El Sentido de la Vida II


«Si hubiera conocido tan claramente como ahora, cuántas cosas maravillosas han existido durante siglos, no habría escrito una línea, sino que habría hecho otra cosa.»  Goethe  
«El hombre prefiere querer la nada a no querer.»  Nietzsche
«El hombre es una organización especialmente compleja, que inventa una conciencia para su servicio.» Nietzsche
«Quien cava en busca de oro debe limpiar un montón de basura.» Walter Kaufmann 
«El nihilismo es un 'fracaso del deseo'» Pippin  
«El único camino en la vida es el que dejas atrás» The Killer  (2023) 
«Aquellos con una gran necesidad de que se reconozca su singularidad pueden estar más dispuestos a la soledad.» Kaitlyn Creasy

 

¿Cómo o por qué escribir si sientes que carece de sentido? Creo que a veces sólo se hace por mero aburrimiento.

En el anterior escrito trataba de determinar que no somos libertad pura, que lo que nos define no es la libertad, que primero hay una naturaleza, unos determinantes, y después, como añadido, tenemos cierto proceso de rechazar o aceptar lo dado. Así lo dice la hipótesis de Don Norman y Tim Shallice sobre el papel de lo que se ha venido a llamar 'sistema ejecutivo', que está principalmente ubicado en el prefrontal, la parte que nos hace humanos y nos distingue del resto de los cerebros. Igualmente lo hace notar el hecho de que el prefrontal está ubicado por delante del sistema premotor y este a la vez por delante del sistema motor. Es un sistema redundante, en tres capas, del control de errores o de la supervisión de la acción. Por instinto, por apetencia, daríamos un bocado a una tarta que nos ofrecen, y hay una preacción o invocación de los músculos que llevarían a cabo la acción (cebado cerebral) e incluso se accionarán de forma inmediata, pero el prefrontal o sistema ejecutivo supervisa la acción y frena el proceso. Ocurre un poco como cuando ponemos en marcha el coche y está una marcha puesta, y no se ha pisado el freno: el coche avanzará, al percatarnos pisamos el freno. Tanto nuestro cuerpo, como el vehículo, hace un amago de avanzar, pero es 'frenado' a posteriori. Como en la vida moderna todo está mediado en sociedad y en el tiempo, el prefrontal siempre está entrando en acción para evitarnos problemas. De hecho ciertos estudios dividen los humanos en dos: aquellos que tienen un mayor control de los impulsos y los que no lo tienen. División errática, pues todos tenemos nuestras 'debilidades', nuestros puntos flacos en los que nos mostramos más impulsivos.

Se argumentará, entonces y con razón, que el humano es en tanto que tal módulo cerebral opera y es el que se manifiesta, y se hará o dará una mayor importancia a tal disposición o condición, pero entonces entramos en el problema de no ver a los humanos bajo su naturaleza y su 'verdadera' disposición. O sea, si todo es superficie, no vemos las 'verdaderas' intenciones, deseos y pulsiones de las personas. La aparente solución a un dilema da como resultado un nuevo problema: que el humano se 'esconde' tras una máscara social. La aparente solución social/evolutiva es 'confiar pero dudar' de las personas que no conocemos. Algo así como estar constantemente en alerta ante las personas nuevas que entran en nuestras vidas. En cualquier caso lo que demuestra tal paradoja, es que los condicionantes y determinantes, de lo que es el carácter de los humanos, es el 'núcleo' de su ser y nos manifestamos en lo social con la llamada 'capa moral' y en la dirección de hacernos la vida lo más cómoda y sencilla.

