Captura de las Estructuras de la Realidad


Barajé qué tono dar al escrito, he optado por el lírico.

Soy una muñeca rota, sucia y de pelos deshilachados, ya raídos, abandonada en un rincón de una casa abandonada en una ciudad sin nombre.

Siempre somos las palabras equivocadas. Si no entendemos nada, si las palabras no designan la realidad…, si por ejemplo el concepto de liberalismo lo interpreta cada persona según su cóctel neuronal y vivencial, ¿se puede hablar con certeza?

Por dónde empezar a desenredar la palabrería sin sentido, si lo he de hacer con palabras. ¿Es legítimo hacer tal cosa?, ¿no es un ejercicio banal? Para acabar con la violencia hay que ser violento carece de sentido. Ser intolerante con los intolerantes o eres libre, pero sólo bajo los preceptos que yo te diga… ¡acaso son frases que tienen sentido?

Tratemos de desenredar desde lo que nos hace ser lo que somos: el cerebro. A groso modo sólo caben dos posturas, la dualista: existe por un lado lo físico (materia blanca y gris, neuronas, neurotransmisores) y por otro lado la mente o conciencia. Y la materialista: sólo existe la materia y lo que llamamos mente sólo es un epifenómeno (ilusión, se llega a decir), como el calor es lo implícito en la vibración de las moléculas creado en ese proceso energético. Rápidamente salta a la mente el concepto de emergentismo, aquel que dice que el total es más que la suma de sus partes. Mas salta a nuestra mente una duda: ¿cómo es que algo que sería equiparable a 2+2 ha de ser algo más que 4? Aun con todo aceptamos que la vida es un estado emergente por cuanto no es reducible a la materia, como del mismo modo —a nivel atómico— la materia es algo más que algún estado estable de ciertas partículas. Siguiendo esta línea discursiva… ¿la conciencia es algo más que sus estados físicos?

Quizás el mejor símil, del concepto emergentista, sea el que la suma de dos colores primarios da un tercer color, como lo es la suma del rojo y el verde para dar el amarillo (colores adictivos, de la física de la luz). A la vez sabemos que los colores dependen de la longitud de la onda de la luz (fotones), donde el rojo es una longitud corta y por ello de mayor radiación, y el azul es una onda larga y de menor longitud y energía. El fuego suele ser rojo y da calor, y el hielo en los árticos es azul y muy frío. La realidad a ese nivel se ajusta a la física más elemental. ¿Puede ser del mismo modo en lo humano? No, y de ser así…, porqué. La respuesta más sencilla sería que la vida en sí misma es demasiada compleja para ser explicada o reducida por las leyes físicas más elementales, por cuanto se han producido por medio varios estados emergentistas, en donde en cada uno de esos pasos se han añadido variables que no pueden ser calculadas con una matemática sencilla. Pero, ¿y con una matemática más compleja?

Lo que ha entrado por medio es que la realidad es tan inmensamente compleja que no puede reducirse a números. O que los números sólo son válidos dentro de la física newtoniana, pero no en la mecánica cuántica, ni tampoco en la vida. Esto se deduce por el hecho tan simple de que las ciencias humanas no son positivas, frente a otras ciencias como la física o la química. Pero ¿y si se analizase la vida o el humano bajo datos y métodos científicos?

(Está dejando ser lírico tal escrito.)

Ahí entra en juego el análisis de la realidad a través del estudio de sistemas, los cuales no carecen de reglas "pensables" y analizables a través de métodos científicos. Bajo tal paradigma, dentro de uno de sus puntos de vista, los sistemas en la realidad son reducibles bajo la teoría de la superveniencia, donde un sistema "nace" de uno anterior e interior, y el sistema inferior no puede alterar el sistema superior, y sí a la inversa (al modo que el padre "hace" al hijo desde su ADN, pero este no modifica la ADN del padre). En tal sistema se dan las siguientes estructuras anidadas: partículas, átomos, moléculas, células (vida), animales multicelulares, animales sociales, mente y —quizás— meme. Cuál es el denominador común: la información. La "naturaleza" —donde tal palabra/concepto es lo mismo que decir información— de ciertas partículas es la que hace posible que existan ciertos átomos, las reglas o "naturaleza" de ciertos átomos hacen posible crear ciertas moléculas, ciertas moléculas crearon el ARN y más tarde el ADN, que es un tipo de molécula compleja. El ADN sólo es un código de información para crear ciertas moléculas complejas (proteínas, enzimas, etc.) que en su total crean una individualidad o ente. O sea, la ontología filosófica al final cobra legitimidad por cuanto lo que hace la realidad es crear "entes", como lo es el helio, como lo es la queratina y que al final en algunas de sus "manifestaciones" (potencialidades) son el cabello o las uñas —ambas en apariencia tan distintas tanto en su "forma" como en su función—, o lo es una roca de granito o una hormiga.

¿Qué es el ADN? —simplificado— una estructura que guarda la información de cómo crear moléculas complejas, donde a la vez ciertas de esas moléculas tienen —o cumplen— funciones. Así tenemos que la molécula compleja que es la dopamina cumple ciertas funciones, dependiendo, además, de la zona en la que se libere y de la cantidad de esta. El estudio en las ciencias de tal molécula depende de qué es lo que se quiera saber de ella. Así un psicólogo especializado en la drogadicción la estudiará en su impacto en tal tara dentro de los seres humanos, o un coach (dentro del coaching) la "usará" como "herramienta" funcional para la motivación. Se deduce de esto último dos cosas: 1. casi no se da un conocimiento a vista de pájaro de lo humano, donde además cada componente, al modo de las palabras, pueden ser miradas o usadas dentro del interés de cada particular visión del mundo y 2. que el humano tiene o ha llegado a la capacidad de conocer bastante bien sus "estructuras" internas, lo cual le da pie a entenderse y por ello, desde siempre, ha caído en la tentación de "modificarse". Pero bajo este somero análisis rápidamente caemos en la cuenta de algo: ¿acaso es igual el conocimiento de hace cinco mil años, o aún más lejos, cien mil años, que el actual?, claramente no, pero tanto por aquellos tiempos teníamos esa misma tendencia, sin aparentemente entender nada de lo que ahora comprendemos… siguiendo la misma fórmula: ¿acaso nuestro conocimiento actual no estará muy lejos de lo que sabremos dentro de otros cinco mil años? ¿Por qué en cada momento caemos en la tentación de "modificarnos" cuando a la vez deberíamos de percatarnos de que no tenemos un conocimiento "total" de lo que somos? Por otro lado, ¿se puede llegar a ese conocimiento total, o nuestros límites mentales —o el tiempo finito que tengamos— no nos lo permitirán?

