La Metáfora Como Camino a la Verdad


Las metáforas tienen una forma de mantener la verdad en un espacio menor.❞ Orson Scott Card   
❝ La humanidad, que debería de tener seis mil años de sabiduría, retrocede a la infancia con cada nueva generación.❞ Tristán Bernard 
❝ Y ahora estoy atrapado con un cuerpo que está roto, en un mundo que literalmente se está desmoronando y en una mente que quiere matarme.❞ ❝ La inmortalidad es el gran espejismo de la juventud.❞ Russian Doll
La terminología y las conversaciones sobre lo que tenemos en la mente están plasmadas en el lenguaje.❞ Andrew Whiten and David Erdal

La pregunta última del existencialismo es ‟¿por qué hay algo en vez de nada?”, que deviene en la pregunta nihilista de ‟¿por qué hacer algo en vez de nada?”. Al escribir repercute en mi arousal —concentración y el hacer uso del prefrontal, y este orquestando un mayor número de hilos de pensamiento, y por ello de memoria y la búsqueda de recursos en el ordenador— y como tiendo a la obsesión, la ansiedad y al entrar en esa dinámica me resta calidad de sueño, mi salud o estabilidad mental se pone en peligro. Recurrir, así, a cosas escritas por ChatGPT me 'libera' de esa carga. Con todo no siempre sirve, porque si he de exponer mis propias ideas, he de verme obligada a desarrollar los temas.

La idea principal del presente escrito pertenece a Heidegger —con un desarrollo posterior personal—, pero en tanto que este se alimentó de la hermenéutica y en parte de Nietzsche. Proviene de la síntesis de sus ideas en el siguiente párrafo: ‟El pensar consuma la referencia del ser a la esencia del hombre. No hace ni efectúa esa referencia. El pensar sólo la ofrece al ser como aquello que le ha sido entregado por el ser. Este ofrecer consiste en que en el pensar el ser tiene la palabra. La palabra —el habla— es la casa del ser. En su morada habita el hombre. Los pensantes y poetas son los vigilantes de esta morada”. Lo que viene a querer decir es que cada persona no tiene un lenguaje, sino que es el lenguaje el que tiene a las personas. Usa la metáfora de la casa en tanto que esta es la que acoge dentro de ella a 'sus' hablantes.

Las personas no logran entender que es la cultura. La cultura pueden ser cosas externas como las catedrales en Europa, pero es algo muy interno en tanto que todo el lenguaje está trazado dentro de las ideas de una cultura. El hablante de nacimiento del español, y aunque uno no sea creyente, hereda del lenguaje toda la simbología, significados y moral cristiana. Así, si uso la palabra sacrificio, nuestro cerebro profundo se 'topa' con Jesucristo en la cruz. En cierta forma cada palabra es como una piedra que es tirada a un pozo, donde caerá más, evidentemente, cuanto esta sea más profundo. En lo más profundo del pozo esa piedra se encuentra con las reglas morales, los mitos y arquetipos de estados tan antiguos como el de nuestro estadio animal. Las leyes diferencian lo que es un delito por infringir una ley, como saltarse un semáforo, de aquello que en la frase latina es Malum en se, es malo en sí mismo, como son el caso del asesinato y la violación. El asesinato, la muerte de una persona a manos de otra, es una piedra que cae a lo más hondo del pozo, pues remite a nuestro estadio animal y por ello parece una regla de la vida.