Pensemos por ejemplo en el actual caso del señalamiento que se hace sobre el hombre, y en la llamada "cultura de la violación". Tales conceptos parten de la idea de que todo hombre busca tener sexo con el mayor número de mujeres. Dado que todo es 'máscara' esa realidad queda vedada, pero se manifiesta en una y en mil cuestiones, como es el caso de la seducción, donde el hombre hará y dirá todo lo que le lleve a su meta, cuando en realidad todo lo dicho y hecho va sólo encaminado en una sola dirección: el acto sexual. De ahí el dicho de "antes de metido todo prometido y una vez metido nada de lo prometido". Aquí se nos revela la tercera capa intermedia entre lo natural y la pura máscara. Si tal idea tuviese sentido la vida sería muy desagradable de ser vivida. Si la propuesta feminista fuera cierta, la vida y realidad humana sería muy cínica. La vida humana es muy larga como para sólo tener esa meta: sólo el sexo. Se hace más agradable si se tienen personas leales y en las que se pueda confiar, aquellas que son como las vemos y con las que nos mostramos como somos. Luego la monogamia es la apuesta más 'cómoda' y deseable entre el resto de otras (idea propuesta doblemente desde la teoría de juegos y la psicología evolutiva, como la más aceptable). Esto quiere decir que tal 'capa', que en principio era social o máscara, al final se ha vuelto como una segunda capa de lo natural. Parte de nuestra condición. Sale así el cerebro trino de instintos, emociones y razón. Llevar una vida de 'violador', gigoló o Don Juan no es lo óptimo, pues es posible que uno termine solo y desamparado en los momentos de necesidad y en la vejez.

Pero, de nuevo, en esta capa casi todo son determinantes: el humano se abocó hacia la monogamia, cuando, quizás, de forma natural no lo era. La tensión entre estas dos capas, y dado que en unas personas se pronuncia más una que la otra, es lo que crea los conflictos entre las parejas. Se ha de encontrar aquella pareja que comparta de forma plena tu misma naturaleza, tus mismos puntos de vista sobre esta doblez humana. Esto en sí mismo es un determinante, ya que de no encontrarla, uno se verá en situaciones complicadas durante su vida. Sea como fuere, lo que demuestra todo lo dicho es que todos nacemos con unas cartas, al modo que ocurre en el póquer. Quizás tengamos alguna opción de jugar a una carta o a otra, pero nunca a unas jugadas ilimitadas. Los límites son nuestro carácter y constitución (cuerpo y mente o cerebro con un cuerpo y en donde el cómo del cerebro es importante), y la sociedad en la que nos haya tocado vivir. Creo que esto es bastante intuitivo y no hace falta explicarlo. Un caso claro es la existencia del orgasmo. Es una 'trampa' evolutiva puesta para hacer lo que tenemos que hacer, reproducirnos, pero que por medio tiene múltiples disposiciones y entramados. ¿Una persona anorgásmica puede llegar a ser más proclive para quedarse soltera?, no es un determinante, puesto que puede la necesidad de sentirse querido, pero dado los problemas que pueda causar su condición en pareja, es más proclive a quedarse sola. En todo caso vemos el papel de la libertad, en tanto que es sólo como la multiplicidad de elecciones: una persona no anorgásmica puede 'elegir' orgasmar o no, pero una anorgásmica no tiene esa elección. Aquí sale a la luz uno de los signos de la riqueza: es una persona con más posibilidades de elección…, que por tanto tiene más poder (potencialidades) que otras con un poder adquisitivo menor. 

¡Me aburre mi escrito!, está lleno de obviedades… Consecuencia: ¿no es más 'interesante' tender al oscurantismo al expresarse? Tanto Hegel como Nietzsche son una prueba de ello. Determinantes: fue Kant el que inició esta tendencia en el mundo germano del siglo dieciocho y se 'propagó' en filósofos siguientes o coetáneos como Schelling, Fichte, Hegel y por supuesto Nietzsche. En parte porque los primeros tenían que responder o seguir con su mismo lenguaje, otro tanto ocurrió entre Sócrates, Platón y Aristóteles (algo así como que los padres hablen bebé, balbuceen, a sus hijos). Todo ello parte a que aprendemos a través de la imitación, otro condicionante, como es que se den deseos miméticos y por ello las modas. 