Todo lo dicho arriba sirve como preámbulo a que la política muy bien podría definirse, primero como una particular forma de analizarnos, y en segundo lugar como el doble intento por un lado de conocernos, como por otro el de "modificarnos" para un bien común e incluso el individual, ya que el segundo no puede ser sin el primero, lo que introduce a la vez el doble concepto de libertad en tanto que individual y social. Pero volviendo a la pregunta de arriba: ¿se puede o debe de cambiar algo que no terminamos de comprender? Esto se contesta tomando una desviación: toda medicina, como método de buscar una cura a un mal, se ha tenido que ir adecuando a cada momento de la trayectoria humana. ¿Eso quiere decir que tiene sentido la idea de progreso?, ¿que a una era más avanzada de lo humano este se encuentra en mejor situación?

Este es un error básico en lo humano. Viene dado desde nuestra distorsión antropocentrista. La propia palabra evolución, a nivel lego, está errada, ya que se tiende a pensar al humano como en la posición más elevada de la evolución, cuando tal concepto a nivel científico no afirma tal cosa. Esto, a la vez, nos hace revisar el concepto de la superveniencia. Un estado no es superior a otro, sólo es más complejo. Toda molécula se desintegra en sus componentes básicos en cuanto no se dan las condiciones para que se mantenga tal estructura, la vida siempre deviene en la muerte, lo social se desintegra en guerras internas al imponerse lo individual, la mente es demasiado delicada y se viene abajo por un daño físico en el cerebro, por drogas o venenos, o por una vida demasiado dura y degradada. Bastan unas pocas copas para que el cerebro no sea lo que tiene que ser, puesto que inhibe el proceso superior, dentro del prefrontal y su sistema de control y supervisión. Así que lo que parece, a lo que es análogo, es que la superveniencia es equiparable a una torre de naipes, por cuanto más elevado esté una carta, más tendente es que provoque el derrumbe de toda la torre. De esta forma el humano, estando en lo más alto de la torre, al suicidarse, acaba con su vida y sus células individuales mueren desintegrándose todas sus moléculas complejas a sus átomos más elementales (no siempre, puesto que otros animales se alimentan del cadáver, sí en el caso de la incineración).

—Lo que sigue no lo sabía con seguridad —lo intuía, pero quiero ser honesta— y se lo he preguntado a ChatGPT: No se sabe con certeza si los humanos son la única especie que se suicida. Si definimos al suicidio como hacer algo deliberadamente para acabar con la vida, entonces hay varios ejemplos en otras especies. Las abejas nos pican a pesar de que eso las mata; algunas especies de pulgones se cubren de un fluido azucarado que hace que se peguen a su depredador, la larva de la mariquita, aunque eso implique la muerte de los dos. Pero esos son ejemplos de sacrificio altruista para proteger a la colonia. Para que cuente como suicidio, el principal motivo del animal debería ser sencillamente escapar de su propio sufrimiento, más que dar la vida noblemente por una causa que supera al individuo. Para nosotros, eso es casi imposible de determinar. (se conoce que lo debe de haber copiado de una web, dado el uso de "nosotros" en la frase.)

Es hora de enfocar el tema. Tenemos que hay varios medios para tratar de conocernos y algunos en la dirección de "modificarnos" o mejorarnos. ¿Qué se tendría que tener en cuenta en este siglo? Tendríamos que tener en cuenta la teoría de sistemas, y dentro de ellos, tratar de averiguar en qué tipo de sistema nos encontramos. Está claro que somos seres sociales, pero hacemos de la individualidad nuestra principal baza a la hora de usar ciertos conceptos como el de libertad, el de la igualdad o el de la dignidad (o es un fallo del liberalismo y el capitalismo, según una interpretación). Sea como fuere, se puede comprender que el humano está compuesto de "bloques", dado que tales "bloques" son analizables en otros animales. "No somos humanos por tener menos instintos, somos más humanos por tener más instintos", como dijo Robert Winston. Además, ciertos bloques, o ladrillos para que sea más ajustado a la metáfora de una construcción, están en la parte "subterránea" a modo de pilares, mientras otras partes son mera mampostería o adornos en la fachada. El humano comete el error, sobre todo cuando su posición en la vida es la óptima, de pensar que ciertos adornos son pilares, cuando claramente no es así. Un disparo al encéfalo puede dañar partes de las funciones, pero la persona sobrevive; para matarse tal bala tiene que dañar el tronco encefálico, ahí están todos esos bloques necesarios, y al modo de las capas de una cebolla, a capas más externas, menos prescindibles son sus funciones. Se supone que lo que ha venido a denominarse como "razón" es parte del llamado sistema ejecutivo, que sobre todo ocupa el prefrontal del hemisferio izquierdo. Un daño a tal zona vuelve a la persona en más errática, inestable en el tiempo e instintiva, pero sigue siendo reconocida como una persona.

Para ir a la cuestión que nos concierne, la evolución va hallando "soluciones" (la evolución no es un ente, sólo es la optimización de procesos, la mayoría de las veces "encontrados" por mero azar a lo largo de millones de años de "prueba y error") y las implementa en siguientes animales más complejos. De esta manera el dolor es un sistema más antiguo que el placer, este segundo es redundante, pues "nació" —en parte— como un segundo proceso de la ausencia de dolor, esto es —y ya en lo humano— si esperas que te castiguen y no lo hacen se experimenta un alivio, donde tal hecho ya es procesado como placer.

