La Inteligencia y sus Límites II


Le pedí a ChatGPT que se hiciera un autorretrato -recurre a otros motores, quizás DALL-E-, me dio cuatro imágenes, todas ellas más tendentes a rasgos femeninos (?). Seleccioné este.

 

Nuestras mentes son como fábricas que constantemente producen historias y ficciones que luego se interponen entre nosotros y el mundo, y a menudo nos pasamos la vida interactuando con ficciones que nosotros u otras personas hemos creado, perdiendo completamente el contacto con la realidad.Yuval Noah Harari
Podemos imaginar una sociedad en la que nadie podría sobrevivir como ser social porque no corresponde a percepciones determinadas biológicamente y necesidades sociales humanas. Por razones históricas, las sociedades existentes podrían tener tales propiedades, dando lugar a diversas formas de patología.❞ Noam Chomsky
Detrás de cada acto de altruismo y decencia humana encontrarás egoísmo o estupidez.❞ ❝Somos, de hecho, egoístas hipócritas y tan talentosos para aparentar virtuosismo que hasta cierto punto incluso nos engañamos a nosotros mismos.Jonathan Haidt
El respeto es la fuente de la obligación moral y del sentido del deber: Todo mandato que viene de una persona respetada es el punto de partida de una regla obligatoria Derecho a obedecer la voluntad del adulto. El mal es tener una voluntad propia. Piaget

Conversación con ChatGPT:
  • Cuál es la etimología de inteligencia.

La palabra "inteligencia" proviene del latín "intellegentia", que se compone de dos palabras latinas: "inter" que significa "entre" y "legere" que significa "escoger", "leer" o "seleccionar". Por lo tanto, la palabra "intellegentia" originalmente significaba "capacidad de discernir entre" o "capacidad de elegir entre opcioness". Posteriormente, la palabra evolucionó para adquirir el significado más amplio de "capacidad para comprender y asimilar ideas o conocimientos".

(Alguien ha deducido que ese 'inter' ha de ser en tanto que aquello a lo que llega como conclusión en grupo. Pero indagué en esa dirección y no lo sostiene casi nadie, pero yo no lo descarto, puesto que antes todo era consultado y las decisiones -sobre temas triviales- se tomaban en grupo.)


  • Veo dos 'caminos' distintos, uno como elección y otro como comprensión.

Tiene razón, en realidad la palabra "inteligencia" tiene un origen etimológico que se compone de dos raíces latinas: "inter" que significa "entre" y "legere" que puede ser traducido como "leer" o "escoger". Por lo tanto, el término "intellegentia" inicialmente significaba "capacidad para elegir entre varias opciones".
Sin embargo, con el tiempo, el término "inteligencia" ha adquirido un significado más amplio que incluye la capacidad para comprender y aprender conocimientos. Este uso de la palabra "inteligencia" también se puede rastrear en su origen etimológico, ya que "legere" también puede ser traducido como "comprender" o "asimilar". Por lo tanto, en la etimología de la palabra "inteligencia" podemos encontrar los dos caminos que menciona, uno como elección y otro como comprensión.

('Ligare' como doble significado... ¿se escogía porque se comprendía?, y no se escogía lo que no se comprendía.)

  • En ninguno de ellos se hace alusión a la habilidad para las venas elecciones. O se asume. (Escribí horriblemente mal buenas -venas-, pero la IA entendió el contexto y 'sabía' qué quería decir).

Tiene razón, la idea de la habilidad para hacer buenas elecciones o decisiones no está presente explícitamente en la etimología de la palabra "inteligencia". Este concepto se ha relacionado con la inteligencia a lo largo de la historia debido a que una de las funciones básicas de la inteligencia humana es la capacidad para seleccionar entre diferentes opciones en función de la información disponible.
Sin embargo, es importante destacar que la inteligencia no es lo mismo que la habilidad para tomar buenas decisiones. Aunque la inteligencia puede ayudar a alguien a tomar decisiones informadas, también es posible ser muy inteligente pero tener dificultades para tomar buenas decisiones debido a otros factores, como la emocionalidad o la falta de experiencia en ciertas situaciones.


  • Existe el concepto de inteligencia en otros lenguajes, como los orientales, o algún equivalente.