Sin querer me he deslizado al tema que quería tratar en esta entrada. Mientras que en la anterior trataba de mostrar los condicionantes individuales, en esta trataré de mostrar los condicionante sociales. Y si en la anterior entrada el ataque fue contra Sartre y su idea de que 'la existencia precede a la esencia', en la presente entrada 'atacaré' a Nietzsche, donde uno y otro son dos de las principales fuentes y sustentos de las ideas posmodernas y por ello del actual caldo hacia lo errado de las ideas del progresismo, como son el caso de la teoría Queer o la igualdad (indiferenciación) de los sexos.

(Offtopic: quizás no haya un filósofo al que se le haya dedicado más libros que a Nietzsche. ¿Por qué?, no lo sé, quizás porque sus posibles interpretaciones son infinitas. Quizás él quiso ser oscuro precisamente por ello. Lo mistérico llama a una zona del cerebro distinta de la razón. Luego parece ser que él trató de erigirse en algo más próximo a Jesús o un Dios que a Kant, este como el punto culminante de la razón humana. En su momento leí todos sus libros y en estos días he estado leyendo a distintos autores: Wolfgang Muller-Lauter, Walter Kaufmann, Christoph Cox, Kaitlyn, Toni Llacer…, no he terminado ningún libro, he leído partes que me pareciesen relevantes. En el de Wolfgang Muller-Lauter —Nietzsche: His philosophy of contradictions and the contradictions of his philosophy— y el de Kaitlyn Creasy —The problem of affective nihilism in Nietzsche— son en los que más he avanzado, casi acabados, este último me será más 'útil' para el siguiente escrito).  

La filosofía de Nietzsche está llena de contradicciones y tramas insalvables (ocultas o vueltas ambiguas dentro del oscurantismo de sus escritos, sobre todo los aforísticos), a la vez de que parte del individuo para llegar a ideas sociales, cuando en lo social es primero esto que las características individuales. En lo social emergen conceptos —estructuras— que en soledad no se pueden dar. Es complicado de determinar qué es lo que quería decir Nietzsche con la voluntad de poder (el libro sobre este tema y con este título es póstumo y sólo se basa en anotaciones). Si uno se atiene a que es un concepto puramente metafísico, una 'fuerza' o disposición de todo lo existente, después es complicado saber por qué lo aplicaba a los individuos en tanto que domeñados por una mentalidad de esclavo, y en la medida que negaban en sí mismos (origen del nihilismo para Nietzsche) el que la voluntad de poder se manifestase. Para no contradecirse, era la propia voluntad de poder la que se negaba a sí misma, como es en el caso de los ascéticos.

"Es como si te despertaras un día y simplemente te encuentras aquí, como una piedra arrojada a este mundo, pero sin saber quién la tiró o de qué dirección vino…" Desperation Road

Pero el humano, como en el resto de animales, tiene dos naturalezas o esta es doble, puesto que somos sociales. Siendo así la propia evolución ha dispuesto ciertas estructuras y funciones para que esto sea posible. Pongamos el caso de la testosterona. Opera a nivel individual, pero no se puede entender de verdad su función si no se comprende que es una hormona social, puesto que se 'reparte' de forma no igual entre los hombres de un grupo. El alfa o líder es el que suele tener la mayor cantidad de testosterona, y en este proceso se disminuye la de sus seguidores o personas bajo su estela. La 'lógica' tras esto es que el grupo tiene que seguir las directrices del líder y puesto que de lo contrario no habría unidad en las decisiones, cuestión que llevaría a unas acciones más erráticas y retardadas. El caso más claro se ve entre los lobos (igualmente entre los chimpancés), donde el alfa crea la estrategia o es el que determina los cambios durante el ataque. Los no-alfas tienen que estar pendientes de lo que hace el alfa y 'leen' sus nuevas intenciones y se adaptan a la nueva estrategia. Bajo este punto de vista, lo que Nietzsche llamaba voluntad de poder, opera dentro de un grupo, pero en la medida que tiene que haber un solo alfa y el resto lo ha de seguir, luego se da una gradación de la voluntad de poder, donde el alfa es la 'cabeza' o martillo de tal capacidad o poder. Toda vida sigue esta regla al supeditar la 'potencia' a una capacidad de su cuerpo y no a otra. En principio el cerebro se creó para 'obedecer' al estómago, pero en el caso humano se ha llegado a la paradoja de que es el cerebro el que 'manda', como demuestran los ascetas o las huelgas de hambre, o más simplemente las dietas. O sea, que la base de la vida es lo jerárquico, el orden de arriba hacia abajo de sus 'fuerzas' o voluntades. Esto no obedece a un plan inicial y tienen un sentido teleológico (con un fin), sino que es por mero azar y por la evolución (cambio) optimizado de aquella apuesta que sobrevive y por ello se reproduce.