Analicemos al humano desde ciertos bloques elementales de la vida. La teoría de la especiación, en la evolución, "dice" que tal regla está creada para que las especies no cambien demasiado, dada la regla tácita, devenida en palabras y una frase hecha, de "si funciona no lo trates de arreglar". La mayoría de los animales, sobre todo las bacterias, "funcionan" por tal regla. Pero he ahí que ciertos animales se alimentan de otros. En tal caso se da una guerra armamentista, donde depredador y presa tratan, a cada paso evolutivo, de sacar ventaja sobre su oponente. Tenemos así que dos bloques o conceptos que emergen de tal proceso son el de indiferencia y el de otredad, donde en el primero los animales de distintas especies cohabitan y en el segundo no. De ser así… ¿por qué el humano tiene ese doble comportamiento consigo mismo? Según ciertos antropólogos, las culturas están "funcionando" a modo de seudo-especiación, esto es: si una cultura es muy similar a otra, actúa con tal especie por la indiferenciación, pero de ser muy contraria y ser susceptible de "atentar" contra la propia, pasa a ser otredad. De ser así en cada cultura, dentro del conflicto, se rige por la regla de quién tiene el poder sobre la otra, o en otras palabras: tratan de establecer quién es el depredador y quién la presa. Las sociedades se han ido haciendo cada vez mayores (tribu, poblado, ciudad-estado, nación, imperio) en la medida que a mayor cantidad de integrantes dentro de uno de los lados, mayor será su fuerza y poder, y más tendente será la posibilidad de jugar el rol de "depredador".

Analizado así se comprende que la "sub-agenda" (o agenda oculta) de la agenda 2030, sea la de acabar con las culturas a través de un tipo de cultura totalmente abierta y sin estar "agarrada" a las "viejas reglas", donde se crean/creaban binarios como clase obrera/empresario, mujer/hombre, homosexual/heterosexual, Izquierda/Derecha, Occidental/no-occidental, democracia/no-democracia, etc.., y donde desde siempre —o eso se cree— en uno de los dos lados se encuentra el lado "débil" u oprimido —presa— y embargado por el miedo al "depredador", y en donde el segundo está fuera del miedo y por el contrario con la capacidad óptima propia del que posee el poder. ¿Se consigue, se puede hacer?

Hay que retroceder en la línea argumental. La vida no opera bajo reglas morales. Lo constitutivo de la vida es la funcionalidad: si funciona, vale. La inteligencia emerge sobre todo en la competitividad entre las especies, incluso entre las que funcionan bajo la indiferencia, pero sobre todo opera en la dualidad de depredador/presa. El humano nace de una rama o especie que era presa, que se volvió más vulnerable al bajar de los árboles —se cree que por un cambio climático que volvió una selva en una sabana—, y por ello en su evolución cambió tal estado al de depredador (sin dejar nunca de ser presa a la vez). Entre los depredadores se dan los solitarios (panteras, tigres) y los de manada (lobos, hienas, leonas… los chimpancés en ciertas ocasiones), en el segundo caso de las manadas, donde lo que prima es la colaboración y la jerarquía de alfas, betas y gamas. Un beta es un posible alfa, contra el que compite de vez en cuando en cuanto detecta una debilidad; los gama no pretenden salir de su situación. La historia humana "predice" que ese es el tipo de jerarquía que se da en el humano, pero tal "estabilidad" se empezó a cuestionar sobre todo a partir del siglo 18, y el siglo actual es heredero de la lucha de dos formas de analizar al humano, que deviene sobre todo en la división de Derechas e Izquierdas. Se hace, por ello, un revisionismo histórico y antropológico, donde cada postura trata de validar su propio punto de vista, atacando a la vez el punto de vista contrario.

De esta manera el estudio de los chimpancés son el campo de batalla para confirmar o negar la postura propia o la contraria. La postura más aceptada es que en los primates, y por ello en los homínidos, se da una postura híbrida donde el papel de las jerarquías no es tan prominente y en tanto que el alfa lo tiene que ser por tender a fomentar la sociabilidad y en ser más "empático", como para no romper la paz interna del grupo. Pero quizás esto es lo que "quieren ver" los pensadores/científicos de las Izquierdas, puesto que hay "reinados" entre los primates donde lo que prima es la violencia y la falta de empatía de su alfa. Igualmente se ha comprobado que entre los chimpancés se da uno de los bloques constitutivos de la evolución, que es la de "patear al gato" (al débil), ya que de esa forma el que trata de imponerse por la fuerza, y crear miedo en el resto de los individuos, lo hace sin arriesgarse a salir a su vez dañado. A la vez entre los chimpancés se da lo que en los humanos llamamos, "chivo expiatorio", que es una forma social de "patear al gato", pues todo el grupo se ceba agresivamente contra uno de los individuos… ¿a modo de "castigo" o de liberación del estrés?

Me alargo, a ver si puedo ser más breve. Bajo mi punto de vista el humano es un escape hacia delante de un concepto: lo animal, la barbarie, donde tal pilar no es real, sino una forma en la que alguien en el poder nombra al contrario como la contraparte negativa de lo humano. O sea, la dualidad civilizado/bárbaro, es una falsa dualidad bien y mal, o Dios y demonio, etc., cuyo subterfugio esconde en si interior los bloques de "patear al gato" y el "chivo expiatorio", ahora basado en una supuesta superioridad moral. En definitiva, que de lo que se trata es de deshumanizar al contrario, bajo el pretexto que es un bárbaro o una forma de humano que ha de ser superado. ¡Pero en el fondo no deja de ser de nuevo un dual, donde una cultura —como sub-especie— trata de validar su apuesta evolutiva sobre la contraria!