Sí, en los idiomas orientales, como el chino y el japonés, existen términos que se traducen como "inteligencia", pero estos términos pueden tener matices y significados diferentes a los que tenemos en el idioma español o inglés. En chino, por ejemplo, existe el término "zhì néng" (智能), que es un compuesto de dos caracteres chinos: "zhì" (智), que se puede traducir como "sabiduría" o "conocimiento", y "néng" (能), que significa "habilidad" o "capacidad". Juntos, estos caracteres dan la idea de "habilidad o capacidad para aplicar sabiduría o conocimiento".
En japonés, existe el término "Chiséi" (知性), que es un compuesto de dos caracteres japoneses: "chí" (知), que se puede traducir como "conocimiento", y "sei" (性), que se refiere a la naturaleza o el carácter de una persona. Juntos, estos caracteres dan la idea de "la naturaleza de aquellos que tienen conocimiento".
Es importante destacar que estos términos no son completamente equivalentes a la palabra "inteligencia" en español o inglés, ya que reflejan las diferencias culturales y filosóficas de los idiomas y las sociedades que los crearon.

(Aquí se deduce que en estas culturas la 'inteligencia' estaba más ligada a la memoria -saber acumulado-, que al procesamiento.)


  • ¿Y en otras culturas como la africana, la australiana o la amerindia?

En las culturas africanas, australianas y amerindias se pueden encontrar conceptos que se podrían equiparar con la idea de inteligencia, aunque estos conceptos pueden ser diferentes entre sí y también pueden tener matices diferentes a los que encontramos en las culturas occidentales.
Por ejemplo, en algunas culturas africanas se valora la sabiduría y la experiencia de los ancianos y los líderes tribales, y se utiliza el término "ukweli" en swahili para referirse a la habilidad para discernir la verdad y las mentiras. En algunas culturas australianas, como la cultura Yolngu, la "Djirri" se refiere a la sabiduría, la responsabilidad y la comprensión profunda de los asuntos de la vida, tanto espirituales como mundanos. En algunas culturas amerindias, como la Navajo, se valora la habilidad para tener una relación armoniosa y equilibrada con la naturaleza y se utiliza el término "Hozho" para referirse a la belleza, la armonía y el equilibrio.
Es importante tener en cuenta que estas son algunas de las culturas y conceptos que se asocian con la inteligencia, pero no se puede generalizar para todas las culturas o lenguas del mundo, ya que cada cultura tiene sus propios valores y conceptos que reflejan sus experiencias e historias únicas.

(En el término "ukweli" se ve un atisbo de moralidad, por cuanto nace de la percepción de distinguir el engaño.)

  • Se deduce que en culturas no occidentales inteligencia es tomada como la habilidad para vivir de manera acertada, acumulada por los conocimientos de la vida.

Es posible hacer esa interpretación a partir de los ejemplos que he mencionado, y es cierto que en algunas culturas no occidentales la inteligencia se puede entender de manera más amplia y holística que en las culturas occidentales. En lugar de centrarse solamente en ciertos tipos de habilidades cognitivas o en el conocimiento teórico, estas culturas a menudo valoran la capacidad de las personas para vivir de manera acertada y en armonía con su entorno físico y cultural.
En muchos casos, esta idea de la inteligencia se construye a partir de la experiencia y el conocimiento práctico, y se valora la habilidad de las personas para aplicar ese conocimiento de manera efectiva en diferentes situaciones de la vida diaria. También suelen valorarse características como la sabiduría, la empatía, la intuición y la capacidad para mantener relaciones saludables con otras personas y con la naturaleza.
En resumen, se puede decir que en algunas culturas no occidentales la inteligencia se valora como una habilidad para vivir en armonía y de manera efectiva dentro de un contexto social y natural complejo.


  • Se puede decir que en culturas más ancestrales, o menos técnicas que la occidental, inteligencia estaba más unido a una inteligencia moral?, ¿de vivir de forma sabia en comunidad?

Sí, en muchas culturas más ancestrales o menos tecnológicas que la occidental, la idea de la inteligencia estaba más vinculada a una especie de inteligencia moral o ética que a una habilidad cognitiva puramente racional.
En este sentido, se valoraba la capacidad de las personas para vivir de manera sabia y armónica en comunidad, lo que implicaba tener ciertas habilidades sociales y emocionales, así como un conocimiento práctico y empírico de cómo manejar diferentes situaciones de la vida diaria.
Además, la inteligencia estaba estrechamente relacionada con valores éticos y morales, como la justicia, la empatía, la solidaridad, la fraternidad o la compasión. Estos valores permitían a las personas vivir en armonía con su entorno físico y social, y aseguraban que la comunidad funcionase de manera equilibrada y sostenible a largo plazo.
Por lo tanto, en estas culturas ancestrales, la inteligencia se entendía como una especie de sabiduría moral y práctica que se adquiría a lo largo de toda la vida, a través de la experiencia y de la observación de los mayores y los líderes comunitarios. Era una forma de conocimiento empírico y compartido que se transmitía de generación en generación y que se valoraba por encima de la habilidad para resolver problemas teóricos o abstractos.