Entre los animales no depredadores se dan luchas por distintas causas, para ser el macho en aparearse, para mantener un estatus en la jerarquía de la manada, pero parece estar tácitamente establecido que la lucha tiene que ser una simulación donde se trate de establecer quién es más fuerte, pero sin llegar a matar (comportamiento o lucha agonista). Nadie estableció esa regla, es una regla a la que la evolución llega en su eterno prueba y error. Las ciencias cognitivas han creído ver el motivo por el cual en el experimento mental del tranvía y el desviarlo con una palanca para que muera una persona, frente a que mueran cinco, la gente no tienen ninguna dificultad para decidir, pero si la tienen cuando en vez de tirar de la palanca han de empujar a una persona delante del tranvía, como para poder frenarlo. La mayoría de las personas accionaría el cambio de agujas, pero muy pocas empujarían a la persona a la vía. ¿Por qué, si en los dos casos el resultado es la muerte de una persona debido a nuestra decisión? El cerebro no ha seguido un proceso evolutivo en una sola dirección. En algunos casos para llegar a nuevas zonas no se crea una ruta de comunicación usando la 'antigua vía', por cuestiones de lo 'retorcido, angosto y sobresaturado de ciertas vías. Se recurre por ello a crear una nueva vía…, en algunos casos porque previamente ha de pasar por otra zona. Esto lleva a que en el cerebro hay varias vías para un mismo o parecido propósito, al igual que cerca de las autovías aún existe las carreteras nacionales o regionales. Se da un alief cuando se crea un desasosiego entre lo que la antigua vía 'dice' —activa— y lo que la actitud de la nueva cree que es preferible o no es 'malo' y en tanto que tal decisión implique una parte muy profunda del pozo (cerebro). Se da una disonancia cognitiva cuando se da ese mismo conflicto, pero entre vías más nuevas y menos profundas del cerebro. Un alief ocurre en casos como el de saltar de un avión, aun sabiendo que tenemos un paracaídas; lo que entra en juego es el sistema de supervivencia y la amígdala como proceso de generar miedo, suele implicar a los instintos y los afectos más primarios. Las disonancias son a nivel más cognitivo y afectan a emociones más sociales y sentimientos. En ese caso el empujar a una persona delante del tranvía llega a una zona más primitiva, generándose el alief y luchando con la razón de salvar a más vidas, mientras que el mover la palanca no parece acceder a esa antigua vía y por ello como mucho se nos dará una disonancia cognitiva. El trastorno de estrés postraumático se debe a que la vía nueva de extinción del peligro, y por ello de desactivación de la amígdala, queda bloqueado, sólo quedándose presente la vía antigua. A tal estado se le llama 'secuestro de la amígdala'; los hombres con problemas de control de la ira están secuestrados por la amígdala, en donde la segunda vía no parece tomar el control. En muchas personas por el abuso de sustancias. En cualquier caso, tanto por la lucha por la jerarquía, como por la lucha para aparearse, esta vía antigua es más 'ancha' en el hombre. Una teoría del porqué el prefrontal se desarrolló en los humanos, como un segundo control motor (por delante del premotor), es porque fue más necesario para los hombres, para caer menos en la agresión física, pero no sólo se validó por este hecho, sino que co-evolucinó por varios factores, casi todos positivos. Así lo parece corroborar, además, el hecho de que el hombre trabaja de forma más intensa con el prefrontal del lado izquierdo, mientras que las mujeres usan más y de forma uniforme los dos lados del cerebro, teniendo por ello más fibras en el cuerpo calloso que los une. Pero esta nueva vía al prefrontal no es suficiente para frenar la agresión, en cierta forma algunas mujeres con un alto contenido de testosterona parecen tener un peor control de los impulsos que los hombres, ya que no tienen los mismos receptores cerebrales —receptores de los andrógenos— que ayuden a mitigar o soportar un alto grado de adrenalina (agitación) o de cortisol (miedo). Se dispara así en ese tipo de mujeres más rápidamente el instinto de lucha o huida. Junta a un hombre y una mujer con estas tipologías y la posibilidad de muerte, a manos el uno del otro, serán casi seguras.

Actividad neuroesteroide:
La testosterona, a través de su metabolito activo 3α-androstanediol, es un potente modulador alostérico positivo del receptor GABAA.
Se ha descubierto que la testosterona actúa como antagonista de los receptores TrkA y p75NTR, del factor de crecimiento nervioso neurotrofina (NGF), con alta afinidad (alrededor de 5 nM). En contraste con la testosterona, se ha encontrado que la DHEA y el sulfato de DHEA actúan como agonistas de alta afinidad de estos receptores.
La testosterona es un antagonista del receptor sigma-1 (Ki = 1.014 o 201 nM). Sin embargo, las concentraciones de testosterona necesarias para unirse al receptor están muy por encima incluso de las concentraciones circulantes totales de testosterona en varones adultos (que oscilan entre 10 y 35 nM). (Fuente Wikipedia)