¿Qué emerge de lo dicho hasta ahora? El humano ya no se siente animal o dentro de las estructuras de la naturaleza y las reglas de la evolución, cuando las pruebas mostradas hasta ahora parecen decir lo contrario. Para seguir en mi desarrollo tengo que introducir dos conceptos: el de identidad y el de conciencia, en la dirección de tratar de hallar una resolución válida a todo este entuerto de conceptos.

Como he dicho arriba, identidad proviene de ente y este es todo aquello que se mantiene estable en la naturaleza (o realidad), el bosón de Higgs apenas si se mantiene estable durante un zeptosegundo (la miltrillonésima parte de un segundo), en otro caso, a ciertos componentes de la tabla periódica le "ocurre" otro tanto, no "existen" en la naturaleza y se recrean en el laboratorio, pero se desintegran, puesto que no se mantienen estables. He pasado por dos etapas de la superveniencia, la de las partículas y los átomos, pero la misma "regla" vale para el resto de sus partes, hay moléculas muy inestables, vidas (especies), sociedades, e ideas, dentro de los humanos. Lo nombrable es aquello que crea un tipo de entidad estable —o por lo menos hasta ahora, ya que el Bosón de Higgs lo nombramos, aunque no es estable—. ¿Es alguna regla de la realidad la de tratar de ser estable y por ello ente? No, en sentido de algo constitutivamente teleológico (que alguien lo haya concebido con un propósito o fin), pero sí como estructura de la realidad. Volvemos por ello a la información. Cada componente, cada partícula, átomo… tiene unas propiedades, donde tal "naturaleza" puede ser tomada por potencialidades. Por aquella capacidad de interaccionar con otros componentes dentro de su capa de la superveniencia. El carbono, por ejemplo, tiene una alta interacción con otros elementos, de tal forma que es el pilar básico de la química orgánica y por ello de la vida. La alta adaptabilidad de una especie es equivalente a su grado de potencialidades. Por ejemplo, un animal omnívoro tiene una mayor potencialidad para ingerir alimentos, y por ello para adaptarse a situaciones difíciles y sobrevivir. La inteligencia, vista así, es una función que crea una mayor tendencia a la potencialidad y por ello a la adaptabilidad. La información de un ente, vista así, es la capacidad de tener la mayor cantidad de información posible en vista de mantenerse como ente. Parece que se cae en una recursividad al infinito y en un argumento circular, puesto que entonces se puede argumentar que la información es la capacidad de "ser" información, pero siendo cada vez más información. Según la teoría de Shannon toda información redundante es ruido, luego lo que en principio hace el ADN es "guardar" sólo lo que es información "válida", invalidando a la larga la que no lo es. Pero si tal regla fuera muy estricta no habría sido posible la diversidad, luego en realidad mucha información mantenida en el ADN, el erróneamente llamado "código basura", es información repetida que se clona a sí misma, en "vista" a que en algún caso se "convierta" en información "incorporada" a la especie. Es por este hecho y otros —como el darwinismo neuronal— que se hable del darwinismo universal.

¿Qué se deduce de lo dicho? Que una regla evolutiva es que algo se repita tantas veces como sea posible como para que sea un "marcador" biológico "validado" en la realidad (atractor en otro terreno). Llevado a nivel de la vida, toda especie se trata de reproducir todo lo que puede, pero es el medio con una energía limitada y el resto de las especies con la misma regla, las que impiden que esto se valide. ¿Acaso el humano no es la confirmación de tal regla?, acaso ha escapado de la naturaleza.

Lo que se deduce del párrafo anterior es que de la interacción de unas pocas reglas emerge una nueva capa de la vida: los nichos ecológicos, que se mantienen estables por cuanto invalida reglas implícitas de las especies, por ello un nicho ecológico es un tipo de "ente", donde su "elementos" son sus especies, su terreno y su temperatura (regulada por sus horas de exposición al sol y situación en el planeta). A colación de que digo esto, no es por el tema ecológico, sino para hacer ver que las culturas humanas nacieron de la especialización de ciertos humanos a ciertas partes del planeta. La evolución sigue operando en el humano y crea variaciones sutiles tanto a nivel fenotípico (color de la piel para adaptarse a las horas de los rayos solares, por ejemplo) como el genotípico, en tanto que crea unos tipos de cerebro y otros. Así lo dice la hipótesis del determinismo medioambiental o geográfico. Cuál es su argumento básico. Dada cierta dificultad para hallar o producir alimentos, el cerebro tenderá a las llamadas culturas del trabajo (tribus germánicas y del norte de Europa) o más del ocio, como las culturas latinas. En otro caso todas las tribus que se han mantenido como cazadoras-recolectoras están/estaban en las zonas tropicales (ecuatoriales) y de más luz y abundancia de alimentos y animales del planeta. En otro ejemplo se dice que las religiones se crearon a partir de tales mentalidades. De esta manera las religiones monoteístas (las hebraicas) o controladoras, nacieron de las dificultades para la vida de las zonas desérticas, mientras que fuera de tales zonas se crearon religiones menos estrictas, abiertas y por ello politeístas. Sea como fuere, el dato que hay que retener es que cuando se creaba una identidad cultural —o seudo-especiación— eso a la vez era proclive de implicar que cualquier otra identidad tenía el doble marchamo o de indiferente (amigo) o contrario a la propia identidad (enemigo). Visto así el éxito del Imperio Romano consistió en no tratar de acabar con ninguna cultura o creencia religiosa, si no dejarlas hacer y que fueran estas las que asimilasen las costumbres romanas (parecido a lo que ha venido haciendo EEUU desde que tomó el "poder" del mundo). En otras palabras: las asimilaban como neutras y no como enemigas (esto no fue exactamente así con las tribus germanas, con una mentalidad muy distinta a la latina, esta dualidad nunca ha desaparecido y se mantiene hoy en día… hago análisis a vista de pájaro, perdón por las posibles inexactitudes a pie de terreno). Dejo aparcado de momento el tema de la identidad a la espera de nuevos datos.