Pero todo esto es más fácil de exponer y se dio en la propia vida de Nietzsche. Cada vez tenía más dificultades para escribir. Quiso aprender a utilizar la máquina de escribir, pero como era más bien pasional que autodirigido, optó por contratar a un secretario. Este argumentó que aunque no tuviese, quizás, la misma voluntad de poder que Nietzsche, su papel era necesario en el 'todo', pues sin él Nietzsche no podría haber 'desarrollado' igual su escritura. Esto nos lleva a que la evolución no quiere a todos los humanos iguales. Nacemos con tantas diferencias y tendencias porque de esa forma cada uno hace una función dentro del todo que es lo social. Cínicamente uno de mis maestros decía, a algunos de los estudiantes, que le daba igual que no fueran buenos estudiantes, pues hacían falta camareros para 'servirle' cuando fuera de bares. La sociedad humana es tal que cada persona es funcional dentro de los 'limites' de su voluntad de poder (hago uso del lenguaje de Nietzsche, pero no porque crea en él, sino para hacerme entender dentro de sus conceptos). De otra forma: si todos los humanos fuésemos emprendedores —manifestación de la total voluntad de poder— ¿quién 'serviría' a esos emprendedores, cuáles serían sus 'camareros', fotocopistas, etc.? ¿quién haría los trabajos rutinarios, costosos y/ desagradables? Se me puede argumentar que estoy malinterpretando a Nietzsche. Que su concepción del nihilismo no rechazaba los grados jerárquicos, sino que iba contra todo que negaba o impedía que sobre sí mismo operase la voluntad de poder. De otra manera: ser cocinero no es 'malo', pero hay que tratar de ser o que hacer que se manifieste la voluntad de poder en toda su potencia, pero tal concepción ya implicaría la inutilidad de tal concepto, puesto que no todos nacemos con las mismas facultades, 'fuerza' o voluntad, y viene dado porque así está dispuesto en la evolución, como demuestra el caso de la testosterona. El alfa al final pierde su fuerza o puede morir, por ello los betas siempre están al tanto de 'derrocarlo', pero no todo lobo es beta, y este último grupo o apuesta evolutiva, los gama, sólo quieren tener un buen alfa…, equivalente en lo humano a tener un buen jefe, líder, presidente, etc.

El segundo ataque a Nietzsche, y por ello al posmodernismo, es contra su 'perspectivismo'. Esta tendencia filosófica dice que con lo único que contamos es con nuestra percepción, y puesto que todos nacemos 'cableados' de distinta forma y que los 'cables' se han unido por las experiencias individuales, entonces no hay ninguna verdad en los asuntos humanos (un lado más radical de perspectivismo dice que tampoco en la ciencia), sino meras subjetividades que tienen la 'razón', o no, siempre desde su propio punto de vista. Esta idea entra en contradicción con su propia idea de la 'unidad' de toda las mentes bajo las ideas Nietzscheanas. Él mismo se dio cuenta de tal contradicción y la trató de salvar, pero sólo con remedos que creaban nuevas paradojas y contradicciones. En esa dirección, incluso, atacó a la propia lógica, puesto que esta puede ser o se puede usar como la heurística por la cual la vida o la realidad es lo que es y no es otra. O sea, la evolución no es una mente o fuerza con una finalidad, su única regla es 'validar' lo que 'funciona', lo que sobrevive, pero dado esos hechos, se siguen o sobresalen unas reglas, como la tendencia a la distribución normal (campana de Gauss) entre los seres vivos y otros sistemas. Dichas reglas 'funcionales' son a lo que llamamos 'lógica' o más allá, las matemáticas, puesto que son o parten de reglas formales dentro de la física o de la vida (no así en la cuántica, que parece tener otra 'lógica' o no tenerla).