ChatGPT: Sí, el cerebro y el sistema nervioso central contienen estructuras que tienen receptores para la testosterona, una hormona sexual masculina. Estos receptores se encuentran en varias partes del cerebro, incluyendo la corteza prefrontal, el hipotálamo y otras áreas relacionadas con la memoria y la atención.
La testosterona es una hormona importante para el desarrollo físico y sexual en los hombres, pero también tiene otros efectos en el cuerpo y en el cerebro. Por ejemplo, se ha demostrado que la testosterona está implicada en el aumento de la agresividad y la libido, y también puede afectar la cognición y el estado de ánimo.
La cantidad de receptores de testosterona en el cerebro varía entre hombres y mujeres. Los hombres tienen niveles más altos de testosterona y, por lo tanto, tienen más receptores de testosterona en el cerebro en comparación con las mujeres.
Además, la distribución de los receptores de testosterona en el cerebro también puede ser diferente entre hombres y mujeres. En las mujeres, los receptores de testosterona tienden a estar más concentrados en ciertas áreas del cerebro, como el hipotálamo y la corteza prefrontal, mientras que en los hombres se encuentran en áreas más amplias del cerebro.
Estas diferencias en la distribución y densidad de los receptores de testosterona pueden contribuir a las diferencias de género en la respuesta al comportamiento y a los estímulos hormonales. Sin embargo, es importante señalar que cada persona es única y que la respuesta individual a la testosterona puede variar en función de factores genéticos, ambientales y de la vida.

Una baja cantidad de testosterona en los hombres puede estar relacionada con tendencias agresivas. La testosterona es una hormona sexual masculina que regula muchas funciones en el cuerpo masculino, incluyendo la masa muscular, la densidad ósea y la distribución de grasa corporal. Los niveles bajos de testosterona pueden producir una variedad de síntomas físicos y emocionales, entre ellos:
- Disminución del deseo sexual
- Fatiga y disminución de la energía
- Depresión
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Cambios de humor
- Tendencias violentas o agresivas
Sin embargo, es importante destacar que la agresividad no es determinada únicamente por la testosterona, ya que hay muchos otros factores emocionales, psicológicos y sociales que pueden influir en el comportamiento de una persona. Además, los niveles de testosterona pueden ser influenciados por otros factores como el estrés, la alimentación, la actividad física y la salud general. Es importante que cualquier persona que tenga preocupaciones sobre sus niveles de testosterona o su tendencia a la agresividad hable con su médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Desde siempre la mujer ha sabido esto, quizás no de forma explícita, pues tiene que estar alimentando el ego del hombre (en la novela orgullo y prejuicio hacen alusión a este hecho, principios del siglo IXX), al igual que lo ha de hacer el hombre hacia su mujer. El feminismo por el contrario, en sus constantes ataques y cuestionamientos de su masculinidad, a la que trata de tóxica y donde llega a usar el concepto de 'envenenamiento por testosterona', en realidad puede propiciar la violencia masculina al atacar a su ego, y por ello propiciar a que baje su nivel de testosterona, en vez de atajarla. Pienso que la mujer capta de forma instintiva el nivel de testosterona a través de la aptitud y las actitudes de los hombres (a veces nominado y reducido al concepto de perdedor), se rechaza a los hombres cuando se percibe algo extraño que no 'encaja'.

