La Falta de Cultura Política y sus Frutos

"Para que le parezca normal lo que hace la mujer de Pedro Sánchez, tienes que haber renunciado a la nefasta manía de pensar." Juan Manuel de Prada

Por estudios se sabe que los votantes de las izquierdas están por lo general peor formados, así como que saben menos sobre los temas políticos, donde en muchos casos no los entienden.

Todas las personas que hayan votado al PSOE (el 30% de España), y puesto que no han castigado a Pedro Sánchez, han validado la amnistía y por ello las decisiones que tome en el futuro, dado que siempre está improvisando y 'cambiando de opinión'. Habrán validado que quizás y si puede, que se duda, pueda investir a Puigdemont en la presidencia de Cataluña, y que si este lo solicita, se haga un referéndum sobre su independencia, aunque no sea determinante. Junts no le va a dejar gobernar, pues en realidad no lo está haciendo, ante el temor de que constantemente no le aprueben sus propuestas o leyes. Pedro Sánchez está en el gobierno sin posibilidades de gobernar. En España la suma de votos de la derecha, en las europeas, darían el gobierno al PP, donde el PSOE no gobernaría con su actual coalición. A vista de tal resultado Pedro Sánchez no salió por la noche para pronunciarse sobre los resultados, donde, según la siempre manipuladas estimaciones de Tezanos, iba a ganar (me reafirmo que no le gusta ni sabe perder, no había forma de sacar ninguna buena noticia de los resultados, pese que por la lógica de su comportamiento se tendría que haber dado un batacazo y eso ya es de por sí una victoria personal, que no para el partido o para España).

Vídeo relevante con el tema actual.

"Yo llamo gobernar a formar un gobierno con el que puedas cumplir lo que has prometido, porque si gobernar consiste en hacer lo contrario que lo que has prometido, de tu propio programa político, eso será otra cosa, pero yo no lo llamo gobernar." García-Page, presidente de Castilla-La Mancha por el PSOE

Las buenas noticias en las europeas es que la extrema derecha no ha avanzado, pero sí lo ha hecho la derecha, habiendo perdido diputados la Izquierda. O sea, cada vez avanza más la derecha o la extrema derecha y va perdiendo terreno la izquierda. Las malas noticias son los resultados de los dos grandes países de Europa: Francia y Alemania, donde en el primero gana terreno la extrema derecha y en el segundo la derecha y la extrema derecha. Macron ha adelantado elecciones legislativas para el final de este mes y una segunda vuelta para principios de julio. Eso no le quita de la presidencia, porque en Francia por un lado está la presidencia y por otro el primer ministro. Pero la noticia es que España, de ganar Le Pen (una mujer de extrema derecha…, y en Italia Meloni, no parece encajar con el machismo que se presupone a la extrema derecha) España estaría aislada al sur con su fuerte inmigración. Esto es…, los gobiernos de Meloni y Le Pen serán menos 'amables' con la inmigración, con lo que más inmigrantes que lleguen a Europa, que sobre todo es por España, se quedarán aquí, cargándose aún más las arcas del Estado en ayudas. Como todos estos procesos son lentos, no se verán los resultados hasta dentro de un año o dos.

Para entender lo que ocurre hoy, hay que entender el pasado. Francia, Bélgica, Holanda y Alemania tenían colonias en África. Hasta 21 países africanos tienen como lengua oficial el francés. Por ello Francia es el principal destino de la inmigración y el que mayor problemas tiene con ella. Esto es una posible explicación, o uno de los factores, de la entrada en el poder de la extrema derecha. De nuevo el karma.

