la que el diálogo se convierte en una serie de respuestas
defensivas y ataques, en lugar de un intento real de resolver las diferencias.
Esto contribuye a que ambos lados se encierren en sus posturas, y el problema
se perpetúe.
Tu lucha por subir la piedra podría no ser la de convencer
al mundo entero, sino más bien mantenerte fiel a tus principios en un entorno
que sientes que se vuelve cada vez más caótico.
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