Me toca dar un salto mortal a nivel argumental. Los diálogos de Platón son muy floridos, llenos de analogías, símiles, metonimias y otros recursos literarios. Aristóteles estableció que ese no debería de ser el método filosófico (o científico), encaminando a la sociedad occidental hacia el único camino de la razón para llegar a la verdad. Se dice que los mitos se crearon por el uso muy elaborado de las metáforas. Mito, así, es un paso más allá de una metáfora. En cierta forma Nietzsche llamaba al mito en su lenguaje —eterno retorno, voluntad de poder— , en la medida que sus términos eran metáforas del mundo, de la realidad. Es en esta dimensión que Heidegger toma la ruta iniciada por Nietzsche al afirmar que la metáfora no es un recurso retórico y una figura literaria, sino una forma en la que el humano en realidad trata de comprender el mundo y sus relaciones. A este nivel, decir humano es querer decir que la metáfora es parte constitutiva del cerebro…, quizás su lenguaje más antiguo y profundo. Es así que autores como A. M. Maclver han llegado a afirmar que ‟En conclusión puede decirse que, aparte de algunos términos forjados convencionalmente para propósitos científicos, no hay término de un lenguaje natural cualquiera que no sea o no haya sido metafórico, por lo menos en un sentido 'anticuario', esto es, 'en el sentido de que si se pudiese rastrear su historia lo suficientemente lejos, se encontraría que su significación actual se originó en una extensión de una significación más antigua, aun cuando ésta pueda estar en la actualidad completamente olvidada'”, citado por Ferrarter Mora.

Tendría que profundizar en el tema del nacimiento y evolución del lenguaje, requeriría mucho esfuerzo y el escrito se volvería largo y aburrido. ¿Qué hacer?

Casi todas las figuras retóricas tienen un contacto muy directo entre la cosa real a la que nombran, y a la cual se transfieren en un lenguaje más bello o elaborado, como en el caso del símil: 'Juán esconde la cabeza a la menor', como así lo hacen las tortugas, caracoles o se cree, de forma equivocada, las avestruces. Juan y la referencia a esos animales asustadizos están presentes en la frase. La frase no retórica sería: 'Juan es asustadizo'. En este recurso vemos el por qué el cerebro recurre a este lenguaje: la similitud entre dos cosas de la realidad. Por ello conocer a Juan implica a la vez conocer aquello por lo que se le sustituye (en los ejemplos, al caracol, la tortuga o el avestruz). En esta dirección lo que las figuras retóricas hacen es buscar nexos entre las cosas, nexos o patrones de la realidad en general, de la vida, o de la naturaleza humana en concreto. A lo que quiero llegar, para no andarme con rodeos, es que las metáforas eran en un principio una forma abstracta y simbólica de percatarse de que existían patrones y por ello sistemas que formaban generalidades, en donde cada caso concreto de vida o de la persona, lo eran en tanto que dentro de tales sistemas, donde lo general explicaban lo particular y a la inversa: lo particular daba razón para creer en lo general.

Se hace necesario recurrir a algo de la teoría semiótica. En muchas figuras retóricas se transfiere —transporta, desplaza: esconder la cabeza— cierto aspecto del origen a cierto aspecto del destino, Juan. Pero es que esa es en sí misma la esencia del lenguaje. La palabra designa a algo real u abstracto del mundo. Juan no es su nombre, es su nominación en una palabra. El todo que es Juan es transportado, transferido, a la palabra Juan por comodidad entre los hablantes y para cada cerebro, pero primero por el hecho de reducir a un mínimo el total que es esa persona bajo sólo una palabra. En ese caso es un índice dentro de la memoria, donde si alguien me dice Juan, el cerebro "abre la carpeta" de todo lo que sabe de Juan. Igualmente al modo que en un diccionario con lengüetas de las letras, al acceder a J, tengo acceso a todas las palabras que empiezan con J.  En un segundo paso el cerebro hace uso de las palabras, o las crea, a partir de lo que conoce de la realidad, así la frase 'venirse arriba', hace alusión al crecimiento de las plantas o de los animales, y en esa misma medida la economía crece o decrece. A este nivel todo el lenguaje es metafórico a su nivel más vernáculo, como nos recuerda A. M. Maclver, puesto que en un principio tales palabras nacieron de metáforas, símiles, etc..