Sea como fuere, lo que se castiga en Europa era la política que se había dado hasta ahora, donde a partir de este momento tendrá que escuchar más a la ciudadanía, sus intereses y sus quejas. Sobre todo en los temas de la inmigración y la Agenda 2030, que tendrá que desacelerar o cuestionarse. La extrema derecha va crear un frente en la que compartir y unirse en los temas que les interesan. Vetando o potenciando aquello que compartan y proponiendo nuevas leyes hacia tales fines. Volviendo a decir, lo ya dicho otras veces, el socialismo de España, tendiendo a lo extremo, se queda bastante aislado. Pedro Sánchez cada vez se encontrará más con enemigos, al ir a Europa. Sobre todo con Meloni y si gana Le Pen. Dentro de un año habrá elecciones generales en Alemania y ganará la derecha, en alianza con la Extrema derecha, quizás. Es posible que los presupuestos europeos del año que viene sean más austeros y ya no se dé ayudas a España. Con el actual estado de cosas en España, con una gran cantidad de ayudas e inmigración (más la legalización de medio millón de inmigrantes), las cosas se empezarán a poner feas para España, sea el gobierno que esté en el país, pues no está muy claro que Pedro Sánchez siga, ya que cada vez se verá más estrangulado por sus difíciles apuestas, por su precaria posición ingobernable.

Me da vergüenza España, o como dijo Unamuno: "me duele España". El año pasado entraron cerca de sesenta mil inmigrantes y se fueron más o menos medio millón de jóvenes preparados, personas en las que todos invertimos en su formación a cambio de personas no cualificadas, y en las que habrá que hacer una inversión para mantenerlos mientras tratan de integrarse. Una cosa es ayudar a los necesitados y otra muy distinta es este suicidio lento y postergado. La mitad del país se ha dejado seducir por la apariencia de un presidente y ha aceptado todo su lenguaje como si fuera la única verdad. La manipulación nunca había funcionado también desde la entrada a la democracia. "El Gobierno gasta 270 millones en publicidad, la segunda cifra más alta en los últimos 14 años", "Sánchez engorda su legión de asesores y bate récords: 785 en el Gobierno y 370 a su servicio". Al evento al que llevó a Begoña Gómez, su mujer, llevó alrededor de una docena de autocares de palmeros y para que la vitoreasen. Todo es fanfarria y exceso sobre su imagen y sus haceres. Se comporta como un césar o caudillo. Los medios de comunicación, a los que se le llama desde la derecha la 'opinión sincronizada', repiten hasta la saciedad sus palabras y consignas. Nunca había tenido tanto éxito en España, desde la entrada de la constitución, el hacer que se odie y se menosprecie a la otra mitad de España. Quien a estas alturas no entienda el cómo se da una guerra civil es que no está muy atento. En parte todo se debe a Cataluña y el País Vasco, porque siempre están en medio de todas las disputas y divisiones, o cuanto menos, a la incapacidad para tratar los problemas de forma unitaria (paradojas: ya hay más personas que hablan árabe que vasco en España, como en el país vasco hay mucho inmigrante, porque los prefieren a los españoles, cada vez serán menos vascos e incluso menos españoles). Los fuertes nacionalismos en España, se dan sobre todo cuando más se marcan los nacionalismos vascos y catalán, a modo de reacción. Siendo radical, preferiría que se separaran para que lo que quedase de España fuésemos todos a una. "Muerto el perro, se acabó la rabia". Si no existiesen los partidos nacionalistas e independentistas, no estaríamos en el actual gobierno de Sánchez (qué poco sentido tiene la existencia de los partidos independentistas…, para el caso, es como si una empresa contratase a una persona, la cual la trataría de hundir). Sin el estado de las autonomías, con la multiplicaciones de gobiernos y de los gastos en parlamentos e instituciones, todo sería más sencillo y mejor. Se destinaría todo ese dinero de manera más óptima y adecuada a otros fines más necesarios. Las malas lenguas dicen que en realidad no se quieren separar, les iría muy mal fuera de la unión Europea, lo que quieren es hacer berrinches para tener favores de Pedro Sánchez. La derecha no les escucha tanto, no se pliega tanto a sus caprichos, no se deja manipular y chantajear tanto (aunque sí se han dado casos).

En azul regiones que han cotado al PP y en rojo, al PSOE, las tres regiones más independentistas, pues sacan fruto a que el PSOE se mantenga.

Carta del poder judicial echando la bronca a Pedro Sánchez por poner en duda el papel de los jueces y sus procedimientos (en su última carta):