El tema pendiente es el de la conciencia (mente) y su equiparabilidad con la razón. Si estamos aceptando la teoría de los estados emergentes, parece estar claro que la conciencia es un estado emergente, donde el total es algo más que la suma de sus partes, pero a la vez si se ha leído y comprendido el mensaje del presente escrito, se tendrá que asumir que la conciencia hereda las reglas de los elementos precedentes de la superveniencia y por ello no es algo separado del cerebro que lo crea. Se supone que la razón, como tal, es o ha de ser objetiva, pero ¿tal cosa es posible si tal facultad está dentro y emerge de un cerebro que es sólo subjetividad y emotividad? Vayamos a esto último. Se dice por lo común que unas neuronas activan a otras a través de respuestas eléctricas, pero tal visión es muy reduccionista. Si tal cosa fuera tan sencilla, el cerebro humano sería reproducible a través de las computadoras, igualmente con una activación eléctrica (activado/no activado, cero/uno, puerta lógica abierta o cerrada), pero la cuestión dista mucho de ser tan sencilla. Si el cerebro sólo fuera eléctrico gastaría demasiada energía y se calentaría demasiado (como así sucede en los procesadores), la evolución "resolvió" tal dislate a través de la química, seguramente primero a nivel evolutivo antes que la eléctrica. De esta manera las conexiones neuronales se mantienen durante un proceso largo a través de sus activaciones químicas. Lo demás se deduce en un proceso consecutivo: hay componentes químicos activadores y desactivadores, componentes químicos que al mantener el sistema activo crean gasto energético y por ello estrés al cuerpo y al cerebro (cortisol, adrenalina), y otros que desactivan tales moléculas, estabilizando el sistema, como la serotonina, mientras que otros crean un efecto de confort o placer como la dopamina. En definitiva, alguien lee porque tal acto le motiva, creando un mayor flujo de serotonina e incluso dopamina, mientras a la vez tal química reduce el "ruido" de la química que crea estrés, tensión o dolor. Ganar a alguien en un argumento no es un acto donde la razón impera (como entelequia abstracta), sino que en su esencia es una regulación de los estresores y la dominancia de la serotonina (estoicismo) y en algunos casos la dopamina (orgullo, soberbia).

Se me dirá que tal "solución" no resuelve el tema de que la razón es aquella facultad emergente por la cual un cerebro en esencia sintiente tiene la capacidad de parearse con la verdad. Lo que nos remite a qué es la verdad. Si se entiende la naturaleza y la evolución no hay verdades últimas, excepto aquellas que son los bloques de tal estructura de la realidad (como lo es el enlace covalente para crear moléculas complejas y por ello al final la vida). No hay una verdad de cómo tiene que ser un nicho ecológico: cada nicho encuentra su propio equilibrio, ente o "verdad". Cada especie es un ente con su propio equilibrio o "verdad". La verdad, analizada así, es aquel punto de equilibrio en el que un ente tiene la capacidad para mantenerse (a nivel fuera de la vida) o sobrevivir, ya en la vida. O dicho de otra forma: la estructura vertebral o básica que aquí he mostrado es "la Verdad", pero cada componente dentro del total tiene su propia estructura o "verdad" como "adaptación" a partir de sus potencialidades. No tiene sentido decir que el oso panda se "equivoca" o está fuera de la "verdad", aunque su apuesta a una dieta tan reducida le hace candidato para la extinción, puesto que de darse el tan temido cambio climático, una de las plantas que más se beneficiarán será el bambú y por ello el oso panda podrá sobrevivir, mientras que otras especies ahora más exitosas no lo harán. Bajo otro punto de vista. Una persona de naturaleza nerviosa procesa más información y de forma algo más rápida que una persona muy tranquila. Ante una misma situación, para la primera persona todo va muy despacio (el que espera se desespera), mientras que para la segunda puede ir demasiado rápido. La medida del procesado del tiempo no tiene una "verdad" o estado correcto, frente a un estado falso o incorrecto. Los mosquitos procesan más rápido la información que el cerebro humano, pero procesa menos información. En ese caso tampoco es "verdad" que procesar más información sea más verdad o mejor que procesar menos. Tenemos así que el humano se ha encumbrado como la medida de todas las cosas, donde su estado y ser parece ser la "verdad" o estado mejor o más óptimo, frente al resto de los animales (antropocentrismo, principio antrópico, la razón como el fin último del humano y el universo). Eso a nivel de lego; todo buen científico sostendrá lo que yo digo aquí (¿una verdad al fin y al cabo?, sí, pero en cuanto relativiza el concepto de verdad, o si se quiere decir de otra forma: la única verdad es que no hay ninguna verdad, con lo cual llegamos a una de esas típicas paradojas, que en su argumento para sustentarse contradice lo que argumenta).

Vayamos a un caso concreto y actual. Tanto para la Derecha como para la Izquierda, en la votación del 23J, ha vencido la razón, lo cual… ¿no puede ser cierto en los dos casos a la vez?, puesto que hemos convenido —de momento y por lo que cree la gente— a que verdad y razón son dos caras de la misma moneda, y por ello sólo o la Izquierda o la Derecha ha de estar al lado de la razón y la verdad. ¿Y si se diera el caso que los dos tienen razón?, en tanto que la razón para cada una de las dos posiciones se ajusta a su ser e identidad (su verdad en el mundo, cosmovisión). En otro caso, y para analizarlo más detalladamente, alguien de la Izquierda, en una de esas frases que usan grandes palabras, pero puede estar vacía, ha dicho que "la esperanza ha vencido al miedo", mientras que alguien de la derecha le diría que la frase sólo tiene sentido si se invierten los términos: "el miedo ha vencido a la esperanza". Lo que me lleva a la frase del principio en donde sentenciaba que "siempre somos las palabras equivocadas", o la falta de legitimidad del lenguaje y de las palabras. Las dos frases son "verdad", pero para cada lado en oposición es incorrecta o no verdad la contraria o inversa. Esto me lleva a que uno de los pilares de la identidad no emana de sí misma, sino que en tanto que en oposición de "un" otro, de algo que no es la propia identidad. El herbívoro se define por comer hierba, pero a la vez porque no come carne. Si tal cosa se diera sería posiblemente un omnívoro. Pero la negación a ese nivel no cobra ningún sentido porque no se tiene la capacidad de analizarse como existente (un león no se conoce como no-herbívoro —negación de ser o no-ser—, solo como lo que le afirma). La particularidad del hombre —como animal que sabe saber, que conoce conocer—, sin embargo, sí tiene la capacidad de afirmarse a través de negar lo que no es, "no soy asiático", con lo cual tal tema dentro del cerebro humano cobra una dimensión o estado emergente que no existía previamente en la naturaleza.