La 'teoría de la congruencia con la emoción' dice que si uno está dominado por algo de ira y se le hace recordar a Juan, la memoria evocará partes negativas de Juan, de cuando nos haya crispado o hecho enfadar. Es así que toda cognición siempre esta situacionada desde la emoción y esta no existe en estado puro. La templanza se supone que es aquel estado fuera de toda emoción, pero la cuestión no es tan sencilla, lo que supone tal cualidad es que uno se desacopla a un estado externo a la emoción, pero tal hecho da como resultado una opinión fría, mientras que por dentro la emoción va por otros derroteros y por ello está retenida. De cualquier forma la templanza no evade el estado de la congruencia y la memoria evoca según ese estado.

Según estudios la demencia senil o el Alzheimer están precedidas por la pérdida u olvido de nombres, apelativos, sustantivos y adjetivos que pueden ser usados como sustantivos. La analogía de la desintegración del pan, cuando se desmigaja puede ser usada como metáfora aquí (igualmente el yeso bajo la humedad y la proliferación de bacterias), ya que son los nombres y apelativos el gluten que hace que la memoria sea un componente compacto y con fuertes uniones entre los recuerdos, mientras que al perder tales índices todos esos recuerdos quedan inconexos y fragmentados en porciones que carecen de significación estructural (recordar algo vago que sucedió a alguien y que tenía que ver con el agua, no es memoria, es 'basura' de la memoria, imágenes, sensaciones, emociones y sentimientos a desechar y por ello olvidar. Por otro lado, todo suceso tiene que tener un componente de estructura narrativa: principio, desarrollo y final; por ello es más complicado recordar libros técnicos, filosóficos o ensayos, pues suelen carecer de estructura narrativa. Sea como fuere, si lo central en lo humano fuera la razón, estos procesos no se darían y carecerían de sentido, no perdiendo capacidades mentales con la edad. Por otro lado hay que tener en cuenta que los teóricos suelen extrapolar sus ideas a metáforas, historias, y otros procesos narrativos, para imprimirles una mayor consistencia para sus mentes).

Se puede pensar, así, que en cierta forma el desarrollo del lenguaje va desde la metáfora (y por ello el mito), pasando por la pérdida del significado original, hasta llegar a su grado más alto (complejo), al crearse un concepto. Concebido (de nacer, salir a la vida) al revés: los conceptos son palabras cuyo contenido semántico está comprimido o reducido a su más mínima expresión (quién en la actualidad al leer comprimido, su cerebro no hace una analogía con los archivos comprimidos).

Lo que sigue es la contestación de ChatGPT ante mi pregunta de si entre los cazadores-recolectores y los indígenas americanos sus lenguajes eran más abstractos y metafóricos, a partir de saber que era así, pero donde era un tema que no sabía cómo buscar para sustentar mi idea:

❝ Sí, hay evidencia de que varias lenguas indígenas americanas, especialmente las lenguas amerindias, utilizaban un estilo de comunicación que se caracterizaba por un uso frecuente de metáforas y circunloquios expresivos. En contraste con las lenguas europeas, que por lo general utilizaban un enfoque más directo y descriptivo al comunicar información, las lenguas indígenas americanas a menudo transmitían conceptos complejos a través de un lenguaje simbólico, utilizando analogías y metáforas para expresar ideas complejas o abstractas.

Un ejemplo de una lengua indígena que utiliza un lenguaje circunloquio es el idioma náhuatl, hablado por los aztecas y aún utilizado por algunas personas en México. El náhuatl es conocido por su uso frecuente de imágenes poéticas y simbólicas para describir eventos, personas y conceptos abstractos.

Cabe destacar que aunque algunas comunidades indígenas en América pueden haber utilizado un lenguaje más metafórico o circunloquio a menudo, no significa que todas las lenguas indígenas americanas tengan el mismo estilo de comunicación. Como en cualquier lengua, el estilo de comunicación y la variación lingüística dependen de factores culturales, geográficos y lingüísticos específicos a una comunidad determinada.❞