A lo que quiero llegar es que, como ejemplo, la distribución de la testosterona (el estrógeno parece hacer el mismo papel en las mujeres) es una 'verdad' científica, que regla la vida en sociedad. Se da la superioridad ilusoria o se llega al complejo de superioridad o el efecto Dunning-Kruger, cuando el individuo trata de escapar o de no 'oír' la regla de la distribución de la testosterona (vale lo mismo para otros casos, como la diferencia en la inteligencia o la belleza, etc.). Los críticos de Nietzsche aducen que él no escapaba de una superioridad ilusoria. Atacaba a Kant realmente porque estaba contra su exceso de método y racionalidad, ¿o porqué él no era capaz de ser tan metódico y sistemático, dado su 'caos' y menor tendencia hacia el control de sus pasiones y pulsiones? Las reglas de la teoría de la identidad, como seudo-especiación, nos determinan para validar nuestra tipología cerebral, renegando o atacando a los opuestos o diferentes. Lo humano nunca escapa de sus determinismos o estructuras. Lo que parece demostrar el 'caso Nietzsche' es que cada cerebro valida su propia apuesta, invalidando por ello las otras formas de apuestas. Pero esto sólo daría la razón a Nietzsche en cuanto al concepto de la voluntad de poder. La 'verdad' es que el 'plan' de la evolución es que haya distintas apuestas humanas para el fin, que no es otro a que lo que funcione sea el humano en tanto que social, dando a cada humano —dado sus límites y potencialidades— su función dentro de lo social.

¿Cuál es ese 'plan'? Por qué la belleza es rara y no lo 'normal', o la inteligencia o la musculatura… La regla es optimizar la energía (ley del mínimo esfuerzo). En un mundo de bienes escasos —a nivel de análisis de lo que la evolución ha optimizado en su eterno 'prueba y error'—, lo óptimo es que no todos los humanos consuman muchos recursos, sino que sólo sean unos pocos los que lo hagan, mientras el resto, el monto, tenderá a la optimización de gasto de energía. Así es lo que se sigue si se analiza cualquier gráfica estadística en una distribución normal: habrá sólo unos pocos fuertes o guapos o inteligentes (o ricos), frente a que lo normal sea la gente del 'montón', dentro de cada uno de esos rasgos, y dándose una baja proporción igualmente de muy feos, debiluchos, o estúpidos. Saliendo así, una y otra vez, la típica campana de Gauss en casi todos los análisis de las características humanas. Por ello la evolución no es maximalista, sino que es más bien 'cautelosa' y 'moderada', en contra de la opinión de Nietzsche y su idea de la voluntad de poder.