• Hay relación entre inteligencia y moral.

La relación entre inteligencia y moral ha sido un tema debatido durante siglos, y no hay una respuesta clara y concluyente a esta pregunta. Por un lado, algunos argumentan que las personas altamente inteligentes son más propensas a ser moralmente mejores, ya que tienen un mayor conocimiento y comprensión de los valores y principios éticos, y tienen más capacidad para tomar decisiones reflexivas y éticas.
Por otro lado, otros argumentan que la inteligencia y la moralidad son dos características distintas y separadas, y que tener un alto coeficiente intelectual no garantiza una mayor moralidad. Algunos estudios han encontrado que las personas altamente inteligentes pueden tener más habilidad para justificar comportamientos inmorales o engañosos, y que la inteligencia también puede ser utilizada para manipular a otras personas.
Además, la relación entre inteligencia y moralidad también puede depender del contexto cultural y social en el que se encuentre la persona. La moral y la ética pueden variar en diferentes culturas y sociedades, y lo que puede ser considerado moralmente correcto en una cultura puede ser considerado inmoral o ilegal en otra cultura.
En resumen, no hay una respuesta definitiva a la pregunta de si hay una relación entre inteligencia y moralidad. Si bien la inteligencia puede estar relacionada con una mayor comprensión de los valores y principios éticos, esto no garantiza necesariamente una mayor moralidad. La relación entre inteligencia y moralidad también puede depender del contexto cultural y social de la persona.


• A lo que quiero llegar es que la inteligencia es o ha de ser sobre todo práctica. Que sirva para vivir, y dado que somos seres sociales y es necesaria una convivencia, unas reglas. Por ello inteligencia en ese sentido es saber conjugar los bienes propios y los sociales. Ni ser tan prosocial que sea perjudicial para uno mismo, ni tan egoísta o egocentrista como para perjudicar lo social. En la antigüedad y la prehistoria uno tenía siempre la mirada del otro para evaluarte y uno no podía ser excesivamente egocentrista, pero en la actual situación social ya no existe tal 'mirada' como para que exista un 'control' moral.

Comprendo a lo que te refieres ahora. En este sentido, la inteligencia práctica (o inteligencia emocional) es importante para poder convivir de manera efectiva con los demás y tener un equilibrio entre los bienes individuales y los sociales. La inteligencia práctica se refiere a la capacidad de entender y manejar nuestras emociones, interactuar bien con los demás, tomar decisiones efectivas y resolver problemas. Implica el desarrollo de habilidades sociales, como la empatía, la comprensión y la autorregulación emocional.
En cuanto a la idea de que la tecnología y la actual situación social no proporcionan un control moral a las personas, es cierto que la ausencia de una mirada social o un control moral externo puede llevar a algunas personas a comportarse de manera egoísta o egocéntrica. Sin embargo, existe la posibilidad de que las personas desarrollen su propia capacidad ética y moral interna, lo que les permitiría tomar decisiones conscientes y considerar los efectos de sus acciones en los demás. Además, los sistemas legales y políticos también pueden jugar un papel importante en la regulación del comportamiento social y la promoción de principios éticos en la sociedad.


Análisis o resumen. A lo que he tratado de llegar, en ambos escritos, es que en la actualidad la idea más admitida de qué es inteligencia es una mirada técnica, científica y racional (medida en las escuelas, exámenes o en el IQ), y por ello sobre todo occidental, pues esa es su andadura desde sus orígenes en la filosofía griega, sobre todo desde, y por, Platón y Aristóteles (afianzada sobre todo con Kant). Mientras que la idea de sabio o el viejo/a sabio/a, como idea ancestral es o era más moral, en tanto que moral proviene de mores o costumbres y estos en tanto que los buenos hábitos para convivir, y por ello nace desde el grupo hacia el individuo. Pero tal 'mirada', la occidental, falla por cuanto que las personas con un alto IQ no suelen ser buenas en habilidades sociales, si bien sí tienen (hasta donde yo sé) una alta moralidad, pero no desde las vísceras, como se suele decir, sino más bien desde la razón y el análisis, por ello suelen ser criaturas kantianas (figura dos, mezclada con la humeana, esta representada en la figura 1) o rawlsianas (figura tres), según la división de Marc D. Hauser.