Creo que la primera parte de mi tesis ya está bastante sostenida como para ir a la segunda parte. Esta es más controvertida, o más nueva, por cuanto es personal…, aunque la raíz de la idea, como he dicho arriba, ya estaba de forma implícita en Heidegger y este la toma de dos fuentes: Nietzsche y la hermenéutica. Pongo la base y después la desarrollo. Al buscar sobre la lengua náhuatl, o cualquier otra, no lo he hecho bajo el aspecto de pensar que son lenguajes primitivos y tratando de decir que el 'mejor' lenguaje y el más avanzado sea el occidental y el de la ciencia, sino al contrario. Las culturas modernas, y sobre todo las urbanitas, al perder el contacto con la naturaleza, han perdido contacto con la realidad de los sistemas complejos naturales —frente a los 'artificiales' como la economía—, y por ello, de alguna forma, su capacidad metafórica se ha visto alterada o atrofiada a otra más nihilizadora. Escritos atrás, al hablar de lo emergente, decía que era aquello que era más que la suma de sus partes, y en donde la ciencia con su lenguaje al sumar sólo dos más dos, nunca alcanza el por qué se llega a cinco. El lenguaje metafórico sí tiene la propiedad de hablar y tener como base lo emergente, no perdiendo de vista ni lo concreto de lo que nace ni la totalidad que emerge. Sí, la ciencia tiene el concepto de emergente, pero es sólo una palabra y la mayoría de las personas no obtendrán ningún estado emergente al oírlo, mientras que un relato o mito que tenga de forma implícita lo emergente sí 'tocará' el corazón de las personas. Es así cuando cobra sentido la frase de Bacon de ‟La verdad yace; se retira y se ve abrumada tan pronto como se le expone al desnudo”, la verdad es en tanto que su totalidad afectivo/cognitiva o en tanto cognición encarnada, frente a la verdad muerta y desnuda que muestra la simple razón. Así para Urban las metáforas 'hablan' de las características de lo real y es sólo a través de estas que pueden salir a la luz. Quizás el ejemplo más claro son las canciones: estas se vuelven universales porque entre el tono de voz, la letra y la música se crea una totalidad que no se explica por ninguna de sus partes… y mucho menos por el análisis científico de la música (musicología). Quién no se vea 'tocado' por 'With or without you' de U2 —escrita por Bono haciendo referencia a la relación con su exmujer, intensificada por la genialidad de la guitarra de Edge— o 'Creep' de Radiohead, es que tiene dañado algún 'mecanismo' de lo humano (ver comentarios de las personas en los vídeos, todos se ven 'afectados', tocados).

Desde la filosofía griega los afectos han sido considerados algo a no tener en cuenta, por cuanto enturbian a la razón. De esta manera, bajo la filosofía analítica como grado más alto de la racionalidad del lenguaje al servicio de la ciencia y el saber, las metáforas, al pertenecer a lo emocional, no dicen nada de la realidad y solo tienen que ser consideradas en cuanto como revelante del estado emocional de la persona que la usa. Pero, ¿no son tales manifestaciones las que nos hacen humanos y las que han creado todas las artes? El humano, así, es ese estadio intermedio entre el animal y la máquina que se define por tal diferencia.

(Tendría que hablar de la 'diferencia' como concepto filosófico para explicar otro aspecto del lenguaje… ¿me apetece, tengo fuerzas mentales para ello?, voy a seguir el desarrollo del escrito y cuando termine ya veré —lo que hago con estas intromisiones es metaliteratura, por lo demás humaniza el escrito—).

Volviendo a arriba y para que sirva de enlace a los escritos previos. Si la verdad humana, o del sistema complejo al que pertenecemos, está en el medio de opuestos, como así parece manifestar la distribución normal o campana de Gauss, entonces puede que las metáforas no dibujen el panorama completo de la realidad, así como que no toda metáfora tiene porqué dar en el blanco de algo real, pero de igual forma la ciencia y la razón al haber perdido el contacto con algo que ellas no pueden describir, tampoco pueden explicar el universo, la vida, el amor o la conciencia. Por ello, y quizás, los últimos siglos y su tendencia al nihilismo sean explicables por esa pérdida de contacto con la realidad que sí saben plasmar las metáforas. Esa otra realidad es la existencia de un orden subyacente a todo a través de lo emergente en los sistemas complejos. Tal realidad antes era llamada espiritual, por cuanto que no se ve, pero se percibe en todo, como una totalidad emergente, al igual que el calor no se ve, pero se siente a muchos niveles de lo humano…, en definitiva, que una metáfora como 'tu cercanía me da calor al alma', explica algo de lo humano que no se puede reducir a los neurotransmisores u hormonas, que son las que tienen de sustento tal afecto. 