 Lo liminal, de esta manera, es que la belleza o la inteligencia sean lo 'raro' y no lo normal (en belleza la mayoría somos 'del montón', como muy acertadamente a nivel coloquial solemos decir). Por otro lado, la evolución 'juega' con los límites, hecho por el cual las personas más inteligentes, sabias o creativas, suelen estar más cerca de la 'locura' o rozando los límites de la sanidad mental. Entraría en detalles para explicar esto, pero me llevarían muchas líneas de texto y estaría de más. Baste decir que el humano tiene docenas o quizás cientos de disposiciones o rasgos, como lo son los duales neofilia/neofobia, lo que a la vez puede llevar a una mayor tendencia al perfeccionismo, que suele implicar algo de miedo al desorden, neofobia, que a la vez puede llevar a las obsesiones o a trastornos como el obsesivo-compulsivo, etc. En todo desorden mental suele darse un deseo de orden o control, o en su defecto un 'odio' al orden o control, como así es en los casos de las personas con trastorno límite de la personalidad. Esto lleva parejo a que la vida se regle por lo homeostático, la tendencia al equilibrio entre dos contrarios. La campana de Gauss o distribución normal del humano o de la vida, es la manifestación de la evolución a un punto medio o reglado entre dos extremos y por ello a una posición homeostática de dos humanos opuestos. Arriba lo he hecho ver a través del 'miedo al riesgo' o por 'atracción por el riesgo', pero igualmente sale a relucir entre los opuestos humanos que son los hipercontrolados, entre los que se encuentran los sociópatas, y los subcontrolados, los que a la menor van a hacer un uso excesivo de la agresividad física. Claramente en esto último se da un dimorfismo sexual, puesto que se dan más hipercontrolados y subcontrolados entre los hombres, y esto de nuevo remite a algo 'real,' como lo es el papel de la testosterona entre los hombres (hipótesis de la mayor variabilidad masculina, que el feminismo de forma tácita acepta para la agresividad, pero no para otras cuestiones como la inteligencia, la creatividad, etc.). 

Creo que ya se entiende mi mensaje. Pienso que Nietzsche se quedó 'atascado' en una análisis muy c(errado) del ser humano. Captó o quizás inició la idea de los sistemas complejos, donde estos tienen 'fuerzas' que las hacen 'funcionar'. Ahora, después de más de un siglo desde sus ideas, la teoría de sistemas se ha vuelto demasiado compleja como para ser comprendida por los legos. Si Nietzsche tan sólo hubiera leído más las ideas de su coetáneo Darwin, hubiera comprendido que un sistema complejo no tiene este adjetivo sólo por adorno. A veces se ha reducido, a nivel no científico, el concepto de evolución, por la supervivencia del más fuerte, idea errada en dos aspectos: no es el más fuerte sino el más apto y no es el individuo, sino la especie. La fuerza, quizás, del humano nos la da (o la dio) la compasión, que forma parte de la cooperación. Un rasgo que nos hace diferentes a otros animales es que cuidamos de aquellos que se han quedado impedidos, o igualmente durante la ancianidad. Tal rasgo lleva con nosotros desde hace cientos de miles de años. Quizás nos venga del hecho de que somos una especie altricial, donde los bebés nacemos incapaces de valernos por nosotros mismos. De alguna forma, quizás y analizado desde la psicología económica del comportamiento, el cuidado del anciano era una forma de 'pago' a los padres (cada vez 'devolvemos' menos ese 'pago'). La piedad cristiana —a la que tanto atacó Nietzsche como un síntoma de debilidad— es (fue) una forma extendida de entender la compasión, y puesto que ya somos sociedades complejas que no se pueden analizar sólo desde lo consanguíneo. Como reza el mantra socialista, 'todo rico se ha valido de cosas —carreteras, enseñanzas y demás infraestructuras e instituciones— gratis, que nos han dispuesto las sociedades en las que nacemos'. En otro orden de cosas, las grandes religiones nacieron con las civilizaciones, como 'pegamento' que unía tribus dispares, con multitud de creencias, que crearían conflictos y guerras intestinas. Allí donde eran óptimas las grandes religiones, prosperaba esa civilización. La occidental es heredera del cristianismo, que no fue un fracaso o un desatino —tal como propone Nietzsche—, puesto que al final la cultura occidental es la que ha 'regido' el destino de la humanidad en los últimos dos mil años. El actual racionalismo y el humanismo son herederos del cristianismo —este con raíces griegas y romanas—.