A lo que pretendo llegar con esto es que el humano "necesita" definir su identidad no ya solo por sí misma y como afirmación, sino a la vez en la medida que otras identidades le niegan y a modo de autoreferenciarse ( para los judíos, por ejemplo, kosher es aquello que, bajo sus preceptos, pueden comer referenciados a los que no: taref o treif (no-kosher), igualmente para los musulmanes como halal y makruh). El cerebro, la cognición, introyecta tal negación a nivel de la misma estructura que el de la identidad. A la vez, esta misma estructura naciente le ha dado una mayor capacidad para crear enemigos, puesto que muchas identidades niegan como "válida", "verdad" o no ajustada a la razón, la propia identidad. Sólo así se puede entender la siguiente conversación en el capítulo ocho de la quinta temporada de "Doctor en Alaska", donde el enemigo que era la URSS le daba parte de su identidad (repetida en distintas variantes en libros, series o películas en otros contextos):

— La guerra fría ha terminado, ¿no es eso bueno?
— Bueno, sí y no. La Unión Soviética nos dio nuestra razón de ser, éramos defensores del mundo libre, pero ahora hemos perdido nuestra identidad.

No quiero redundar en el tema de la identidad como negación, pues alargaría demasiado el escrito, quepa decir que toda división interna de un grupo sigue esta misma regla, ya que la no adecuación total a una misma línea de pensamiento provoca que tales diferencias creen tales particiones. Espero que se dé por válida mi argumentación. Lo que trato de fundamentar es que no siempre es posible la multiculturalidad por cuanto dos identidades existen la una con respecto a la otra en tanto que negación de su ser. O dicho de otra forma y en un caso concreto: Jesucristo no puede ser a la vez Dios e hijo y sólo un profeta. Una verdad y otra se niegan y es fuente para el conflicto. La Izquierda atea (agnóstica o laica) pueden decir que tales discusiones están fuera de la razón, pero ellos mismos al tratar de deslegitimar las culturas y querer llegar a una posición fuera de toda cultura, ¿no caen en la no adecuación a la verdad que pueda darse un determinismo medioambiental y/o geográfico que impida esa aculturación o allanamiento de todas las culturas? Lo que quiero hacer ver, con este punto, es que muchas posturas suelen partir de la alienación a un tipo de pensamiento que se asume a partir de negar el Ser que somos, a favor de lo que deberíamos de ser, en esa medida suelen restar importancia o peso a los datos actuales en pos de ese ser futuro por venir. A la vez al crear ese tipo de "creencias" o argumentos están creando una nueva identidad (los que están conmigo), frente a una otredad que les niega la legitimidad en estar en "posesión de la verdad".

Bajo el desarrollo del escrito hemos llegado a la unión de verdad, razón y bien, lo que deviene en una concepción moral del ser humano. ¿Por qué tal unión es universal? (quizás la razón sólo en la cultura occidental y sólo a partir del siglo 18), pues se siguen de todas las religiones y filosofías que han llegado hasta nuestro tiempo. A la vez nos asalta la duda de que si tal concepto es tan universal, ¿cómo es que no nos podemos poner de acuerdo en una visión sobre el ser humano? ¿No será que para cada cultura los "detalles" son los que vuelven tales argumentos en "sus verdades"? Esto nos devuelve a que el cerebro parece nacer con universales, pero estos son abstracciones difusas "grabadas" en el ADN que se tienen que concretar dentro de cada región del planeta, en tanto que cultura. Veamos porqué en un desvío de mis argumentos. Un ave nace con la capacidad de hacer un nido, pero el primer nido siempre será —posiblemente— el peor de todos los que desarrollará a lo largo de la vida. La acción o aprendizaje se mejora en cada nidada. A no ser que concibamos que las aves tienen conciencia y razón, asumiremos que el cerebro por sí mismo tiene los "requisitos" o las reglas para lo mejor, equiparable a “para el bien”. No hay un nido ideal, al modo del cielo del nido platónico. Cada especie de ave, e incluso aves de la misma especie en distintas partes del planeta, hacen una "versión" de lo que ha de ser un nido, en muchos casos a partir de los materiales con los que cuentan, y del tipo de nido necesario en dicho hábitat. En este caso podemos decir que hay distintas culturas de la nidificación. Una cultura o ave no puede decir a otra cultura o ave que su nido es el "correcto" o mejor. El concepto de razón, en el caso que nos toca, en tanto que la capacidad para dar los argumentos más válidos y pareados a "la verdad", están de más. El concepto de razón no se adecúa a este caso¿por qué sí tendría que validarse en los humanos?, ¿no será que es un concepto errado? O bien es razón en tanto que es universal, o si es "local" y relativa deja de tener sentido usar el concepto de razón. Una razón adecuada a cada situación y caso concreto llama más a la lógica difusa —estados relativos a cada caso y situación— que a la lógica clásica (binarios si/no, verdad/falso, belleza/fealdad, razón/irracional…).