Por otro lado las leyes no pueden suplir a la moral. Ese hecho básico de los no depredadores de no matar, ha llevado al ‟'principio de no agresión' (PAN), también llamado axioma de no agresión, que es el principio fundamental de la moralidad que establece que cualquier persona tiene permitido hacer todo con sus bienes, excepto agresión” (fuente Wikipedia), del que hacen uso los libertarios y los anarcocapitalistas, como argumento para defender el no uso de la fuerza para tener o mantener bienes. Pero ¿no es un argumento contra aquellos que para no morir de hambre y vivir en la miseria puedan recurrir a la violencia? ¿No es el argumento que han creado los poderosos para que nadie toque su dinero? En otra medida, aunque quizás bebiendo de la misma fuente, la violencia cero puede llegar a implicar a que un sistema injusto se mantenga siempre y cuando nadie use la fuerza para derrocarlo. Sólo se puede derrocar a tal sistema dentro de su propia dinámica, pero con la paradoja de que cuando se llega al poder como para derrocarlo, este acto no se lleva a cabo, puesto que la mentalidad de esa persona cambia y sustentará tal estado de cosas. Eso es lo que está pasando con los actuales partidos políticos. La revolución no es posible desde dentro, luego se mantiene el estatus quo. Por el contrario, en las luchas entre animales no depredadores, sí se puede llegar a la muerte por distintas circunstancias. De esta manera el 'particularismo moral' dice que no existen reglas generales válidas para todo los casos, y que por ello hay que actuar según las circunstancias. Esta moral es más cercana a como ha de estar en lo más profundo de nuestro pozo moral. No creer en la 'violencia cero' no implica validar o alentar a la violencia, es no descartarla del todo. Si el sistema complejo que es la vida no hubiera 'aceptado' la muerte a manos de otros, no habría creado a los depredadores. La vida no tiene reglas, pero tampoco las no-reglas. Se autorregula para cada caso de la vida. La oxitocina es la hormona social, pero esta a la vez creó el concepto de asesinato altruista, donde este es aquel por el cual se valida matar, si por ello se salva la vida de los tuyos. En las leyes la muerte por autodefensa o protección de otros está aceptada, luego se acepta de alguna forma el particularismo moral para este caso, pero no a otros niveles sociales, como es el caso de proteger el equilibrio social y por ello de los que detentan el poder o al Estado (ley mordaza en España).

Entre las reglas de lo profundo del pozo moral existen muchas más que las de no matar o violar. Muchas de ellas están ahora en las leyes, como el no tomar lo que es de otro (robar), pero esto ha de venir de 'versiones' más antiguas de ciertos principios como el respeto al espacio personal —de donde ha de salir ahora el no mirar el móvil o el diario de una persona—, pues todos los animales complejos basados en manadas parecen seguir esta regla de la proximidad, estudiado en la proxemia. Pienso que en la prehistoria se seguían más a rajatabla tales reglas, por cuanto ahora la razón —y por ello la muerte del mito y las metáforas— han ido perdiendo de vista esos 'sentimientos' que afloraban al estar con otras personas.

El año pasado una infame ley ha reducido varios términos a sólo uno: agresión, lo cual es una regresión del lenguaje. En otro orden de cosas, todos diferenciamos un piropo de un leve empujón para retirar a una persona que ha entrado en nuestro espacio, de otro empujón con todas las fuerzas y este de un tortazo suave de otro dado fuerte, y todos ellos de un puñetazo retenido, de uno con toda la energía posible y todo lo dicho de una paliza, y esta de una paliza con todas las posibilidades de llevar a alguien a la muerte (brutalidad). Llamar a todo agresión para engordar las cifras de la violencia de género es un insulto a la dignidad, a la verdad y la inteligencia humana.