¿Nietzsche acierta puesto que al final la cultura occidental está cayendo en el nihilismo?, pero es (o fue) por el cristianismo o por haber salido de él. No soy cristiana y sí atea, no lo defiendo, sólo trato de ser lógico y consecuente con los hechos. A lo que quiero llegar, con esta serie de escritos, es que es la falta de sentido de propósito, de sentido de la vida, lo que está llevando al humano al nihilismo. El propósito no puede ser simplemente aceptar que la vida no tiene propósito, o erigir a la voluntad de poder como ese propósito faltante. Me da igual tener la fuerza para romper con mi puño una madera de varios centímetros, el caso es si tiene sentido que lo haga. Me da igual tener el conocimiento para escribir un libro, el caso es si eso me da un propósito distinto del meramente narcisista o el de ocupar mis horas en algo 'productivo'. Tampoco puedo invocar el dar mis conocimientos por el bien de otros, siendo altruista, puesto que eso reduciría a que lo que escribiese fuese 'útil' y beneficioso a la sociedad, rechazando así a escritores como Cioran. ¿Todo nihilista tendría que suicidarse?, como así sugiere Nietzsche. ¿Y si todo nihilista o pesimista tiene una función dentro del sistema social humano?, dentro de la especie. Algo así a decir: "no sigas mi camino, la sociedad ha fracasado en mí y se tiene que autoanalizar para corregir sus caminos". En definitiva, que estamos o formamos parte de un sistema complejo, que no entendemos, y que por ello toda meta-idea se invalidará en cuanto esa sociedad fracase para sobrevivir. Si el propio Nietzsche acepta que todo es devenir, nada nos dice qué nos deparará ese devenir. El humano no es porque desde el principio planificase tener la bomba atómica o llegase a la paradoja del cambio climático, de haber sido así no hubiera hecho ningún cambio. El humano es porque sigue —a su manera— las reglas de la evolución y sólo tantea en un eterno 'prueba y error'. Aquello que ya no vale o 'funciona' lo deja atrás y prueba nuevos caminos, como así ha sido siempre en todas las especies, como así es la regla de la vida (¿y de la materia?).

"Nietzsche considera necesario, en aras de un «gran movimiento de nihilismo purificador» alentar a los débiles a suicidarse" Wolfgang Muller-Leuter

Quizás el 'único' acierto —a grandes rasgos— de Nietzsche, fue el pensar que el racionalismo no es el camino acertado. Según Nietzsche, contra Apolo (razón), hay que erigir a Dionisos (a lo instintivo) en el nuevo Dios. Sin darle la razón a que haya que ir al estado contrario, la razón sí es el mejor síntoma para saber que la actual andadura humana no parece ser la correcta. El metamodernismo trata de recuperar algo de 'sinrazón' (que no obedezca sólo a lo lógico) al sistema altamente racional en el que estamos cayendo. Creamos al mito —dioses, metarrelatos—, la evolución social lo hizo, para no caer en el nihilismo. Todo humano necesita un hilo conductor de sus acciones, un porqué y un para qué, sin hilo conductor, sin relato, sin una dinámica y flujo, el cerebro sólo es desorden. Dar 'palos de ciego' en la nada y para nada, como así es toda adicción. Todo animal cae en la estereotipia, en acciones repetitivas y sin sentido, cuando se le saca de su entorno y se les encierra…, cuando se le resta de su 'naturaleza', de su hacer con 'su' sentido. El humano no es distinto, y antes que otra cosa, las adicciones son un tipo de estereotipia —repetición sin sentido—. Ya casi nadie siente casi nada natural e impulsivo, porque todo tiene que estar mediado por la razón. Somos meras transiciones con otros humanos, egos narcisistas que 'usan' a los otros para que estos nos devuelvan nuestra propia imagen. Espejos. Lo único que nos puede sacar del actual letargo es volver a recuperar otro sentido o algún sentido a la realidad. Hemos de buscar o recuperar algún sentido a la vida. Esto queda pendiente para el siguiente escrito. Adelanto… ¿y si el único sentido de la vida es que tenga sentido? No es el pescado que se muerde la cola, no es una pregunta recursiva. Ya veremos el porqué

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