¡Bueno!, ya capto la posible contraargumentación. Un nido tiene el propósito de ser habitable, que evite en lo posible los parásitos, que sea firme, etc. Luego tiene unas "reglas deseables", donde tales reglas son las que puedan denominarse razonables (pensables y ajustables a dichos propósitos), pero yo no he excluido que haya verdades, pero en tanto que tales verdades son estructuras, no casos concretos que puedan ser universales para cada parte del mundo. Pongamos el caso de la vida y volviendo al tema del suicidio. La vida no se puede negar a sí misma, es afirmación de ser. Sin embargo, tal como se presenta en el caso del humano, y dado que este al tener la conciencia, donde esta es equiparable a una cámara de eco de su cuerpo y cerebro, la concepción de la propia miseria se puede amplificar hasta llegar un momento en el que se vuelva insoportable. Esta visión de la conciencia es análoga a cuando se acerca una guitarra a un altavoz de alta potencia por el que sale su señal: el sonido entra en un bucle de retroalimentación, en el cual al final el sonido de la guitarra estará tan distorsionado que será más equiparable al ruido que a una señal de sonido coherente. En ese caso ese individuo optará por la muerte, aunque cada una de las células clamen vida. Esa es la "magia" y la tragedia de los estados emergentes, el tener la capacidad de "rebelarse" contra su estado previo, como es el caso que la vida trate de ir contra la segunda ley de la termodinámica a la que está "aferrada" la materia inerte (¿se capta el por qué la idea de lucifer como rebelde de Dios?).

Creo que he entrado en bucle: divago y redundo (puedo hacer un escrito sobre cada punto que requiera aclararse o ampliarse). Voy a ir cerrando. Mi cita era: "Caéis, diría yo, en cierto idealismo de lo que es el ser humano. El político de hoy se guía por dos cosas: el miedo y el 'yo más'. Por el miedo porque sienten terror de ir contra la agenda o cualquier cuestión de 'moda' que le reste visibilidad y votos. Y por el 'yo más' como segundo proceso del miedo, donde a cada paso y nueva legislación el político de turno se quiere echar encima la medallita del 'yo he sido más feminista', 'en apoyo de la bandera multicolor' o 'yo he sido el más ecologista', etc. Se ve en sus debates y en tratar de quitarse el protagonismo de quién ha hecho más en todos y cada uno de estos temas, todos ellos de la Agenda 2030."

Una estructura ("verdad") subyacente de muchos tipos de sistemas son la retroalimentación positiva y negativa. La vida se explica por tal regla, desde las primeras bacterias que tenían que "medir" el nivel de salinidad de las aguas que habitaban, hasta llegar al cerebro humano en toda su complejidad (incluso el "alto" placer como la risa o el orgasmo tienen que equilibrarse y han de durar poco, para que realmente sean placenteros y no devengan en malestar). Dado que la vida está en un grado más elevado en la superveniencia, que la sociabilidad, esta hereda la regla del equilibrio homeostático de sus capas superiores. La evolución —la vida— no es un proceso estático, sino que ha de adaptarse en cada generación. Tenemos así que se dan dos procesos o una dualidad: mantenerse estable, sin cambios (retroalimentación negativa), o crear cambios (retroalimentación positiva). La ciencia ha descubierto que existen, a grandes rasgos, dos tipos de cerebros que "encajan" con tal regla («La ideología política como cognición social motivada – Evidencia conductual y neurocientífica» de John T. Jost y David M. Amodio). Los primeros son los cerebros que serían más equiparables a las personas de la Derecha, frente a los cerebros del cambio o de las Izquierdas. Tales diferencias anatómicas se centran en dos regiones: una amígdala más grande y una corteza cingulada inferior más pequeña (que básicamente es identificable a un sistema para el control de errores, a nivel superior: se podría equiparar a cuántas bolas se pueden mantener en el aire —nivel de estrés—, cuanto más pequeña sea esta zona, menor cantidad de bolas en el aire se "tolerarán") en las personas de Derecha. La suma de estos dos cambios anatómicos les hace susceptibles a no tolerar fácilmente demasiados cambios de forma rápida. Así se puede entender la frase de Sadeq Rahimi al decir que: "la política no es un aspecto añadido del sujeto, sino el modo de ser del sujeto, es decir, precisamente lo que es el sujeto". Dado que las sociedades humanas son un sistema adaptativo, es dual en tanto que se basa en la retroalimentación positiva y negativa, donde dos tipos de humanos o la Derecha y la Izquierda, han de hallar un equilibrio u homeostasis dentro de tal sistema. En cierta forma el tipo de cerebro de Derechas, es como un relé más sensible a la posible rotura del sistema, que se activa cuando se percata de algún peligro. De ahí se sigue la banal frase de "cuando las barbas de tu vecino veas cortar…", donde tal "vecino" es la Derecha "denunciando" o clamando que las cosas van por mal camino. En todo caso la Izquierda hace oídos sordos a tales advertencias y tratará a tales personas o a la Derecha como demasiado sensibles, o incluso de pesimistas o no realistas o irracionales.

De ser cierta la regla subyacente del sistema del párrafo anterior, la Derecha podría ser reducible al miedo mientras que la izquierda se adhiere al cambio o al "yo más" de la entrada que trato de defender. O en otros lenguajes, los primeros son neofóbicos y los segundos neofílicos, o tradicionales y progresistas, e igualmente encaja que el primer estadio sea más propio de las personas mayores y los ancianos y el segundo de los jóvenes. A fin de cuentas, el estado de una amígdala más grande puede venir con la edad, en la medida que tal agrandamiento suele darse por experiencias negativas y traumas, menores —estadísticamente hablando— con respecto a una menor edad. Para ver la complejidad de este sistema y cómo está imbricado en la propia evolución y la presión ambiental, se nace de Derechas o de Izquierdas, pues se ha de tener en cuenta que este hecho puede venir dado por cambios epigenéticos a partir del estrés del padre, o más sensiblemente del estrés o los traumas de la madre, la cual transmitirá por tres generaciones tal cambio, dado que los óvulos de sus hijas se gestan en su propio útero —donde entre tales óvulos se encuentran las hijas de sus hijas—.