Conclusiones. La razón no es el único camino a la verdad. Si se acepta la teoría de sistemas y los estados emergentes, solo se alcanza a comprender un estado emergente desde el propio estado. Una máquina no nos puede comprender por muy inteligente que sea, porque nuestro estado emergente es uno donde instintos, afectos, sentimientos, emociones y razón son una totalidad que no se puede entender si se resta alguna de sus partes. Es nuestra delicada piel la que nos define, no el prefrontal, donde este al tener la facultad de aislarse de lo real, puede parecerse a una fría máquina, como es así que ocurre, en parte, entre los psicópatas y sociópatas. Igualmente en la otredad cuando se crean guerras, como en la actual guerra cultural, donde por la estúpida conveniencia de las leyes actuales, puedes denigrar al estado más lamentable de la indignidad a un ser humano, siempre y cuando no lo toques o lo agredas. La dignidad no es algo real que la ciencia pueda definir y cuantificar. Esta nace del todo que es lo más hondo del pozo de nuestra condición de especie. Al ser indefinible puede parecer que sea maleable, pero no lo es. Es algo tan real como nuestra piel, y como esta, igual de sutil y delicada. El caldo actual de la guerra cultural no es más civilizada por cuanto no exista la agresión física y así lo establezcan leyes, es más insidiosa por cuanto se vuelve constante, perenne y aparentemente invisible. Que el odio crezca en todas las almas por décadas es más indigno que una muerte justa en una guerra corta. Estas existen como punto de fuga de nuestros odios escondidos y callados. La perfección no existe, sólo existe la vida y sus reglas.





Frase a Ayuso, tras perder el bebé del que estaba embarazada.

No existe por un lado el humano y por otro el lenguaje. El humano es su lenguaje, donde este carga con todo el pasado y donde tal lengua, cultura, es la que ha forjado una identidad, unas fronteras y una forma de mirar y de sentir la vida de cada uno de sus miembros. La palabra bárbaro la crearon los griegos al referirse a los que hablaban otra lengua a la propia, proviene algo así a decir que tal grupo habla: 'bla bla' (βάρβαρος), o 'chau chau' como decimos en España. Hablar, por ello, de forma ininteligible para nosotros. Extranjero proviene de ajeno o extraño.

Offtopic: un acercamiento sobre el tema de la diferencia. Cuando un extranjero no tiene un término hay que explicárselo con metáforas, alegorías o símiles. Con todo, tal persona lo tratará de reducir a su propio lenguaje (pozo cultural y su propia profundidad), perdiéndose su 'verdadera esencia'. Por ello la multiculturalidad no es tal, sino que suele ser la muerte de esas culturas que se encuentran, hasta llegar a otra cultura donde no existan 'diferencias' (excepto que una de ellas no quiera adaptarse y se aísle; el experimento de Estados Unidos, después de varios siglos, no parece dar una buena prueba a que tal cosa exista; el éxito del Imperio Romano, al final, fue el sustituir todas las religiones por sólo una: la cristiana, 'matando' toda otra religión o diferencia). Esto no siempre es posible, como es el caso de las diferencias entre hombres, mujeres o los distintos géneros (o culturas muy distintas). La 'aceptación' de la diferencia no implica alcanzar su lenguaje al 'carnalizarlo' en uno mismo, sino el aceptarlo como distinto, pero es en la diferencia donde crece el conflicto humano que nos lleva a las guerras. No hay solución, las familias —o los matrimonios— se parten cuando algo las rompe en dos o más —hablamos dos lenguajes distintos, se suele decir—. ¿Hay que forzar a que tales familias o matrimonios vivan en la misma casa?, no es así, si se acepta esta regla en algo tan intrínseco de lo humano como los lazos de sangre, por qué no se ha de aceptar entre culturas.

(Claramente he recurrido a metáforas para exponer algunas de mis ideas. No sé si el escrito me 'habrá salido hecho un churro', explica esta metáfora/frase hecha a un extranjero. ¡Curioso, en casi todo el mundo conocen el churro y han mantenido este nombre tan español¡).

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