Libros leídos (aunque los análisis de arriba no tienen que ver nada con ellos):

"La mente moral", de Marc D. Hauser.
"El cerebro moral", de Patricia S. Churchland
"Tribus morales", de Josua Greene
"La mente de los justos", de Jonathan Haidt

(Con la lectura de todos ellos no se es más moral o se saca una conclusión o verdad no cuestionable, sólo te hace percatar de que tal tema es demasiado complejo como para ser reducido a unas pocas reglas imperecederas y esenciales.)

En "la mente moral", Hauser trata de establecer que nacemos con reglas morales innatas que se amoldan a lo social, a la manera que nacemos con la capacidad para el habla y esta capacidad se adapta a cada lenguaje del mundo. La moral tiene, por ello, una 'gramática' universal, pues esta, la gramática, es posible por la deducción de todas las lenguas existentes.

"Tribus morales" se centra en que, dado que esas reglas se adaptan a un grupo específico (tribu), lo primero es la tribu sobre las reglas, y por ello la 'guerra cultural' y que cada lado se crea en posesión de la 'verdad'. Es un análisis a través del cerebro y la evolución de los neuromoduladores y hormonas (dopamina, oxitocina, etc.)

El "cerebro moral" es un compendio cercano al de 'tribus morales', pero llega a otras conclusiones distintas; la autora apuesta por el utilitarismo.

A "la mente de los justos", el libro que más recomiendo, llegué a través de "la mente moral". Haidt hace una analogía entre los sabores y ciertas reglas primeras de lo moral (estructuras, primitivas) y dice que a las izquierdas les 'falta' ciertas papilas gustativas. Sobre todo las que tienen que ver con la creencia de algo superior a nosotros (llámesele Dios o como se quiera, o entiéndase a algo que no puede ser reducido o analizado a través de la ciencia). Yo soy de izquierdas, me faltan esas papilas gustativas, pero tanto Haidt como yo, hemos comprendido que esa tipología humana es necesaria para la humanidad, por lo tanto hay que respetarla, 'cuidarla' y 'mantenerla'. No atacarla o tratar de acabar con ella como se está haciendo en las últimas décadas en la guerra cultural. Esta idea de dos fuerzas que se necesitan para equilibrar lo humano está simbólicamente bien explicado en el siguiente vídeo: 



Eso "más grande que uno mismo", a nivel vivencial, no transcendental o más llano, es la idea de una cultura, de una bandera o una patria (igualmente la que se deduce del concepto de 'respeto' y la obediencia como modo de respeto). Cada uno alimenta eso que es más que uno solo, y que es una cultura, la bandera y la patria, porque nuestra mente es tribal, como dice Josua Greene, y de ninguna forma cosmopolita o global. El progresismo de las últimas décadas se cree 'unido', falsamente, por cuanto que se comunica con la cultura de otros países, pero esta idea es inadecuada puesto que sólo se comunica con las otras culturas occidentales (lenguajes de grafía latina, frente a cirílicas, árabes, orientales, etc.), nunca o casi nunca con las orientales, india, africanas, etc. de encontrarse con ellas no las 'entiende', como puede ser el caso concreto de comer perros, o no comer vaca, conviviendo con ciento cincuenta millones de ellas (la India), pero son ciegos a que no son ciegos a tales culturas (no las saben 'leer'). De alguna forma que no puedo explicar, las culturas latinoamericanas 'entienden' mejor la cultura oriental (sus historias y cuentos) que los europeos o estadounidenses, por cuanto que ellos son descendientes de la cultura oriental, como si algo persistiese en sus genes los 'uniese'.