Me he percatado que van once páginas y aún quedaría definir otras estructuras base, que me llevarían demasiado tiempo y páginas. Creo que con lo dicho quedan defendidos mis argumentos. Pero haré algunas críticas de la actual Izquierda. Pienso que Derecha e Izquierda ya no se pueden asociar al dual capital/proletario. Las actuales Izquierdas del mundo occidental se alinean al partido demócrata estadounidense, que está tendiendo a la corporatocracia, a un tipo de poder basada en el estatismo y el poder de las grandes corporaciones (ver transcripción de abajo). Paradójicamente esa es la definición de fascismo, según las bases iniciales de Mussolini. Por otro lado, el racionalismo, reducido a sus mínimos, hereda la moralidad cristiana y griega —más del segundo— al equiparar la razón como el estado por el cual se accede al bien, lo bello y la verdad. Por ello no se libra de ser un tipo de creencia y por ello una ideología. En otro estado de cosas, es la razón, a través del liberalismo y el capitalismo, la que nos ha traído hasta la situación actual del cambio climático, la superpoblación y la crisis energética. El optimismo y la retroalimentación positiva sin freno, en definitiva. Se da por ello la paradoja de cómo consumir lo mínimo, para dejar de alterar la naturaleza, si a la vez se defiende el capitalismo. ¿Sólo algunos serán los privilegiados de tal nivel de consumo, mientras que la masa lo tendrá que frenar? (queja que se hace a los políticos en sus altos gastos por ejemplo), de ser así el capitalismo colapsaría por su imposibilidad de ser. En otro caso, el allanamiento de todas las culturas no se puede dar sin acabar con las naciones, pues, ¿no deberían de dejar de existir las fronteras que las dividen?, ¿qué impediría por ello que los habitantes de zonas desérticas fuesen a los lugares más propicios para la agricultura? En cuanto alguien diga "este es mi lugar y no hay más espacio para otros", ya está creando una identidad, un nosotros y unos otros, que implicará un distanciamiento y una identidad como negación de un otro. La base del capitalismo, del liberalismo, es la propiedad, donde en tal estructura de nuevo está anidada la otredad o negación del ser como parte de la identidad (mío o nuestro, implica a la vez no tuyo o vuestro, no estoy abogando por el comunismo, sólo trato de mostrar las contradicciones de algunas identidades).

(Bosquejo para una crítica. Algunos autores llaman a la actual era de la razón por su contrario: la era de la post-emoción. Si se lee entre líneas el actual escrito, se deducirá que no somos tan racionales como creemos ser. Una buena analogía sería analizar el cerebro como cuando entrelazamos los dedos de las manos, donde una mano es la razón y la otra mano el lado instintivo y emocional (sintiente); las dos manos o partes del cerebro están demasiado entrelazadas como para validar que hay realmente una división. Lo que vemos en el panorama actual es que tanto las Izquierdas como las Derechas usan argumentos falaces (y por ello irracionales bajo los cánones de la razón) en la única dirección de contrariar al "enemigo" o validar sus propios argumentos como los racionales. No hay datos fuera del relato, puesto que los datos se compilan y estructuran siempre desde un relato. El "gran error" de las actuales Izquierdas occidentales es negar a la derecha y demonizarla, cuando si se entienden las estructuras de los sistemas dinámicos y duales, como lo es el humano, Derecha e Izquierda se necesitan para equilibrarse. La Derecha en el 23J no ha logrado una victoria clara, porque lo que ha vencido es el miedo que la Izquierda ha inculcado, de forma irracional y manipuladora, a los ciudadanos. En otros casos cada ciudadano tiene miedo o que le quiten libertades, pagas, privilegios, etc. Luego el miedo no sólo está del lado de las Derechas, y de nuevo las "grandes" reglas siempre hay que adaptarlas a cada situación del mundo y de la historia, cual nido que hay que construir a partir de lo que se tiene. Última trágica y patética conclusión: la Agenda quiere acabar con todas las culturas, o limarlas hasta hacerlas irreconocibles e indiferenciables, pero a partir de crear una nueva identidad y cultura. “Ellos”, y la gran mayoría lo está aceptando, han decidido que su nido es el mejor y único nido posible para todos los humanos, negando o ilegitimando cualquier otra forma de crear un nido. ¿Problema?, el de siempre, que la identidad se crea igualmente desde la negatividad, desde lo otro, y por ello crean su anverso: aquellos humanos que no aceptarán de ninguna manera tal imposición. ¡Bienvenidos a la locura humana!, donde siempre repetiremos los mismos fallos sin ni siquiera percatarnos de que tales hechos obedecen a mecanismos. ¿Libertad?, yo sólo veo engranajes dentro de una gran maquinaria que o no entendemos o que de lo simple que es nos negamos a asimilarla, como lo único existente para ese ser patético que, desde su estulta soberbia, se cree la medida de todas las cosas.)

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Captura de estructuras e instituciones democráticas (Fuente)

Schwab, como editor del informe "Rediseño global" de 2010 del Foro Económico Mundial, postula que un mundo globalizado se gestiona mejor mediante una coalición autoseleccionada de corporaciones multinacionales, gobiernos (incluso a través del sistema de las Naciones Unidas) y organizaciones de la sociedad civil seleccionadas (OSC). Argumenta que los gobiernos ya no son "los actores abrumadoramente dominantes en el escenario mundial" y que "ha llegado el momento de un nuevo paradigma de gobierno internacional de las partes interesadas". La visión del WEF incluye una ONU "pública-privada", en la que ciertas agencias especializadas operarían bajo sistemas de gobierno conjuntos estatales y no estatales. Según el Transnational Institute (TNI), el Foro está planeando reemplazar un modelo democrático reconocido por un modelo en el que un grupo autoseleccionado de "partes interesadas" toman decisiones en nombre de la gente. El grupo de expertos resume que estamos entrando cada vez más en un mundo donde reuniones como Davos son "un golpe de estado global silencioso " para capturar la gobernabilidad.




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