Dado que la bandera, la cultura y la patria no es algo "más grande que uno mismo" para las izquierdas, pues les falta esa papila gustativa según Jonathan Haidt, apuestan más por el globalismo ideológico (frente al término de globalización; el globalismo quiere imponer el modelo occidental (democracia bipartita, racionalismo, utilitarismo, laicidad...) en todo el mundo, acabando o limando el poder de cada país; allanar todas las culturas a un sólo pensamiento y forma de guiarse en el mundo, limar todas las asperezas de las culturas, hasta casi ser uniformes... aplanando todas las excentricidades, individualidades, peculiaridades y características de la culturas a solo una, pues creen no perder nada por el camino (en realidad se engañan, pues tal 'sabor' existe por el hecho de ser mentes tribales, los deportes y la preferencia por que ganen los del propio país es una muestra, sin esta papila gustativa los deportes, ganar o perder, dejarían de tener sentido; Izquierda y Derecha existen por dos tipos de cerebros muy distintos). También por ello ninguna cultura socialista ha sobrevivido por mucho tiempo, por cuanto que se da de forma más latente la falta de lealtad entre las Izquierdas, pues la lealtad emana de la misma papila gustativa que algo "más grande que uno mismo" (véase actualmente la situación en la que está quedando la izquierda más a la Izquierda del PSOE o igualmente estudiar las Revoluciones Rusa y Francesa, con las 'puñaladas traperas' entres sus iniciadores..., lo mismo para el bando de la Izquierda en la Guerra Civil de España, su falta de unidad y de seguir o creer en los líderes, les 'traicionó' ). Este hecho queda corroborado por cuanto que para las religiones lo más odioso no era la existencia de otras religiones, sino las herejías, la deserción, las traiciones (existe el trauma por traición, como una forma de trastorno de estrés postraumático) y las apostasías: el renegar de la propia religión o identidad. 'Integridad', así, es aquel estado de una persona en donde sus creencias están por encima de sí mismo. La no integridad es un síntoma de lo decadente, de lo amoral y por ello del nihilismo, como lo demuestra la actual Izquierda en España y su presidente (su principal característica es la deshonestidad por su falta de integridad, al valerse del engaño, diferente de la mentira..., no descartando que a veces mienta). Integridad es por ejemplo no creer en la pena de muerte. Si tal creencia está por encima de uno mismo, como sabor, como papila gustativa, no se puede o se debe cambiar de opinión sobre tal punto o sobre otros que han de ser 'esenciales', sin afirmar por ello que sólo existan unos y el resto sean equivocaciones (el mal o lo facha, la rojamble o lo nazi). El oportunismo es una forma de traición -deslealtad- a las propias ideas y las ideas del grupo al que se pertenece (cambiar de chaqueta), cercano al concepto de hipocresía en sus orígenes.

(De fondo la lucha es entre el individualismo y el colectivismo, las nuevas Izquierdas -occidente frente a oriente-, no son colectivistas, sino liberales y por ello individualistas. El respeto para la derecha nace desde las vísceras, para las Izquierdas desde la razón. Algo 'superior a uno mismo' también puede ser algo tan llano como el amor; las nuevas Izquierdas también están 'atacando'  tal idea. EEUU era muy patriótico, pero cada vez va venciendo más el individualismo -de mano de la supremacía del Partido demócrata y su alineación al globalismo y lo Woke-. El Estado da ayudas para la creación de empresas y empleos, pero tal dinero acaba en los mercados de valores, donde lo individual prima sobre las ideas de la patria. El dinero 'desaparece' sin que repercuta en el ciudadano medio y el empleo.)

(El socialismo es una secularización del cristianismo. Toda ideología es un sustituto de las antiguas religiones, donde igualmente no se acepta la herejía o la traición. Es de interés leer "La religión woke" de Jean-François Braunstein. Hay muchos más libros de contenido o mensaje parecido. ¿Por qué va a ser más 'raro' creer en las transubstanciación que creer que se puede cambiar de sexo?, nuevos tiempos, nuevas creencias. Igualmente hemos puesto a los presidentes de los partidos políticos, en algunos casos, al mismo nivel que los antiguos reyes. No hemos cambiado de cerebro, lo hemos adaptado a nuevos paradigmas y creencias.)

Al final he llegado a la conclusión que la tengo guardada en el cerebro con el título de 'dos dioses y medio', idea para un escrito que no sé si escribiré por lo polémico de la idea (quizás en un escrito póstumo), la idea de dos dioses en lucha es vieja y recurrente entre culturas, el caso nuevo ese ese 'y medio', que no llega a ser un 'dios' en sí). 

(Actualmente leyendo "The essential difference", de Simon Baron-Cohen, que habla de las diferencias entre los cerebros masculinos y femeninos. Llegué a este a través de la lectura de Haidt. A la espera de leer  "División del Trabajo Social" de Emile Durkheim, para entender su concepto sobre la anomia, bastante cercano al de nihilismo.)

Confesión personal. Como soy de izquierdas sé que muchas cosas que cargo en mi mochila son debidas a las 'taras' que he mostrado aquí. Esto no quiere decir que la Izquierda sea el mal y la Derecha el bien, no existe tal división, cada lado carga con bien y mal, sólo hace ver que en mi caso tiene sentido lo que he leído y expone Haidt. Todo es más profundo y obedece a ciertos neurotransmisores y la relevancia de ciertas partes del cerebro sobre otras...y porque al final cada tipología tiene algún sentido social y por ello evolutivo. El caso es que el sistema nunca se tiene que desequilibrar y en la actualidad las Izquierdas lo han desequilibrado en exceso.

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